A dos semanas de instalarse el Consejo Constitucional para iniciar lo que será la etapa definitiva en la elaboración de la propuesta de la nueva constitución, el consejero de Convergencia Social, Yerko Ljubetic, evaluó con buenos ojos el trabajo que ha estado desarrollando la Comisión Experta sobre las normas que contendrá el anteproyecto que se le será entregado al organismo electo por la ciudadanía.
En conversación Radio Universidad de Chile, el representante por la Región Metropolitana dijo que “en lo personal está bastante impresionado por los avances que se lograron en un conjunto de materias muy relevantes en el contexto del debate de la Comisión Experta. Creo que hay cosas muy destacables como el modo en que están establecidos los derechos sociales en relación con el hecho de que ellos concretan este concepto de Estado social de derecho”.
Asimismo, sostuvo que “me parece muy importante también de que ha habido un avance muy pragmático en cómo mejoramos nuestro sistema político, como tratamos de cerrar la brecha entre la ciudadanía y el sistema político. Creo que también es interesante lo que se avanzó en materia de descentralización. Hay conceptos muy centrales que están bien desarrollados, como la igualdad sustantiva”.
“Creo que hay un saldo positivo que me hacen pensar que lo logrado por la Comisión Experta es una buena base sobre la cual podemos encarar el desafío del Consejo Constitucional de buscar los acuerdos necesarios para tener unos mínimos razonables que nos permita presentar una propuesta que dé el ancho y sea finalmente acogida por la ciudadanía el próximo mes de diciembre”, señaló.
Sobre la opción de avanzar hacia una propuesta constitucional de consensos en un entorno en que el Consejo estará compuesto principalmente por representantes de la oposición, el abogado sostuvo que “es evidente de que todos tenemos responsabilidad en que esto pueda ocurrir, pero es evidente también que hay quienes tienen una mayor responsabilidad, que son aquellos sectores de la derecha que hoy día disponen de una mayoría que es circunstancial, pero que les permite los números necesarios para imponer un punto de vista unilateralmente”.
Por lo mismo, advirtió que “es claro que si esto ocurre va a marcar sin duda el fracaso del proceso, porque va a impedir el espacio para replicar lo que ocurrió en la Comisión Experta, en el sentido de entender que una constitución es un marco común de convivencia política y social y, por lo tanto, tiene que responder a un amplio nivel de consensos. Si entendemos esto último, es probable que podamos, sin perjuicio de las dificultades del proceso, llevarlo adelante con alguna posibilidad de éxito”.
“Lo que no puede ocurrir es que confundamos las matemáticas con la política. Las matemáticas dicen que hay un sector que, en la medida de que se articule, puede imponer sus puntos de vista, por ejemplo, y retroceder respecto de todos los aspectos de los acuerdos de la Comisión Experta, pero la política dice que, más allá de los números, una constitución tiene que gozar de legitimidad y de niveles de acuerdo transversal que permitan que lo que se ofrezca a la ciudadanía en diciembre goce de un apoyo por parte del Consejo Constitucional”, afirmó.
Ljubetic remarcó que “todos tenemos que tener esa disposición y esa voluntad, sin eso, el riesgo de fracaso del proceso es evidente. Eso tendremos que verlo en cada una de las cuestiones que se planteen, creo que sería una buena señal que la mayoría de la mayoría apreciara en todo su valor los elementos concordados en la Comisión Experta, donde sus puntos de vista fueron muy considerados”.
Además, destacó la necesidad de que el trabajo del Consejo “sea ampliamente socializado y comunicado a la ciudadanía, de tal manera que haya información permanente acerca de los debates y esto promueva un mayor involucramiento de las chilenas y de los chilenos en estas discusiones, para que ellos también puedan ver formas, a través de organizaciones de la sociedad civil, de ir expresando su opinión”.
En esa línea, planteó que “creo que es bueno que un proceso constituyente concite el interés ciudadano, claramente eso ha sido deficitario en el proceso hasta ahora, pero creo que en esta segunda parte debiéramos mejorar el nivel de involucramiento y participación de la ciudadanía” y agregó que “hay que entender que este proceso no termina ni con la elección de consejeras y consejeros ni tampoco con el trabajo que podamos desarrollar, sino que termina con el pronunciamiento de la ciudadanía el próximo 17 de diciembre”.
Es por ello que recalcó que ante un eventual rechazo mayoritario por parte de la población a la propuesta “no sólo sería un fracaso del proceso, sino que pondría a Chile en una condición crítica del punto de vista de no haber podido resolver una cuestión tan relevante para nuestra convivencia, como es una nueva constitución escrita en democracia. No estoy en condiciones de pronosticar ni anticipar cuáles van a ser los efectos concretos de eso, pero sin duda es algo que todas y todos debiéramos concordar en que no es un escenario deseable del punto de vista de la estabilidad, la normalidad democrática del país”.
En cuanto a las consecuencias que ha dejado el resultado de las elecciones de consejeros en el oficialismo, en especial por la tensa relación en que ha derivado del PPD con el Gobierno, tras las declaraciones de la presidenta de la colectividad, Natalia Piergentili, Ljubetic insistió en que la situación habría sido diferente de haber ido a los comicios en un solo pacto electoral.
Asimismo, aseveró que “es imperativo que la centroizquierda y la izquierda lleguen a mayores niveles de cohesión y de convivencia política más razonable como una condición de éxito no sólo para el proceso constitucional, sino que para el éxito del Gobierno en que todos sentimos ser parte. Creo que ese es el desafío, espero que las fuerzas políticas más directamente involucradas estén en ese ejercicio autocrítico y puedan tomar medidas que les permitan estar a la altura de las circunstancias que el país y la coalición de Gobierno están pasando”.