Las distintas bancadas dentro del Consejo Constitucional tienen plazo hasta la medianoche de este lunes para presentar las enmiendas al anteproyecto constitucional elaborado por la Comisión de Expertas y Expertos. Y pese a que no se ha conocido la totalidad de las propuestas ya hay reacciones en alerta desde el oficialismo.
Esto, pues desde la oposición existiría un acuerdo entre Republicanos y Chile Vamos para modificar al menos cuatro de los temas del texto. De igual manera, la tienda de José Antonio Kast plantearía un paquete amplio de cambios de manera individual.
Entre las principales modificaciones que espera realizar el Partido Republicano se encuentra la reducción en el número de escaños dentro de la Cámara de Diputadas y Diputados de 155 a 132 parlamentarios. De esta forma, también plantean que en cada uno de los 27 distritos del país para la Cámara Baja solo se pueda elegir entre tres y cinco personas.
Asimismo, desde Republicanos sí estarían dispuestos a mantener la nueva normativa que propone la pérdida del escaño dentro del Congreso en caso de que un parlamentario renuncie a su partido. Sin embargo, esa medida no se emplearía en caso de una expulsión desde la colectividad.
En una arista que ha provocado bastantes comentarios, Republicanos también presentaría una enmienda para consignar en la nueva Carta Magna que los tratados internacionales de derechos humanos tendrán rango infraconstitucional y, por otro lado, la creación de capítulos especiales para la seguridad y las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, en seguridad social, la colectividad espera consignar dentro del Texto Fundamental mantener la propiedad de los fondos de pensiones, la libertad de elegir al administrador, su heredabilidad y su carácter inexpropiable. Mientras que en salud, apostarían por reintegrar la cláusula de la libertad de elección para que la cotización obligatoria de las y los usuarios sea administrada por entidades estatales y privadas.
Además, Republicanos plantea eliminar diversas propuestas entre ellas la paridad de salida 60-40, el artículo que traslada la elección parlamentaria a la segunda vuelta presidencial, las normas sobre reemplazo de la Constitución, y plantear una norma que eleva el quórum para reformar la Carta Magna a 2/3.
En entrevista con El Mercurio, el consejero Republicano, Luis Silva, señaló que “la idea es que la ciudadanía reconozca la identidad republicana a través de nuestras enmiendas“.
Ante este paquete de medidas, desde el oficialismo, el consejero Alejandro Köhler (PS) declaró que “evidentemente que con este tipo de enmiendas no es posible abrir el camino a un pacto transversal que habilite una nueva Constitución“.
“Nos parece que este verdadero bombardeo de enmiendas que hemos conocido de Republicanos son en esencia expresión de una visión partisana de la Constitución. Si esta línea se mantiene están arriesgando repetir el error que tuvo la Convención, que terminó en un rotundo fracaso. No podemos aceptar que se dañe de esa manera la línea de centralidad razonable que marcó el anteproyecto de los expertos”, afirmó Köhler.
De igual forma, la delegada de la bancada CS-PC, María Pardo, indicó querer que “esta sea la Constitución de todas y todos, de Chile y no solamente de un sector. El anteproyecto constitucional es un acuerdo responsable y transversal para Chile, hace eco de muchas demandas sociales, como lo son la salud, la educación, la vivienda y la protección del trabajo. Republicanos y Chile Vamos le harían un gran daño al país si anteponen el interés de sus propios partidos al interés general de Chile y su gente“.
Por su parte, el delegado de Revolución Democrática, Julio Ñanco señaló que “son enmiendas arriesgadas en términos del escenario en el que estamos. Presentar estas enmiendas tan al límite, sabiendo la respuesta que provocarán, alteran el escenario de conversación y de diálogo“.