Emilio Santelices por irregularidades en las listas de espera: "Lo que está en juego es la fe pública"

El exministro coincidió con la actual titular de Salud, Ximena Aguilera, en que los errores se deben a un sistema antiguo y poco centralizado. Por ello, apuntó a la implementación de un procedimiento en que menos personas intervengan los datos.

El exministro coincidió con la actual titular de Salud, Ximena Aguilera, en que los errores se deben a un sistema antiguo y poco centralizado. Por ello, apuntó a la implementación de un procedimiento en que menos personas intervengan los datos.

12 mil personas que no fueron ingresadas al Sistema de Gestión de Tiempos de Espera (SIGTE) y personas que fueron registradas erróneamente como fallecidas. Esas son algunas de las irregularidades que detectó Contraloría en las listas de espera de los hospitales de Antofagasta y Talca y que motivaron a parlamentarios de distinto signo a pedir una comisión investigadora sobre el tema. 

Consultado al respecto, el exministro de Salud, Emilio Santelices, coincidió con  la actual titular de la cartera, Ximena Aguilera, en que los errores se deben a un sistema antiguo y poco centralizado y por ello, apuntó a la implementación de un procedimiento diferente, en el cual menos personas intervengan los datos.

Por otra parte, el también miembro del Centro de Políticas de Salud de la Universidad del Desarrollo instó a revisar la productividad de los centros hospitalarios con miras a comenzar a solucionar el problema de fondo: el preocupante aumento de las listas de espera que se registró tras la pandemia. 

¿Cómo se explican las irregularidades en las listas de espera? ¿Es efectivo, como señala la ministra Aguilera, de que tiene que ver con un sistema informático antiguo?

Efectivamente, como ha señalado la ministra, el sistema de recolección de la data y de análisis de la misma, está sujeto a un sistema que fundamentalmente se lleva a través planillas Excel y eso hace que la reportería que se va generando y que tiene que ascender hacia el nivel central, tenga distintos pasos que son susceptibles de ser vulnerados por el operador que tiene acceso a esos datos. Es decir, una planilla se transmite a otro lugar, se aglutina con otras planillas y ahí, obviamente se pueden producir errores de transcripción o consolidación de data y en último lugar, uno podría pensar que también pudiera existir un hecho voluntario de querer excluir personas de esos datos.

Es efectivo como explicación lo que señala la ministra y el punto está, entonces, en cómo nosotros vamos a poder resolver eso de manera estructural. En su momento, cuando yo fui ministro, me ocupé de este tema y nos pusimos a trabajar y teníamos previsto desde el hospital digital, dado que era un sistema que tenía la tecnología disponible para poder avanzar en esta materia, de generar un sistema digital, en que desde el punto donde se generará el dato, donde se registrara que hay un paciente que tiene que quedar en lista de espera, esa información fluyera de manera, continua, digitalmente, hacia el nivel central sin que hubiera ningún tipo de intervención de otras personas.

Para hacerlo más claro, es similar a lo que ocurre hoy día cuando uno va a un banco. Uno va y hace un retiro de dinero, en un cajero automático, en cualquier parte y esa información va a llegar al sistema y uno va a poder constatar mirándolo en el sistema. Esa misma lógica es la que deberían tener los datos de los pacientes que están en lista de espera. Ese trabajo nosotros lo comenzamos a realizar y finalmente se descontinuó, pero ese es el camino por el cual esto se debería resolver.

Por otro lado, nosotros también instalamos un portal ciudadano, es decir, que las listas de espera estén a la vista de todos los servicios, de todos los hospitales, de modo que la población pueda ser testigo fiel de qué está ocurriendo en su hospital con las distintas listas de espera. La mejor rendición de cuentas es la que va a ser auditada personalmente y diariamente por los propios pacientes. Yo creo que esa es otra herramienta fundamental para poder recuperar la confianza en el sistema y en que los datos no vayan a ser vulnerados como se ha conocido en los últimos días.

¿Cómo ha visto la urgencia con la que ha tratado este tema el Gobierno? A lo mejor, teniendo en cuenta lo que pasó en el Sótero del Río en mayo, ya debería estar pensando en cambiar el sistema, ¿o no?

Sin duda el hecho de que vuelvan a aparecer otros casos pone una nota de alarma. La primera lección no tuvo la suficiente fuerza como para haber hecho un proceso más urgente, para haberlo resuelto y eso es lamentable. Es de esperar que en esta oportunidad sí ocurra y podamos tener prontamente, de cara a la ciudadanía, resultados más confiables. Finalmente, aquí lo que está en juego es la fe pública con las instituciones del Estado, entonces, yo creo que es muy importante que esto se pueda corregir y entregar señales en ese sentido. Lo que puede ayudar a que esto ocurra es lo que señalaba anteriormente, que estos datos sean de acceso público permanente.

De todas maneras, cuando la ministra Aguilera hablaba de posibles soluciones a este tema ella citaba lo de la interoperabilidad. ¿Esa ley que se aprobó hace poco tiempo, puede ayudar en algo a este problema?

La interoperabilidad es un concepto que se ha ido profundizando. Es la necesidad de que los datos clínicos puedan ser compartidos independiente del lugar donde la persona se atiende y en eso nuestro país debería avanzar, pero el tema de la interoperabilidad no tiene nada que ver con los datos porque sin tener interoperabilidad perfectamente los datos en una plataforma digital se pueden transmitir a un nivel central, aún cuando estos datos puedan provenir de fichas clínicas con distinta lógica.

Lo importante acá es que se genere un registro y ese registro se parametrice y se conduzca en una sola línea sin que exista intervención de terceros. Por lo tanto, siendo la interoperabilidad un tema deseable y en el cual hay que avanzar, eso puede tomar mucho más tiempo que tomar un registro particular que se lleve directamente al registro central.

El problema de fondo

Pasando al tema del aumento en las listas de espera. ¿Cómo ve esa situación y cómo evalúa la gestión que ha hecho el Gobierno?

Lo que muestran las cifras es que a pesar de los esfuerzos que desde Redes se están haciendo, porque efectivamente ahí se están haciendo distintas iniciativas que buscan mitigar las listas de espera; los resultados globales no parecen todavía auspiciosos y creo que eso obedece por una parte, a la magnitud del problema

La pregunta que uno tiene que hacerse entonces es: ¿Qué es lo que se tiene que hacer adicionalmente? Ahí hay un problema que es más de fondo que es lo que se llamaba muchas veces problema estructural, que dice relación con la productividad de los hospitales. Nosotros sabemos, por ejemplo, que en relación a listas de espera quirúrgicas, el promedio de cirugías por pabellón de los hospitales en Chile son tres cirugías y eso contrasta con la realidad de otros países donde las cirugías son de cinco a seis cirugías por pabellón. Es decir, nosotros tenemos una productividad a lo menos inferior en un 30% a la que debiéramos tener, con los mismos recursos.

Hay otros estudios, nosotros acabamos de hacer uno, sobre indicadores de salud donde tuvimos acceso a oportunidad y calidad y lo que pudimos observar ahí, en un estudio de 240 hospitales y dos mil 400 centros de atención primaria, que la variabilidad en los resultados en estos tres indicadores, donde uno de ellos era la eficiencia, es muy importante. En un puntaje de 100 hay hospitales que obtenían menos de diez y eso habla de que las prácticas, la eficiencia y la productividad es muy disímil y muy subóptima.

Entonces, ese problema de fondo hay que ir a preguntarse por qué ocurre, cómo lo estamos controlando, cuáles son los tipos de incentivo y ahí aparecen otras respuestas. El grado de ausentismo, los médicos que trabajan en sociedades médicas y que operan fuera de horario y se les paga de manera extraordinaria… Hay otros vicios que yo creo que hay que irlos abordando con mucha determinación. Esto no es fácil pero hay que hacerlo, porque de lo contrario vamos a seguir teniendo esfuerzos que van a incidir en el margen no más.

Entonces, ¿las soluciones en las que se tiene que ir avanzando tienen que ver con el tema de la productividad más que en poner recursos?

Por un lado, claro, hoy día se busca poner más recursos y de hecho hay una ley hoy día que se está discutiendo en el Parlamento que originalmente era una ley sobre fortalecimiento de Fonasa, pero finalmente es una ley que va a entregar recursos para resolver listas de espera. Efectivamente uno en la urgencia dice: pongamos más recursos y esos recursos podrían multiplicarse en cuanto a sus resultados si es que cayeran en un lugar donde efectivamente la productividad es la adecuada, pero sabemos que van a utilizarse en un lugar en donde la productividad es, a lo menos, subóptima en un 30%.

Es decir, vamos a estar utilizando recursos de los cuales un 30% de ellos los vamos a quemar. Entonces, uno podría decir: necesitamos los recursos para sacar más listas de espera, es cierto, pero eso tampoco nos va a resolver el problema. Vamos a estar poniendo una gota de agua en el mar.

O sea, habría que ir avanzando en las dos cosas.

Hay que avanzar en las dos cosas y sobre todo en la primera, que es el cambio estructural que se requiere. Hacerse cargo de esa dificultad, de esas mermas, de esa baja productividad, del ausentismo, de los incentivos, de las sociedades médicas que arbitran y operan poco en sus tiempos funcionarios y operan mucho en sus tiempos que le paga el hospital por afuera. Esas cosas hay que ponerlas sobre la mesa ya.





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