En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el alcalde de Arica, Gerardo Espindola (PL), se refirió a la situación fronteriza de la ciudad, al control migratorio y a la seguridad en el norte grande de nuestro país.

Respecto de la gestión de los procesos migratorios, el edil sostuvo que Arica es una comuna que al estar al extremo y ser una zona fronteriza, es una de las primeras en recibir “los golpes” de las olas de migrantes, ya sean de ingreso o egreso.

“El problema que a nosotros más nos golpea tiene que ver con el centralismo y esta falta de no escuchar lo que pasa en las regiones, gran parte de lo que está pasando en el resto del país ocurrió en Arica hace hartos años atrás. Lo advertimos como municipalidad y pedimos que se articularan acciones para poder proteger la frontera, porque de tomarse acciones iba a ocurrir un desborde descontrolado, que es lo que finalmente ocurrió”, aseveró.

Acerca del centralismo que afecta a nuestro país, el jefe comunal afirmó que deberían existir garantías básicas para que quienes viven en lugares fronterizos, puedan “hacer soberanía”. Sin embargo, para el alcalde, el Estado no es garante del bienestar de quienes habitan esos territorios.

“Muchas acciones que hacemos como municipalidad las llevamos acabo con recursos propios y somos un municipio que además es bastante pobre en relación a otros y con ello tenemos que hacer soberanía”, apuntó.

Si bien, el jefe comunal destacó que hay materias en las que se ha avanzado, a su juicio estas medidas “son insuficientes, además son dolorosas y humillantes para quienes vivimos acá en Arica, porque si a nosotros se nos escuchara en algunas cosas que planteamos, que decimos hace bastante tiempo, podríamos estar viviendo mucho mejor (…) Chile tiene un problema de no entender que la puerta de la casa tiene que estar protegida y segura“.

Así, el alcalde Espíndola hizo hincapié en que “se prenden las alertas” cuando los problemas llegan recién a Santiago: “Veo como hoy con estupor los líderes políticos de todos los partidos claman por más seguridad frente a la ola violencia que afecta a Santiago, pero esa ola de violencia, en Arica pasó hace cuatro o cinco años atrás, si nos hubieran escuchado antes que el crimen organizado estaba asolando a nuestra ciudad y se hubieran tomado acciones directas para combatirlo, el país quizás sería otro”.

Sobre las acciones que se han llevado a cabo para controlar la frontera desde el Gobierno, el edil relevó la Ley de Infraestructura Crítica que implicó trasladar militares al límite chileno con otros países.

“Acá no se busca atacar a las personas, sino que combatir al crimen organizado que está ingresando por nuestra ciudad, es combatir al coyote, al traficante de personas que entraban sin ningún tipo de regla, que llegaban y pasaban por nuestra frontera de manera bastante impune”, añadió.

No obstante, Espíndola señaló que hay que desarrollar otras medidas, como por ejemplo, que las fronteras sean territorios vivos y no zonas que están “subsistiendo”, frente al abandono del Estado.

“Lo otro importante, es que tiene que haber una mayor diplomacia, Chile ha estado bastante ausente en eso, más bien el continente entero, no ha existido una coordinación para enfrentar la crisis migratoria de nuestro continente, estamos hablando del éxodo más grande personas en la historia de América”, agregó.

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