El precio del cobre ha experimentado sucesivas alzas en la Bolsa de Metales de Londres y ha estado recuperando lo perdido en días previos, en medio de un aumento en las posiciones especulativas debido a previsiones de una mayor demanda del metal rojo por parte de China. En efecto, no obstante recientes alzas de los […]
Naciones pobres, como Myanmar, cuentan con el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB) o Felicidad Interna Bruta (FIB), un indicador que mide la calidad de vida en términos más holísticos y psicológicos que el PIB. Los cuatro pilares de la FNB son: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, conservación del medio ambiente y establecimiento de un buen gobierno.
Pareciera, pues, que la decisión de la FED, más que por la salud de la economía mundial, está marcada sobre todo por la victoria de Trump y las políticas que éste podría poner en marcha a contar de su asunción, pues se espera que el nuevo mandatario incremente el gasto público y rebaje impuestos, lo que llevará a una continua apreciación del dólar norteamericano respecto de otras monedas.
Las razones detrás del infausto cuadro es que, por el lado de la oferta, parte de los jóvenes más vulnerables de entre 15 y 29 años dejan la escuela antes que los de sectores acomodados, y cuando llegan a la edad adulta (30 años), casi tres de cada diez son “ninis” (unos 30 millones). La deserción escolar en secundaria es más alta en la región que en naciones de la OCDE y cerca del 66 por ciento de los jóvenes latinoamericanos no tienen calificación universitaria ni técnica superior. En Honduras, El Salvador, Guatemala y México se dan los más altos porcentajes, por encima del 25 por ciento, de un fenómeno que, además, afecta más a las mujeres (76 por ciento) que a los hombres.
Un trabajo académico liberado recientemente por los investigadores de la Universidad de Cambridge, Jason Lu y Coen Teulings (“Secular stagnation, bubbles, fiscal policy, and the introduction of the contraceptive pill”) propone una interesante e innovadora tesis para explicar la crisis europea y de otras áreas desarrolladas, apuntando a su perfil demográfico, lo que, dada la […]
La posición de “espera” en la que coincide el Banco Central y el GPM, aunque atentos a nueva información que pudiera recomendar cambios en los próximos tres a seis meses, tiene, por lo demás cierta “cancelación” por el lado del comportamiento del crédito bancario, en la medida que la Encuesta respectiva, correspondiente al segundo trimestre del 2016 y publicada por el Banco Central, da cuenta de una modificación en la tendencia en cuanto a la percepción de la demanda tanto de créditos de consumo como hipotecarios, respecto al trimestre anterior.
Así y todo, habiendo cierta convergencia en materia de las prioridades propuestas por el Gobierno, la discusión parlamentaria seguramente se dará en el ámbito de la “letra chica”, es decir, en el análisis de presupuestos ministeriales y ciertos programas, algunos de los cuales deben ser revisados a la luz de su respectiva rentabilidad social efectiva.
Un dólar más caro afectaría internamente el nivel de consumo presente de las capas medias que, no obstante, ya están suficientemente indignadas con la administración política del Presupuesto Nacional, y están exigiendo cambios en las estrategias educacional, de salud y previsional, así como en las prioridades de gasto e inversión social, poniendo en jaque a un Gobierno que no cuenta con los suficientes recursos para asumir el conjunto de desafíos planteados.
Sin posibilidades de políticas contra cíclicas protagonizadas por un Estado que no tiene “un puto peso”, trabajadores temerosos de perder el empleo, por lo que reducen su demanda; empresarios sin la decisión confiar y arriesgar en los muchos proyectos de infraestructura que podrían mejorar la productividad nacional, pareciera que todos estuviéramos colaborando al unísono a que, muy luego, caigamos realmente en “recesión técnica”, paso penúltimo para un desorden social que materialice la profecía autocumplida, últimamente tan repetida: el verdadero desastre institucional.
Las recientes decisiones macro del segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet, parecen, pues, recoger nuevamente las enseñanzas de Carville, al priorizar “la economía” por sobre otros requerimientos más de elite, en la medida que los “cambios” propuestos por su programa ya están en marcha
La transformación digital que vivimos puede, pues, ser comparada con la transición desde la sociedad agraria a la industrial, dicen expertos de Pioneer en un reciente informe sobre “Invertir en un mundo disruptivo”. Allí recuerdan que la economía mundial atraviesa un momento donde la mayor parte de los países están sobre endeudados y en el que las soluciones para reducir la carga son aumentar el ritmo de crecimiento y reducir el monto de la deuda respecto del PIB o generar inflación. Pero muchas de las innovaciones son contra inflacionarias y más bien han tendido a hacer caer los precios.
Una acción combinada del Estado y del sector privado, dada la obvia salud que aún muestra el joven Chile a pesar de sus remilgos adolescentes, es el remedio para que nos comencemos a ver con mayor optimismo al espejo.
Los países a los que les va mejor trabajan, en promedio, menos que nosotros. La capacidad de combinar con éxito el trabajo, compromisos familiares, entretenimiento, descanso y vida personal es relevante no solo para el bienestar de todos los miembros de una familia, sino también para mejorar nuestra productividad.
Para un Chile enredado en una fútil polémica política y con un sector empresarial cada vez más nervioso y pesimista, el aumento del déficit fiscal producto de los mayores gastos de las reformas ha terminado operando de modo contracíclico y apoyando el crecimiento económico, evitado así mayores alzas de la desocupación.
La enorme liquidez lanzada por los centrales del mundo desarrollado para enfrentar la crisis de 2008 y en adelante, con el propósito de evitar la quiebra del sistema financiero global, dado que los recursos mal prestados por la banca internacional correspondían fundamentalmente a ahorros de millones de personas que confiaron en su gestión y, por consiguiente, eran inocentes víctimas de sus audacias, suponía un rápido remedio a los problemas de confianza que dichas malas prácticas suscitaron. Después de todo, los Estados volvían a poner a disposición de los ahorrantes su dinero cuando lo requirieran, cumpliendo así su función de proteger el principal símbolo de confianza en la autoridad: el dinero fiduciario, marcado con el rostro del poder de dicho Estado.
El bien de refugio en la crisis Brexit ha sido básicamente el oro, el yen y los bonos soberanos alemanes, mas los números conocidos en los últimos días respecto de la cotización del “bitcoin” permiten estimar que los inversionistas comienzan a valorar las cualidades de esta moneda digital.
Aunque las quejas alemanas son atendibles, si Europa sigue con su actual estancamiento y peligro de deflación, la “nueva economía” prevista por el Secretario del Tesoro de Bill Clinton, Larry Summers, se instalará por largo tiempo. Tal escenario no ayuda ni a la recuperación china, ni a Latinoamérica.