Si bien bajaron de tono respecto a debates anteriores, los ataques al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, se robaron un evento que pretendía ser de discusión de ideas y propuestas. El de este martes, fue el último cara a cara entre los aspirantes a la presidencia de México. El primero de junio son las elecciones.
Manteniendo su perfil progresista y sus ácidas críticas al sistema socioeconómico vigente en México, Andrés Manuel López Obrador ha encarado su candidatura con cautela. Ha buscado dar confianza a los empresarios bombardeados por las campañas del terror e, incluso, ha prometido mantener el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y otros países.
Los tres principales contendientes a la presidencia de México, en julio próximo, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Meade, fueron este domingo oficialmente nombrados candidatos presidenciales por sus partidos respectivos.
El ambiente se torna cada más tenso en unas elecciones municipales y estatales cruzadas por la violencia, que ha significado la muerte de candidatos, el descrédito a la actividad política por la fuerte corrupción y nexos con el narcotráfico, así como el levantamiento de campañas ciudadanas a favor del abstencionismo o del boicot electoral.