La iniciativa busca aportar al trabajo para la mitigación de los efectos de la crisis ambiental que se registra en el planeta y que se ha visto agudizada en los últimos años especialmente en las naciones de ingresos medios y bajos.
El gobierno y algunos parlamentarios de oposición firmaron un protocolo de acuerdo por el reajuste del salario mínimo, por lo que la iniciativa ingresó con discusión inmediata a la comisión unida de Hacienda y Trabajo. En medio del ajetreo para sacar el proyecto cabe preguntarse, ¿cuál fue la posición de los trabajadores en el debate?
Este 1 de mayo los trabajadores se manifestaron mediante dos marchas en Santiago. Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, llamó a no dramatizar las discusiones. En tanto, desde la Confusam calificaron de ilegal a la directiva de la multisindical, razón por la cual decidieron restarse de su convocatoria.
Durante este jueves diversas organizaciones sindicales se tomaron las dependencias de la sede de la OIT en Santiago. Por su parte la CAT afirma que “es necesario que La Moneda enmiende su error y convoque a una mesa tripartita para elaborar las reformas al código laboral”.
Los cuestionamientos a las indicaciones ingresadas por el Gobierno a la Reforma Laboral crecen entre las organizaciones sindicales. A las declaraciones de la CUT en orden a que se ha roto el diálogo con el Ejecutivo, desde la CGTP calificaron como “golpe blanco” del empresariado las modificaciones.
La Reforma Laboral suma cuestionamientos. Trabajadores agrupados en la Central Autónoma de Trabajadores calificaron como “un juego de desaciertos” el proyecto, mientras que abogados laboralistas lo consideran un retroceso en derechos para el trabajador.
Por una parte, las críticas de los trabajadores por ser excluidos, así como la ausencia de un sistema de negociación colectiva por actividad económica. Por otra, la instalación de una nueva comisión asesora, que debiera emitir un informe en octubre.
A pesar de los gestos de los partidos de la Nueva Mayoría para apoyar públicamente la gestión de Michelle Bachelet, como la visita de este martes de sus presidentes a La Moneda, los obstáculos a la gestión de la Mandataria no cesan. Las advertencias de posibles cambios a las indicaciones del Ejecutivo por el proyecto de Reforma Laboral ya surgieron desde la Democracia Cristiana.
Parlamentarios y trabajadores expresaron su malestar con respecto de las palabras del ministro Eyzaguirre sobre la necesidad de que las reformas que implementa el Gobierno deban ser moderadas, ya que temen que en algunas como la Reforma Laboral, se diluya su objetivo.
En medio de un acalorado debate, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Reforma Laboral a pesar del rechazo en bloque que la oposición realizó a la iniciativa. En tanto, los trabajadores sostienen que no apunta al problema de fondo: equilibrar las relaciones laborales, por lo mismo convocaron a un paro nacional este jueves.
La discusión legislativa en el Congreso tuvo un nuevo capítulo a inicios de esta semana con las declaraciones del Ministro de Hacienda, quien descartó el respaldo del Ejecutivo a la inclusión de la negociación ramal en la Reforma Laboral. Si bien, durante esta jornada matizó sus dichos señalando que él no será un freno para las reformas, la tensión se instaló al interior del oficialismo.
A horas de que comience la discusión en particular en la Comisión de Trabajo de la Cámara, la CUT y parlamentarios de la Nueva Mayoría esperan que el proyecto de Reforma Laboral presentado por el Ejecutivo se modifique al interior del Parlamento y deje atrás el Plan Laboral que le quitó derechos a los trabajadores en dictadura, constituyendo así un real avance para los derechos de los trabajadores, no obstante critican la exclusión de la negociación por ramas de actividad y la mantención de los pactos de adaptabilidad.
Autoridades de Gobierno, luego de realizar un diagnóstico sobre el impacto de las futuras reformas que incorporó la Agenda Laboral, concluyeron que incluir la negociación colectiva por rama económica podría afectar la economía durante este año. Dirigentes sindicales rechazaron estas afirmaciones y dijeron que se instalará una especie de “hipocresía legal” avalada por el Gobierno, porque se seguirá negociando por la vía de los hechos.
El vicepresidente de la CUT criticó que algunos de los artículos del proyecto de ley que moderniza las relaciones laborales. Mientras, desde la Comisión de Trabajo exigen que las observaciones del gremio se realicen en esa instancia, luego de restarse la CUT en la sesión.
La molestia de los empresarios, el temor a un nuevo acuerdo sin participación y una economía desacelerada son aspectos que preocupan en el mundo de los trabadores. Se espera que el proyecto ingrese al Parlamento en octubre.
Este martes el director del Trabajo, Christian Melis, dio inicio a la aplicación de la Encuesta Laboral ENCLA 2014, en la empresa Aceros Otero de San Miguel.
Excluidos de las negociaciones e indignados por los anuncios sobre el aumento del salario mínimo se encuentran los dirigentes de la segunda organización sindical más grande del país, la Central Autónoma de Trabajadores (CAT). En entrevista con Radio Universidad de Chile, Óscar Olivos, su presidente, calificó al gobierno de “sectario”; a la CUT de ser el “brazo sindical de La Moneda” que está “de rodillas frente al gobierno; y a los acuerdos entre ellos, como “estafas” y “pantallas”.