Con grandes dudas fue recibido por trabajadores, pequeños empresarios, feministas y economistas el anuncio gubernamental del envío de un proyecto de ley para obligar a las empresas, independiente de su tamaño, a disponer de salas cuna. El financiamiento de la medida, así como su verdadero alcance, inquietan a los actores involucrados.
El Presidente Sebastián Piñera aumentó su propuesta de salario mínimo a 210 mil pesos, con la promesa de llegar al “salario ético” de 250 mil el año 2015. Sin embargo, cuando el monseñor Alejandro Goic propuso el “sueldo ético” el año 2007, el salario mínimo en Chile era de 144 mil pesos, lo que evidencia la necesidad de actualizar esa cifra con los precios actuales.
El ministerio de Desarrollo Social declaró “desierta” la licitación por la aplicación de la encuesta Casen, lo que genera un retraso en el proceso que atenta incluso contra su ejecución. A esto se suma el desafío por reemplazar el rol de Cepal y lo más importante según los analistas, recuperar la confianza en esta medición de la pobreza.
La Fundación Libertad y Desarrollo dio a conocer los resultados de su encuesta de Percepción del Desempleo, que arroja como principal resultado que se están moderando las expectativas en el mercado laboral. El estudio dibuja un escenario que podría empeorar, pero estable, pese a que según especialistas las cifras no consideran la calidad del empleo.
Para el secretario de Estado, las propuestas de asamblea constituyente, reforma tributaria y reforma al sistema de pensiones estarían desacelerando la economía y desincentivando la inversión privada. Economistas desmienten estas declaraciones, que corresponderían más a un afán electoral o una “campaña del terror” que un diagnóstico económico serio.
Los expertos exigen nuevos índices que permitan analizar la calidad de vida, esto luego de conocerse un estudio del Instituto Libertad y Desarrollo que aborda esta materia. El alza en el precio de los alimentos mantiene a las familias en condición de pobreza, pese al aumento que se registra de las remuneraciones.
Ser mamá es una de las experiencias más gratificantes que una mujer puede tener, pero en Chile esa decisión no está exenta de dificultades. Los altos costos de la salud, el acceso al trabajo y la compatibilidad con los tiempos de la familia evidencian la necesidad de avanzar en políticas públicas que permitan a las mujeres vivir su maternidad y no morir en el intento.
Las medidas anunciadas por el Gobierno para “mejorar las condiciones laborales” no tuvieron aceptación en economistas y dirigentes sindicales, desde donde se está planteando que el fortalecimiento de las herramientas de la organización laboral ayudaría a disminuir las brechas de desigualdad.
La Fundación Sol dio a conocer su Manifiesto por un Nuevo Modelo de Relaciones Laborales, texto cuyo contenido analiza críticamente las precarias condiciones laborales de los trabajadores en Chile. Al encuentro fueron invitados todos los candidatos presidenciales, mas finalmente solo arribaron Roxana Miranda, del Partido Igualdad, y Marco Enríquez Ominami, del PRO.
El Centro de Microdatos de la Universidad de Chile entregó la cifra de desempleo en el Gran Santiago, que en marzo alcanzó un histórico 6,7%. El Gobierno llamó a “festejar el doble”, considerando el contexto internacional, mientras los analistas subrayaron las condiciones de los trabajadores y la creciente vulnerabilidad del contrato.
Un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo reveló importantes debilidades en el sistema de alimentación laboral de los trabajadores chilenos. Especialistas sostuvieron que a los bajos sueldos y la precariedad de las condiciones laborales de higiene, alimentación, transporte y otros, se suma las falencias en la sindicalización existente en nuestro país, factores que configuran un ”orden asimétrico en el cual los empleadores hacen uso de amplias libertades y los trabajadores no tienen poder para contrarrestarlos”.
Las propuestas de la comisión asesora de Hacienda promediaron un 5,6 por ciento, considerado insuficiente por parlamentarios que además cuestionaron los fines electorales que llevaron a adelantar la discusión.
El Gobierno ingresará en las próximas semanas un proyecto de ley que busca establecer un mecanismo para definir el reajuste al sueldo mínimo a través de parámetros técnicos. Distintos sectores se mostraron escépticos ante la iniciativa y lamentaron la ausencia de los trabajadores en la discusión.
Las cifras respecto a trabajadores asalariados y contratos efectivos levantan discrepancias desde los analistas, quienes ven en el Estado un mal ejemplo respecto a óptimas condiciones legales. Trabajadores a contrata o con boleta de honorarios son un grupo importante, pero a esto se suman oficios informales y una precariedad oculta en cifras que hablan de “pleno empleo”.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, el especialista de la Fundación Sol, Marco Kremerman, cuestionó el análisis del Gobierno ante el 5,2 por ciento de desocupación en el Gran Santiago y recordó que la nueva encuesta considera como empleadas incluso a las personas que trabajan dos horas a la semana. En esa línea, alertó sobre la alta tasa de subempleo presente en el país, que es la más alta de la OCDE. “Quienes pierden son los trabajadores”, aseguró.