Mientras el mandatario ha militarizado Caracas, el dirigente opositor insiste en su victoria en gira continental. Maduro pretende sostener el poder crecientemente aislado: los presidentes de México, Brasil y Colombia no irán al acto de posesión.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha puesto en marcha un plan de seguridad a una semana de la toma de posesión presidencial. Más de 1.200 efectivos militares se desplegarán en la ciudad de Caracas.
Según autoridades del país, alrededor del 60% de los casi 2 mil 500 detenidos habrían salido de la cárcel. Mientras, activistas de derechos humanos presentaron el lunes un informe sobre las condiciones inhumanas de presos políticos.
Cortes de agua y del suministro eléctrico, restricciones en la entrada de alimentos y la constante presencia de fuerzas de seguridad cerca de la sede diplomática, es parte de la situación que han enfrentado los opositores al régimen venezolano.
El presidente de la Comisión de RR.EE además se refirió a la sesión que tuvieron con los políticos venezolanos Marina Corina Machado y Edmundo Gonzalez. “Hicieron un gran reconocimiento a la labor de este Gobierno y del Presidente Boric”, afirmó.
El canciller venezolano, Yván Gil, calificó la decisión de Lula da Silva como una “agresión inexplicable e inmoral”, luego de que el mandatario brasilero instruyera al canciller Mauro Vieira oponerse al ingreso de Caracas al grupo internacional.
En un breve comunicado, el ministerio de RR.EE. calificó la medida de “unilateral” e “injustificada”, tras el anuncio hecho por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), dependiente del Ministerio de Transporte de Venezuela.
La declaración de la líder opositora venezolana se debe al reciente reconocimiento del Parlamento Europeo a Edmundo González como ganador de las elecciones. Además, se refirió a la Asamblea General de la ONU, que tendrá a Venezuela como foco.
En una medida no vinculante, el Parlamento Europeo votó a favor de reconocer al líder opositor como vencedor de las elecciones del 28 de julio, a pesar de que el Consejo Electoral venezolano haya atribuido la victoria a Nicolás Maduro.
El rival de Maduro en las elecciones presidenciales carga con una orden de aprehensión y es acusado por el régimen de “conspiración”, “instigación a la rebelión” y “sabotaje”.
El presidente de Brasil criticó al régimen venezolano por acudir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el chavismo, para validar su victoria en vez de “escuchar” primero al Consejo Nacional Electoral (CNE).
“No tiene ni fundamento ni moral para cuestionar las instituciones venezolanas ni la voluntad democrática de su pueblo. Se secarán”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil.
La vicepresidenta de Estados Unidos envió una carta a los líderes opositores Edmundo González y María Corina Machado en la que reafirmó su apoyo. Llamó al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a que publique los resultados.
Desde el Frente Democrático Popular, el ex candidato presidencial, Enrique Márquez, puso en duda la ratificación de Nicolás Maduro como mandatario reelecto. Asimismo, cuestionaron la no entrega de resultados desagregados y la represión en las calles.
Para el organismo internacional, reconocer como válidos los resultados del Consejo Nacional Electoral venezolano con base a la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, “es convalidar un fraude electoral y dar la espalda al pueblo venezolano”.
Tras casi tres semanas de los comicios, el Consejo Nacional Electoral (CNE) -organismo que proclamó a Maduro como el ganador de las elecciones- aún no ha publicado las cifras desglosadas de la votación del 28 de julio.
El analista internacional señaló que el llamado al diálogo entre las partes -promovido por los presidentes Lula y Petro- no ha tenido resultados, debido a que tanto el régimen de Maduro como la oposición han hecho “oídos sordos” a esa propuesta.
