Ya lo habían anunciado en la previa del Comité Central del Partido Socialista: de no ser nominado por la tienda presidencial, el expresidente no competiría en las elecciones. Así lo confirmó esta mañana. La caída de Ricardo Lagos, uno de los hombres signos de la postdictadura, abre la duda sobre el futuro del PPD de cara a las elecciones de noviembre, pero también debilita la figura concertacionista en la Nueva Mayoría.
En medio del desorden oficialista, algunos partidos han defendido fuertemente la idea de una lista única parlamentaria. Si bien la negociación aún se encuentra en una fase preliminar, desde la Nueva Mayoría reconocen que ésta será fundamental para la proyección del bloque, en un mes que será clave para las definiciones parlamentarias y presidenciales.
El senador del PPD comentó el escenario político, en el contexto de las dificultades que han tenido las colectividades para reficharse, y aseguró que “se le ha dado importancia a un tema irrelevante”. El parlamentario agregó que está 100 por ciento convencido que su partido alcanzará el número mínimo de militantes inscritos antes de las primarias.
Es una disyuntiva que durante las próximas semanas deberá resolver el conglomerado oficialista: la posibilidad de competir o no con una plantilla única de candidatos al Parlamento. El tema genera división entre las colectividades, que deberán sortear, entre otras cosas, las dificultades de la cuota de género en la nómina de postulantes al Congreso Nacional
Mientras el secretario general del PPD, Germán Pino, negó que las renuncias de altos personeros del Partido se deba a las críticas por el proceso de refichaje, el vocero de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa, adjudicó la causa de las presiones realizadas por el PPD a la carrera presidencial.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile el sociólogo y experto electoral, Axel Callis, cuestionó las medidas que ha impulsado el Servicio Electoral en el marco del controvertido proceso de refichaje para los partidos políticos tradicionales.
En general, el ex Presidente no se lleva bien con las urnas. Por ello, para su actual campaña despliega una estrategia doble. Por un lado, quiere evitar los procesos electorales internos, adoptando una estrategia de bullying con los partidos afines y apostando a ser proclamado por secretaría. Por otro, ha tratado de recuperar al antiguo Lagos de los años 80 e incluso 60, mostrándose como un político de izquierda, aunque no lo sea.
Después que el PPD propusiera formalmente ungir a un candidato conjunto para las primarias legales del próximo año, los socialistas prefirieron desestimar la idea de sus socios y en abril decidirán de manera interna cuál es su candidato presidencial.
Apelando a las tradicionales alianzas y adelantándose a sus propios planes, el PPD hizo un llamado a sus pares socialistas a establecer -de forma aun no definida- un candidato único del bloque. Uno de los precandidatos del PS, Fernando Atria, apela a definir al abanderado en primarias ciudadanas abiertas.
La encuesta CEP de diciembre es un dato relevante a la hora de evaluar cómo se lee la candidatura de Lagos, quien está dispuesto a llegar hasta el final, pese a que sigue siendo encabezando la lista de los políticos peor evaluados del país.
Algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría anunciaron su rechazo al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los presidentes del bloque. Los trabajadores del sector, en tanto, no descartar intensificar sus acciones de protesta por el alza ofrecido por La Moneda.
El Gobierno continúa negociando con los partidos de su colectividad para alinear a los parlamentarios y aprobar la ley de elección de intendentes, uno de sus ejes programáticos. Las mayores resistencias, señalan desde el oficialismo, se concentran en el PPD.