La intendencia de la región de Valparaíso informó de la decisión luego de la reunión del Comité de Emergencias. Las clases se retomarán este martes 4 de septiembre.
El municipio respondió a los dichos del titular de Salud, quien relativizó los efectos de la nube contaminante que ha afectado a la zona. “Pretenden bajarle el perfil a una situación grave, que está afectando a la comuna desde hace décadas”, dijo la autoridad comunal.
El representante del Frente Amplio en el Senado manifestó su preocupación por la falta de atención médica especializada en la zona de Puchuncaví y Quintero y criticó la pasividad del Estado en materia de plan de descontaminación. “Todo queda subordinado a la inversión privada o empresarial, sea pública o privada, que aporta a esta concepción de desarrollo económico en que las comunidades de la región de Valparaíso no importan” expresó el parlamentario.
La denominación de “hombres verdes” corresponde al caso de 28 ex trabajadores de Enami Codelco, división Ventadas de Puchuncaví, que fallecieron producto de diversas enfermedades provocadas por la exposición a metales pesados en sus faenas de trabajo.
El mandatario visitó la zona afectada y fue recibido en medio de protestas e insultos en su contra. Por su parte, en entrevista con nuestro medio, el director ejecutivo de FIMA, Ezio Costa, aseguró que todas las empresas en la zona contribuyen a la contaminación.
En el documento difundido este martes, la Escuela de Salud Pública Doctor Salvador Allende Gossens señala que es urgente que el Estado implemente instrumentos efectivos de vigilancia, regulación y fiscalización para afrontar la prevención y detención del daño en el ambiente y las comunidades impactadas por la sobre concentración de industrias en la zona.
Desde el jueves pasado las zonas de Quintero y Puchuncaví han sido afectadas por la emanación gases contaminantes por parte de las empresas del cordón industrial. Más de 300 intoxicados y medidas que aún no son insuficientes impulsan a la comunidad a denunciar las constantes practicas que han generado una sistemática contaminación del borde costero.
Los Ministros de Salud y Medio Ambiente se apersonaron este domingo en la zona y sostuvieron una reunieron con vecinos de ambas localidades, quienes están siendo afectados por intoxicaciones desde el jueves pasado.
La acción busca esclarecer las causas de los episodios críticos que provocaron la atención de emergencia para casi 200 personas, en su mayoría, niños debido a intoxicación por gases contaminantes.
“Basta de eufemismos: la población de la zona que está ingresando a los hospitales lo está haciendo por envenenamiento. La situación no da para más. ¿O acaso el Estado cree que hay chilenos que pueden seguir viviendo de esa manera?”, señala Matías Asun, director nacional de Greenpeace.
Los dos episodios de intoxicaciones masivas ocurridos esta semana en Quintero y Puchuncaví fueron sindicados como de responsabilidad de la Empresa nacional de Petróleo (Enap). El gobierno anunció sanciones y organizaciones de defensa buscan que la Corte Internacional de Justicia invetsigue los hechos como genocidio.
A solo 48 horas del episodio que dejó más de 50 menores de edad intoxicados, la comuna registró un nuevo episodio del que ya se están evaluando los gases contaminantes y su posible origen.
Una comisión especial de la Cámara Baja tendrá la tarea de indagar por 90 días el procedimiento oficial y confeccionará una propuesta programática, para revertir los constantes desastres ambientales que ocurren en la zona.
El escenario de la Zona de Sacrificio tiene como actores a un cordón industrial liderado por las termoeléctricas a carbón de AES Gener y la refinería de Coldelco – Ventana. Una comunidad que ha tenido que experimentar un aumento en intoxicaciones, en niños con malformaciones congénitas, en enfermedades respiratorias y cáncer, junto al deterioro sistemático del borde costero, el suelo y el agua de su territorio.
El organismo fiscalizador consideró que el plan no se ajusta a derecho. En el documento presentado por el ministerio de Medio Ambiente, las emisiones consignadas en el inventario, son superiores a las que constan en el informe técnico, por lo que no es posible aplicar correctamente medidas de mitigación.
Desde el Colegio Médico explican que la ingesta podría derivar en problemas epidemiológicos serios para la población.
Para los vecinos del sector la situación se ha vuelto insostenible, a tal punto que afirman que día a día la comunidad enfrenta una “muerte lenta”. Desde la zona también señalan que las autoridades han dado la espalda al problema, sobre todo, por las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo que permiten una concentración de 200 microgramos de azufre, es decir, diez veces más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fija el límite en 20 microgramos por metro cúbico.