¿Iguales ante la ley?

  • 26-10-2009

¿Ante qué sistema judicial deberíamos ser juzgados? Sabemos que la ley es lo que ampara a los soberanos y somete a los pobres. Lo demuestra la historia reciente: si usted es parte de la clase media urbana y tiene recursos para una mínima defensa es probable que se le juzgue de acuerdo a las leyes generales de la República. Pero si usted es mapuche, vive en el campo y en estos días se le acusa de algún delito lo previsible es que se le aplique la ley antiterrorista. La diferencia práctica es que en este segundo caso las penas que arriesgue sean tres veces más duras. Además su juicio será distinto, ya que podrán declarar en su contra “testigos sin rostro” y de facto la presunción de inocencia que le debería amparar se transmutará en presunción de culpabilidad.

De esta forma nos encontramos con aberraciones jurídicas como la condena a cinco años de prisión al lonko de Temulemu Pascual Pichún, en 2003. Su delito: “amenaza terrorista”. Extraña figura la de condenar a cinco años de cárcel por palabras que aun no se han convertido en realidad. El sistema judicial no ha actuado del mismo modo ante otro tipo de amenazas, como las que en este año ha proferido el llamado “Comando Hernán Trizano’, consistentes en hacer volar por los aires a líderes y comuneros mapuche, pescadores artesanales contrarios a la ley de barrios salmoneros, cineastas y miembros de ONG  que apoyan causas sociales.

Por otra parte si usted es carabinero u oficial de las Fuerzas Armadas, se le juzgará de acuerdo a la justicia militar. En nuestro país los delitos cometido por carabineros en contra de civiles siguen siendo de competencia de los tribunales militares, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y numerosos órganos de tratado de Naciones Unidas, han manifestado que ello viola el derecho a las garantías judiciales, y la más elemental igualdad ante la ley.

De esta forma nos encontramos con que en Chile hay al menos tres sistemas jurídicos diferentes. Un sistema general para la mayoría de la población, un sistema discriminatorio para los indígenas mapuches y un sistema de privilegio para Carabineros y Fuerzas Armadas. Y sospechamos que existe un cuarto sistema, que acoge a quienes tienen el poder, el dinero y la influencia para ponerse por sobre estas tres categorías. Se cumple así el viejo aforismo: “Las leyes son aquellas normas que debes cumplir si no tienes dinero”.
 
Álvaro Ramis es presidente de la Asociación Chilena de ONG ACCIÓN

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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