Pobladores de Caimanes evalúan retomar huelga seca para exigir cierre de tranque de relaves “El Mauro”


Hace más de un mes que once locatarios de Caimanes – poblado que se ubica al interior de Los Vilos en la región de Coquimbo – mantienen una huelga de hambre para exigir el cierre del tranque de relaves tóxicos “El Mauro” de la minera Los Pelambres que está emplazado a unos pocos kilómetros de su comunidad.

Ante el silencio de las autoridades y el retiro de la empresa  de la mesa de diálogo que se sostenía por este problema, cuatro de los manifestantes decidieron iniciar una huelga seca. La radical medida fue depuesta la semana pasada cuando la firma cuprífera manifestó su intención de retomar las negociaciones.

Sin embargo, los días han pasado y no ha existido un “acercamiento”, por eso los ocho hombres huelguistas evalúan volver a aplicar este mecanismo de presión. “Se depuso la huelga seca porque la compañía dijo que si la bajábamos podríamos iniciar al más breve plazo el diálogo de  la mesa q estaba quebrada. Ya van más de siete días desde que se cumplió con la petición y no ha pasado nada”, denunció el vocero de los protestantes, Cristián Flores.

Sobre la actitud de la empresa ligada al grupo Luksic, Flores añadió que “ellos apuestan a que la gente se canse y se descuelgue de la huelga, pero están cometiendo un grave error. Estas personas no va a deponer la huelga y están dispuestos a morir aquí. El motivo para terminar con esto sólo va a ser la muerte de algún huelguista”.

La situación se vuelve cada vez más crítica porque, además de amenazar el medio ambiente y los cultivos de los pobladores que corresponden a la principal actividad económica de la zona, es cuestión de tiempo para que el tranque pueda rebasarse y arrasar, en cuestión de minutos, con todo Caimanes.

Si bien, la principal demanda de los huelguistas es lograr el cierre total de esta instalación de desechos, durante el primer periodo de negociaciones se había acordado poner en marcha un plan de erradicación ofrecido por la empresa. El quiebre se produjo cuando la comunidad solicitó una indemnización por los costos de traslado, exigencia que no fue aceptada por la firma que, posteriormente, se retiró de la mesa de diálogo.

Pedro Soto de 61 año y el mayor de los huelguistas expresó su frustración frente a esto diciendo que la firma minera “ha destruido todo. Ya no tengo un lugar de nacimiento porque está sepultado. Esa es una de las razones por las que estoy aquí. Pese a la edad que tengo, siento que todavía puedo dar mucho por las familias que vienen de atrás. Ahora no hay ni una gota de agua y si no hay agua no hay vida. Caimanes en estos momentos está condenado a desaparecer”.

Se espera que esta semana se retomen las conversaciones, sin embargo, los dirigentes acusan una nula respuesta de las autoridades locales, por lo que llamaron al Gobierno a vigilar todas las irregularidades que se han dado en este proceso.





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