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España: ¿Nuevo Default Europeo?

Columna de opinión por Roberto Meza
Jueves 26 de abril 2012 12:24 hrs.


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Tras Grecia, Irlanda o Portugal, España se ha transformado en nuevo el país europeo candidato a la quiebra. No sería la primera vez que ocurre. Durante el siglo XIX, España suspendió pagos en siete ocasiones, siendo la más reciente en 1882.

Un Estado cae en default cuando su economía pública no puede hacer frente a las deudas contraídas. El efecto inmediato de esa falta de liquidez es que los acreedores se quedan sin cobrar, salvo quienes tienen seguros de quiebra o credit default swap (CDS). Y si eso sucede, España quedará sujeta a las decisiones de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y/o el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ellos serán los encargados de refinanciar la deuda a tasas y plazos conocidos, aunque recibiendo como retribución garantías de que Madrid pagará, imponiendo medidas de ahorro y de austeridad fiscal.

Subidas de impuestos, reducción de pensiones, aumentos de la edad de jubilación, recortes de salarios públicos, despido de funcionarios, alza de tasas, despido flexible o baja del salario mínimo son algunas de las medidas que se han adoptado en países como Grecia o Irlanda tras ser intervenidos. Por de pronto, el Gobierno de Rajoy ya ha planteado planes de austeridad presupuestarios por 37 mil millones de euros

La economía hispana ya cayó el 0,4 % en el primer trimestre de 2012 respecto a los últimos tres meses de 2011, confirmando su vuelta a la recesión, tras registrarse dos trimestres consecutivos de contracción, afectando así aún más los ingresos del Fisco.

De otro lado, según estudios de la UE, España tiene una economía “en negro” de unos 240 mil millones de euros (el PIB chileno), equivalente a 22,5% de su actividad total. Esto supone una recaudación perdida para las arcas fiscales de casi 72.000 millones de euros.  Tal vez ello explique la reciente amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Rajoy para incentivar mayor recaudación.

En ese marco, la Bolsa Madrid cayó por bajo los 7.000 puntos, muy cerca de los mínimos de marzo de 2009 cuando el indicador mordió los 6.800 puntos y muy lejos de sus máximos de 16 mil puntos. Con esto, el índice bursátil completa una disminución de 14% en lo que va de abril y de 35% en 12 meses. Estas cifras impactan su sistema financiero, haciendo caer los créditos y aumentando la morosidad a 8,16% en febrero, según datos del Banco de España.

Y es que los planes de austeridad en vez de ayudar, parecen estar llevando a Europa hacia una recesión más global, la que recientemente incluyó a Inglaterra. Hasta George Soros en entrevista con Le Monde, dijo que los dirigentes europeos están conduciendo a viejo continente “al desastre”.

Mientras tanto, los precios de los activos (inmobiliarios especialmente) siguen cayendo. El Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2011-2012 indica que los precios continuarán bajando por la sobreoferta existente y la caída de la demanda de hogares (Índice PMI 44,5 puntos). Para enfrentar esta baja, los bancos requerirían unos 350 mil millones de euros, debido a que las inmobiliarias no podrán pagar sus créditos.

Un bajo consumo de los hogares y familias y una cesantía general en torno al 25% y juvenil en casi 50%, incide en el crecimiento del PIB. Y aunque los últimos datos de las exportaciones muestran un mejor comportamiento, no alcanzan para frenar la baja del Producto y del empleo.

Así las cosas, y a pesar de los esfuerzos, la UE confirmó que el déficit público de España alcanzó el 8,5% del PIB en 2011, dejando, de paso, en evidencia que el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, mintió cuando dijo que este era del 6%, mientras estaba al frente del Ejecutivo.

España se ha transformado, de este modo, en el tercer país de la UE con mayor déficit, sólo superado por Irlanda (13,1% del PIB) y Grecia (9,1%). La deuda hispana alcanzó el 68,5% del PIB, ocho puntos y medio por encima de lo permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, incrementando la tasa de sus CDS sobre el 6%, lo que significa que el mercado no cree en ella y está apostando a su caída.

En consecuencia, el nerviosismo de los mercados por la posición de España, añadida la reciente renuncia del gobierno holandés, se ha acrecentado. Y más aún, luego que el presidente francés Nicolás Sarkozy perdiera en primera vuelta ante su contrincante socialista François Hollande. Los analistas creen que si Hollande ganara el balotaje, las presiones sobre Alemania para que aporte aún más a la recuperación, aumentarán. Pero Berlín no cuenta con condiciones políticas para aquello y el Central Europeo está al borde de sus posibilidades, razón por la que las perspectivas de una recesión continental han seguido creciendo.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.