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Vinos: Lo que ellas quieren

Que a ellos les gustan los vinos estructurados y alcohólicos y a ellas los dulces y ligeros parece ser la premisa. Pero las cosas están cambiando. En un momento en que la industria del vino está tratando de seducir a las mujeres a acercarse a este delicioso brebaje le preguntamos a varios responsables de diversas viñas si tienen a este público específico en mente a la hora de hacer vinos.

Antonella Estévez

  Miércoles 13 de junio 2012 13:08 hrs. 
vino

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El desafío de la industria

Según un reciente estudio de Adimark, encargado por la asociación Vinos de Chile –en donde se entrevistaron a más de 800 personas, hombres y mujeres de todos los estratos socioeconómicos- el consumidor mayoritario de vinos es el varón de los estratos ABC1, C2 y C3. El 44% de las mujeres simplemente no consume vino, y las que lo hacen pertenecen también a las clases más acomodadas y en promedio están entre los 30 y 50 años. De allí que el mercado femenino esté hoy siendo considerado como un espacio interesante de crecimiento para la industria y sea ampliamente apetecido para aumentar las cifras del consumo interno de vinos nacionales que bajó de 14,8 litros por persona anual en el 2007 a 13 litros, en 2011, números bastante menores si se compara con otras naciones productoras similares como Argentina que supera los 30 litros per cápita.

Lo que ellas quieren

Para Giorgianna Cuneo, Directora y Gerente de marketing de la viña Casas del Bosque la cosa está clara: a ellas les gustan los vinos más suaves, elegantes, delicados y menos voluptuosos, de taninos más sedosos, con menor graduación alcohólica, no tan pesados aunque sí con consistencia, lo que explica el interés por los espumantes, los vinos blancos y los hechos de Pinot Noir.  El reconocido enólogo y responsable de Viña Morandé, Pablo Morandé señala que hay una evidente diferencia entre géneros en las respuestas a ciertos estímulos como el dulzor, amargor y tacto que son fundamentales en la apreciación de vinos,  lo que lleva a que las mujeres sean más seducidas por vinos más ligeros, de menos taninos y mayor dulzor. Advierte, eso si que esto es una regla general, que aunque puede terminar siendo un mito, por el momento es bastante válido.

 

No se hacen vinos para mujeres, sí vinos femeninos.

En general los enólogos concuerdan en que más que hacer un vino para mujeres la tendencia es hacer estilos de vinos que puedan ser interesantes para personas que prefieren beber vinos más ligeros y afrutados o vinos con mayor astringencia y estructura, independiente del género. Felipe Tosso, enólogo jefe Viña Ventisquero afirma “Cuando califico a un vino de femenino es porque tiene características de este género. Por ejemplo, es más delicado,  perfumado, pero de una manera seductora, es elegante. Se trata más bien de un concepto etéreo que abarca todo lo que implica lo femenino, con todos sus matices”.

Los tiempos cambian

En un país productor con un gran desafío en aumentar sus niveles de consumo interno el mercado de las mujeres es un espacio interesante, según Benoit Fitte, enólogo de Viña Requingua, parte importante del crecimiento mundial en la venta de vinos viene de que las mujeres han comenzado a beberlo recientemente por lo que sus gustos recién estarían comenzando a influir en la producción.  Para la enóloga Rosario Palma, de viña Causiño Macul la nueva generación de consumidores está mucho más abierta a probar cosas nuevas e ir saliéndose de la tradicional lógica “tintos para hombres y blancos para mujeres”, por lo que cree más en la elaboración pensada para distintas ocasiones que para un público específico.

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