El Instituto de Salud Pública (ISP) dispuso el primer medicamento con certificación de bioequivalencia. El listado, según María Teresa Valenzuela, directora del instituto, debería llegar a 27, aunque según cifras del propio ISP existe un total de 70 fármacos actualmente certificados.
Cabe recordar que esta medida se enmarca en el fraude cometido por Farmacias Ahumada, Cruz Verde y SalcoBrand, donde según estudios del propio Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), sólo se vende el 23% de los medicamentos bioequivalentes, por lo que el precio de la marca supera hasta en un 2.000% por ciento a los genéricos.
Stefan Larenas, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), manifestó que la medida anunciada por el Gobierno es positiva para las personas y aporta a la discusión, en tanto sea la primera acción en materia de medicamentos y transparencia.
Larenas aclaró que de no existir una regulación y fiscalización del mercado farmacéutico, las medidas como esta son hechos aislados.
El presidente de Odecu planteó además que es necesario romper la integración vertical, estrategia que agrupa tanto la cadena distribuidora como al laboratorio generador de los productos: “Esta es una de las medidas para romper el monopolio de las farmacias. Una cosa es la colusión y la multa que esperamos que ratifique la Corte Suprema y otra cosa son las medidas que tienen que ir encaminadas a romper un mercado en que soy dueño de la farmacia y además del laboratorio. Hay varios mecanismos: uno es la ampliación de los puntos de venta, quebrar la integración vertical -en este caso no puedo ser dueño de laboratorio y además de distribuidor- y además la generación de más productos bioequivalentes necesariamente va a traer una tendencia a bajar el precio”, dijo.
El presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, Luis Lindermeyer, criticó el sustento de la medida implantada por el ISP y la forma del ministro Jaime Mañalich al comunicarla al país.
Según Lindermeyer, “se ha farandulizado con los medicamentos y se ha entregado demasiada información errática”.
“Se ha hecho de manera poco seria. En este momento, ni los médicos ni los farmacéuticos saben qué tienen que hacer. Se ha comunicado mucho, pero además se ha dado poco soporte de resoluciones por parte del ISP. El ministro habla de que se está tratando de impulsar una política de sustitución del genérico, pero en todo el mundo se conocen tanto los genéricos como los genéricos de marca. El ministro de Salud solo habla de genéricos, la comunicación no ha sido muy clara”, explicó.
Luis Lindermeyer añadió que con la Ley de Medicamentos habría que reformular el Código Sanitario y en eso “hay que ser cuidadoso”.
Señaló además que al momento de hablar de “fármacos bioequivalentes”, se debe entregar información completa y clara: “Hay tres tipos de medicamentos. Están las marcas, los originales. Una vez que vencen las patentes de esa invención, el mercado farmacéutico puede reaccionar de dos modos: sacando el medicamento con una nueva marca a un menor precio, a esos medicamentos se les conoce como similares; o sacando el genérico propiamente tal. La OMS reconoce avanzar hacia la generización del mercado como la introducción de ambos medicamentos. Entonces cuando se habla de que pretende tener genéricos bioequivalentes se habla de ambos medicamentos y acá el ministerio ha tratado de impulsar esto al genérico propiamente tal”, indicó.
Luis Lindermeyer aclaró que no todos los fármacos tienen genéricos y no todas las dosis se encuentran en medicamentos genéricos, y manifestó que existen muy pocas asociaciones de medicamentos genéricos.