Estados Unidos paralizó el ingreso de salmón chileno –producido en el sur de nuestro país por la empresa noruega Marine Harvest- por la presencia de una sustancia tóxica, lo que causó que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) dispusiera una investigación para conocer los alcances de la situación
La sustancia prohibida en Estados Unidos es conocida como “cristal violeta”, un compuesto usado tradicionalmente en la industrial textil para teñir en tonalidades del color púrpura y también para dar tonos de violeta oscuro, y que en el caso de la industria chilena del salmón se utilizaría, en combinación con otros compuestos, para dar el color que caracteriza al salmón que se vende en el país.
El director nacional de Sernapesca, Juan Ansoleaga, dijo que “se están solicitando todos los antecedentes del caso a la oficina de la ‘Food and Drugs Administration’ (conocida por la sigla FDA, que equivale al Servicio Agrícola y Ganadero de Chile), pues de momento, según el funcionario, no existe una notificación oficial por parte de la autoridad ambiental de Estados Unidos.
La paralización de las importaciones de salmón, reactivó las denuncias realizadas por expertos acuícolas y por estudios encargados por el Proyecto Parque Pumalín, que en la región de Los Lagos comparte 300 kilómetros con el borde costero usado para concesiones salmonícolas. El director del Parque Pumalín, Hernán Mládinic, dice que “esta decisión de Estados Unidos refuta el argumento falso de que la industria del salmón se regiría por estándares internacionales”.
“Se conoció una noticia en Francia, que las mismas autoridades noruegas habían puesto restricciones al consumo, eso demuestra que estamos lejos de los famosos estándares internacionales que informa la industria salmonera chilena. No hay un control ni un monitoreo importante de lo que ocurre en cada centro, en la mayoría de los casos son informes que emiten las propias empresas por lo tanto la fiscalización es mínima”, señaló.
El Proyecto Parque Pumalín realiza anualmente el estudio titulado como “Estado sanitario de la industria del salmón en Chile”, que en su versión más reciente comprobó, sobre la base de información oficial, que los salmones de Chile tienen enfermedades como el Síndrome Rickettsial y el “piojo del salmón”, y que las costras que provocan estas plagas en los peces son retiradas para que los filetes se vean limpios. El estudio también comprobó dosis de antibióticos que superan en 36 mil veces el estándar internacional. Estas denuncias fueron rechazadas por SalmonChile, que agrupa a 54 empresas acuícolas.
Por de pronto, el Sernapesca está recabando información en la empresa Marine Harvest, a quien le solicitó el máximo de colaboración en la entrega de información.
Importa decir que el salmón es el cuarto producto de exportación de Chile, después del cobre, la celulosa y la fruta de mesa.