Las dudas que genera el proyecto que reformaría el binominal

La reforma constitucional para modificar el sistema avanza en el Parlamento, mientras se trabaja en otra iniciativa con los detalles del nuevo régimen electoral. Sin embargo, especialistas consideran que la propuesta "es un maquillaje cosmético” que no se hace cargo de los problemas actuales.

La reforma constitucional para modificar el sistema avanza en el Parlamento, mientras se trabaja en otra iniciativa con los detalles del nuevo régimen electoral. Sin embargo, especialistas consideran que la propuesta "es un maquillaje cosmético” que no se hace cargo de los problemas actuales.

El próximo martes 1 de octubre, la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados analizaría la reforma constitucional que ya se aprobó en el Senado y que permitiría modificar el sistema electoral binominal.

Si es despachada por la comisión de Constitución, la reforma que permitiría modificar el binominal deberá ser vista luego por la sala, donde requiere el respaldo de tres quintos de los parlamentarios -72 votos a favor-  para ser aprobada.

La reforma se generó luego del acuerdo alcanzado entre RN y la DC, partidos donde se trabaja en un segundo proyecto, que sería presentado inmediatamente si es que la modificación es autorizada por la Cámara.

Esta iniciativa contiene los detalles del nuevo sistema electoral y contempla varios cambios. Por ejemplo, los senadores aumentarían a 44 y los diputados a 134, mientras que las circunscripciones senatoriales se reducirían a 16 y los distritos a 30, por la fusión de algunos de ellos.

Además, se propone que los candidatos por cada pacto aumenten de a dos. Así, mientras hoy puede haber dos postulantes por lista para dos escaños, el nuevo sistema tendría cuatro candidatos por coalición. Asimismo, las zonas que escojan cuatro parlamentarios tendrían seis candidatos y en las que tengan seis, habría ocho candidatos por pacto.

El diputado RN Cristián Monckeberg, presidente de la comisión de Constitución, consideró que el escenario es favorable para ambos proyectos: “Las discusiones sobre sistemas electorales siempre son complicadas, así que hay que llegar a un acuerdo. Es un buen proyecto, pero tiene algunos puntos que se han planteado en la Cámara de Diputados, como por ejemplo, la mayor representación que va a tener la región Metropolitana. Eso se da porque se le quiere dar más proporcionalidad al sistema, vale decir, donde vive más gente hay mayor representación. Entonces hay que buscar algunos acomodos, quizás dotando de mayor representación a las regiones de Valparaíso y Biobío, para generar un grado de nivelación de fuerzas políticas en las diferentes regiones. Pero se ha hecho un esfuerzo importante y hay un consenso bastante amplio -no unánime- en llegar a una modificación al sistema actual”, explicó.

Sin embargo, especialistas de distintos sectores plantearon sus reparos a la propuesta. Así lo hizo, por ejemplo, Eugenio Guzmán, consejero de Libertad y Desarrollo y decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Desarrollo.

Aunque el especialista admitió que el actual sistema enfrenta una crisis de legitimidad, manifestó sus reparos hacia la proposición: “Hoy nos enfrentamos a un tema más político, que es la legitimidad, pero dado eso, hagamos bien la reforma. ¿Acaso el proyecto dice que se va a corregir cada diez años, como ocurre en cualquier país civilizado, el número de parlamentarios por distrito de acuerdo a los cambios de población? Que yo sepa, no lo dice. Entonces si un proyecto no considera ese tipo de cosas, está mal hecho”, afirmó.

“Dada la discusión y la coyuntura actual, probablemente hay que discutirlo, pero hagámoslo bien. Es como decir que nos vamos a cambiar de casa, pero no nos vamos a cambiar a una casa peor”, agregó.

Por su parte, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Francisca Quiroga, sostuvo que el proyecto es un “maquillaje cosmético” que aumenta la proporcionalidad y competencia, pero “mantiene las lógicas del binominal”.

“Habrá mayor cantidad de candidatos por pacto, que es el gran tema que quiere resolver esta propuesta, pero no hacerse cargo de la apertura del sistema a nuevas ofertas de partidos, movimientos y actores sociales, que con esta propuesta no estarían teniendo oportunidad de ser incluidos a menos que negocien con los pactos”, indicó.

De acuerdo a la experta, la reforma propone un sistema que “sigue siendo bastante protegido desde el punto de vista de la apertura a nuevos actores y la renovación de nuevas fuerzas políticas en el Parlamento”.





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