Los manifestantes, a menudo con cascos de moto o de construcción, se encuentran este jueves en la calle Grouchevski, y lanzan esporádicamente piedras y cócteles molotov. Del otro lado de una barricada de llantas están las fuerzas del orden. La temperatura desde esta madrugada es de -10°C. En ocasiones se escuchan estallidos, al parecer disparos lanzados por las fuerzas del orden, ya sea granadas o gases lacrimógenos.
Violentos enfrentamientos se han registrado desde el domingo entre manifestantes y policías antidisturbios causando cinco muertos y unos 300 heridos, después de que la policía antidisturbios lanzara dos asaltos contra los opositores concentrados en el centro de la capital. La protesta iniciada hace dos meses se ha transformado en una especie de guerrilla urbana en el centro de Kiev.
Los opositores se activaban para reforzar con sacos de nieve fresca las barricadas que protegen la plaza de la Independencia. A unos cientos de metros, seguían enfrentándose manifestantes y fuerza pública en la calle Gruchevski, escenario de violentos choques desde el domingo. Los opositores arrojaban botellas incendiarias a las fuerzas antidisturbios dispuestas en filas tupidas.
La Unión europea reaccionó rápidamente ante los eventos y advirtió sobre “posibles consecuencias” en sus relaciones con Ucrania, y Washington anunció las primeras sanciones. “Por ahora hemos contabilizado cinco muertos. Unas 300 personas resultaron heridas”, declaró Oleg Musiy, coordinador del centro médico improvisado de los opositores ucranianos, a la radio favorable a la oposición Hromadske. Según el portal de internet Ukrainska Pravda, cuatro de los cinco muertos tenían heridas de balas.