La subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, dio a conocer al equipo de trabajo integrado por 14 profesionales que estará a cargo de la revisión del sistema de evaluación de aprendizajes vigente.

Esto en el marco de reiterados cuestionamientos al sistema, evidenciados en la campaña informativa Alto Al Simce, que agrupó a académicos y organizaciones sociales en contra de la prueba.

Además, este año el Consejo de la Agencia de la Calidad entregó al Ministerio una propuesta que replantea la frecuencia de pruebas y propone cambios en “la mirada” de la evaluación, haciendo énfasis en el uso pedagógico de ésta.

Valentina Quiroga reconoció la crisis, y los vicios que se han generado en la aplicación del Simce, como por ejemplo, cuando algunos establecimientos priorizan en los resultados que entrega la prueba. “Hoy día observamos que hay un sistema educativo corriendo detrás de un sistema de evaluaciones”, explicó.

Según la autoridad el objetivo del ministerio es dar vuelta la mirada a través de “un sistema de mediciones al servicio de los aprendizajes (…) a través del cual vamos a poder garantizarle a todas las familias calidad en todos los establecimientos independiente de la dependencia, del nivel socioeconómico y de otras características propias de los territorios”.

Expertos coinciden en que se generaron distorsiones cuando se comenzó a revelar el resultado por establecimiento de la prueba, y cabe recordar que la idea en esa línea, del ex ministro de Educación Joaquín Lavín, durante el Gobierno de Sebastián Piñera, de estratificar y publicar a los establecimientos por resultado, provocó una ola de críticas.

Ante esto, quien será la presidenta del grupo Lorena Meckes, investigadora del centro de estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la UC (Ceppe), señaló que parte del trabajo tiene que ver con las prioridades de uso de esta herramienta.

La aplicación errónea de los instrumentos “es uno de los temores más grandes que existe, que se pierda el foco y que sucedan consecuencias que no estaban planeadas o que no son deseadas, como quitarle tiempo a otras asignaturas que también tienen su espacio en la formación integral de un niño”.

“Parte de lo que va a realizar precisamente la comisión es cómo evitar ese tipo de consecuencias no deseadas”, enfatizó.

Las autoridades han señalado que esperan que se trate de una comisión que haga una reflexión sobre cómo opera el Simce en medio del sistema de aseguramiento de la calidad, cuáles son sus propósitos y de qué manera lo apoya.

Para esto, además, esperan considerar el trabajo conjunto con asesores internacionales, decanos, profesores, directores, premios nacionales, autoridades, el movimiento Alto al Simce, organizaciones gremiales y estudiantiles.

La discutida prueba ha contado con llamados a funa por parte de estudiantes, marchas y un sinnúmero de columnas de opinión en su contra, mientras que el llamado de los expertos y activistas ha sido de reformular la concepción de la evaluación de la educación, más allá de mejorar una prueba o cambiar algún mecanismo de su aplicación.

El vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, Tomás Leighton, aseguró que esperan ser llamados a participar de la iniciativa, agregando que se debe dejar este tipo de mediciones, que a su juicio segregan y funciona como “un censo del poder adquisitivo de las familias”.

Según el dirigente un sistema nuevo debería apuntar realmente a revisar los aspectos a mejorar de la educación pública y de la sociedad en general