Escucha la entrevista completa a Martín Farías en el programa Radiópolis
252 piezas musicales utilizadas en 60 espectáculos teatrales entre 1956 y 2012. Esos son los números actuales que luce el sitio Música Teatral, disponible desde hace un par de semanas con cada una de esas composiciones para escuchar en línea, biografías y fotografías.
El proyecto es la consecuencia lógica de la investigación que el musicólogo Martín Farías ha desarrollado desde 2007, y que ya generó la publicación de dos libros dedicados a la música que se ha utilizado en el teatro: Encantadores de Serpientes: Músicos de teatro en Chile 1988-2011 y Reconstruyendo el sonido de la escena: Músicos de teatro en Chile 1947-1987.
El sitio pretende combatir las múltiples dificultades que hoy existen para encontrar música utilizada en teatro. Esto, porque algunas grabaciones tuvieron solo una edición comercial, mientras muchas de las composiciones no han sido publicadas o solo existen registros tomados de las mismas puestas en escena.
De este modo, fue necesario recopilar discos de vinilo, cintas, cassettes, discos compactos y registros digitales, muchos de los cuales fueron cedidos por sus propios autores, las únicas personas que los conservaban. Así lo hicieron Nelson Rojas y Jorge Martínez del Teatro del Silencio, por ejemplo, que colaboraron con grabaciones obtenidas de una mesa de sonido durante una gira por Alemania en 1997. “El teatro ocurre en el presente y no se vuelve a repetir. Estos son como pequeños vestigios que, si no los encontramos en este sitio, no los encontramos en ninguna parte hoy día. Hay muchas grabaciones que no tienen la mejor calidad, pero tienen un valor histórico”, dice Martín Farías.
Así ocurre también con un registro del Oratorio 1850, montaje de Jaime Silva que tuvo música de Luis Advis, la cual fue registrada en 1974 en Valdivia. “Se hizo en forma casera, con una grabadora sobre el escenario, y es el único registro de ese espectáculo. Uno tiene las fotos y el programa, pero escuchar esa grabación da una idea mucho más profunda de lo que fue ese montaje. Más allá de la calidad, pesa el valor histórico que tiene”, agrega.
Música Teatral permite escuchar composiciones utilizadas en obras de distintas épocas y géneros. Se puede hallar la de una obra reciente como Cautiverio felis (sic), de Tryo Teatro Banda, por ejemplo, y retroceder en el tiempo hasta el Degenéresis, montaje estrenado en 1970 en el Teatro Antonio Varas y que reúne a músicos de distintos orígenes: Jorge Rebel, asociado a la Nueva Ola; Los Beat 4, pioneros del rock chileno; y Sergio Ortega, autor de “El pueblo unido” y “Venceremos”, entre otros himnos de peso político.
“Hay música en los más diversos formatos –señala Martín Farías. Desde composiciones para guitarra sola y piezas que Gustavo Becerra compuso en 1957 para el Teatro Experimental hasta cosas más nuevas, como La Patriótico Interesante, que es rock puro y duro, con guitarra y batería. Entre medio, está toda la gama que se puede encontrar: canciones, piezas instrumentales, de todo”.
“Por ejemplo -continúa- hay música atonal de Celso Garrido Lecca para una obra que se llamaba Un caso interesante. Es una joya, porque eso ocurre antes de las primeras composiciones atonales de él mismo, entonces experimentó en el teatro algo que luego plasmó en su Sinfonía No. 1”.
De esta manera, el musicólogo concluye que “no solo es un material interesante para el teatro chileno -ya es bastante valioso por ese lado- sino que también nos da cuenta de la actividad musical chilena de los últimos 50 ó 60 años. Lo mismo pasa con Sergio Ortega o Luis Advis, da una perspectiva más amplia de lo que habitualmente asociamos a esos compositores”.