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Año XVI, 29 de marzo de 2024


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Colegio de Matronas: “La violencia obstétrica existe, pero la ejerce el Estado”

La violencia obstétrica es un tema denunciado por cientos de mujeres. El Colegio de Matronas defiende su posición y si bien reconoce que estas prácticas existen, asegura que son por responsabilidad del Estado. La falta de recursos y la invisibilización de temas como el parto, son los responsables.

Paula Campos

  Domingo 12 de octubre 2014 9:22 hrs. 
violencia obstétrica

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Anita Román, presidenta del Colegio Matronas defiende al gremio en el rol que se le imputa en la violencia que las mujeres sufren durante el parto. En respuesta al reportaje del Diario Electrónico de la Universidad de Chile, la líder gremial reconoció la existencia de este tipo de violencia, pero responsabilizó al Estado de Chile por mantener la concepción de la maternidad como el pariente pobre de la salud.

“Tengo que decir que comparto el diagnóstico de que existe violencia obstétrica, eso lo compartimos todas las matronas del país. Acá hay una violencia obstétrica institucionalizada que se aumenta en el tiempo. Cuando la política de salud pos reforma es una atención más humanizada, más participativa desde la comunidad, lamentablemente visualizamos que en esta nueva mirada sanitaria la maternidad sigue teniendo e mismo sitial de toda la vida: el pariente pobre de la salud.

Históricamente hemos recibido el clamor de las matronas de asistir mejor. Vengo de la época donde teníamos cincuenta o sesenta nacimientos al día, era un paridero donde no teníamos siquiera sábanas para las camas. Con platas de nuestros bolsillos tratamos de hacer más amables la forma de hacer la maternidad, pero estamos y estábamos sobrepasadas. No es fácil hacer turnos desde las cinco de la mañana, sin sentarse, sin tomarse un café o sin poder aliviar el dolor de la mujer porque no hay anestesistas, eso lo hemos vivido siempre las matronas. Me parece injusto que se diga que nosotras somos las culpables de la violencia obstétrica, cuando el gran culpable es el Estado de Chile.

Siendo Chile un país que ha invertido mucho dinero en que no se mueran las madres, no se ha invertido para que las madres tengan un proceso más participativo en el parto. En esta situación, hemos sido las matronas las encargadas de humanizar el parto frente a un sinfín de situaciones. Mientras nosotras tratamos de hacer lo que podemos en el servicio público hay un grupo llamado como “humanización del parto” donde lucran con los nacimientos y cobran un millón por cesárea. Hay que poner una luz roja, hay que pensar y definir qué es la maternidad para Chile. El Ministerio debe cumplir con lo dictado en programas como el Chile Crece Contigo o desde la propia guía de humanización del parto del el Minsal para empoderar en este proceso de la humanización real del parto.

Anita Román, presidenta Colegio de Matronas.

Anita Román, presidenta Colegio de Matronas.

Me parece peligrosa la infiltración de personas que no tienen idea lo que significa el proceso del parto. Las matronas nos formamos con 5 mil 400 horas, ¿tú crees que una persona que a penas a estudiado y leído unos libros va a saber lo que es el proceso del trabajo del parto? Nosotros nos ponemos a disposición para hablar de maternidad en serio y sacar el lucro de la maternidad, donde en ocasiones el cuarenta por ciento de los ingresos hospitalarios corresponden a ganancias en esta área. Por qué lucrar con un proceso que tiene que tener el respeto por los tiempos que ellos involucra.

En esa lógica, si alguna comunidad siente que fue violentada yo le pido que le dé una mirada a la situación que vivió ella. Nueve mujeres con dos matronas, no es posible que hoy se diga que la violencia viene solo de la matronería, porque viene desde el Estado que no respeta los derechos de las mujeres ni en el embarazo, tampoco en el parto y menos en los procesos de aborto”.

¿Hay alguna conversación, avance o intención desde el Estado por mejorar estas condiciones para las mujeres madres y para los matrones?

En estos hospitales nuevos que se han inaugurado están con salas integrales de atención del parto, pero no tienen normatización de los dos tipos de sala que deben existir. Es necesario aclarar que la humanización total del parto está solo pensada para aquellas mujeres que no tienen patologías agregadas, pero la mujer que tiene otra patología debe tener una vigilancia mayor del equipo médico. En Chile, hoy, solo tenemos un treinta o cuarenta por ciento de mujeres sanas, sin patologías agregadas.

Se dan los primeros pasos, pero pedimos que eso sea para todo el país. En regiones es diferente. Estuve en la maternidad del hospital de La Serena y les pido disculpas a las mujeres que ahí se atienden. No puede ser que tenga una sala de preparto separada por cortinas de baño; una mesa de preparto digna de un museo. Por qué esa región no tiene los recursos disponibles para mejorar los procesos de maternidad, eso es algo que debe visualizar el Ministerio y ver dónde se reinvierten los dineros. No puede ser que dejen tres matronas en turno para todas las acciones de una maternidad, mientras una está en una sala de atención integral de postparto hay que dejar sola a la que está en proceso de parto. Eso es lo que ocurre hoy en el sistema público, no hay matronas para asistir los partos.

Campaña fundación Las Casildas, Argentina.

Campaña fundación Las Casildas, Argentina.

¿Con la forma en que Chile concibe el parto, se puede hablar de una forma de violencia de género?

Si lo miras desde lo económico, yo creo que desde el Banco Mundial hacia abajo los temas de género son violentos. Yo espero que en algún minuto la presidenta de la CUT llame al Colegio de Matronas y converse sobre cómo se violentan los códigos laborales en esta profesión y con las mujeres del país.

De la misma forma espero que, después de reiteradas insistencias, el ministro Eyzaguirre nos escuche, que escuche las falencias que tenemos en nuestra formación, pero no nos contesta ni los correos. Seguramente lo que menos interesa en esta Reforma Educacional es cómo vamos a cambiar la violencia de género que se da en todo nivel, no solo en la maternidad, pero también aquí, porque la maternidad sigue siendo un problema de mujeres, es molestia para los empresarios, para los empleadores, menos para nosotras que somos las violentadas.

Yo comparto que hoy sigue la violencia, que hay mucha maravilla en el papel, pero que en la realidad llegó el momento que tanto en la Reforma Educacional como Laboral hay que hacer cambios.

¿Cuán disponibles están las matronas a sentarse en una mesa con la sociedad civil para escuchar aquellas demandas que se emanan desde las mujeres en el proceso del parto y ayudar en la mejora de estas condiciones?

Estamos dispuestas a ver cómo avanzamos en conjunto. Lo que sí nos preocupa desde esta sociedad civil son los grupos infiltrados que lo único que hacen es lucrar personalmente con el déficit que tiene el sistema de parto en Chile. Me refiero a las doulas, mujeres que hacen un par de cursos para acompañar a la mujer en el parto desde la casa, pero no tienen conocimientos y sienten que solo con la compañía es necesario.

Nosotras, como matronas, planteamos que eso es súper efectivo en equidad, porque si eso va a ser posible al interior de las poblaciones estamos dispuestas, pero si va a ser solo para aquellos que puedan pagar un millón de pesos en este proceso estamos en presencia de lucro en la maternidad.

Cesáreas: “No hay que satanizar el proceso”

Campaña fundación Las Casildas, Argentina.

Campaña fundación Las Casildas, Argentina.

¿Existe un abuso de las cesáreas en el país?, considerando las cifras que nos ponen por sobre el promedio mundial de partos inducidos.

Yo he escuchado a ambos grupos de la sociedad civil. Hay un grupo grande de mujeres que no quieren cesáreas, pero hay otro que si lo quiere o lo necesita por su condición médica. No hay que satanizar el proceso, cuando es necesaria es perfecto. Cuando una mujer quiere una cesárea quiere una, por qué le voy a decir que no. Si el punto es que cuando una mujer quiera y pueda tener un parto natural yo tengo que jugármela para llegar a lo que ella me pide, pero no le puedo hacer sentir a la mujer que no quiere un parto natural que es menos madre que la otra. Este tema lo tenemos que conversar como sociedad y dejar establecido como derecho que la mujer pueda decidir el tipo de parto que quiere tener.

Ahora, yo desde el otro lado, puedo asegurar que los números de cesáreas no bajarían considerablemente, porque hay muchas mujeres que quieren cesáreas. Hace falta una conversación en este tema. En este proceso, la intervención que hay que hacer es previa al embarazo para que se sepa qué significa este proceso y lo que significa el parto. SI la mujer quiere y puede tener un parto normal ella tiene que llegar consciente a ese momento y, si a pesar de tener todas las cartas sobre la mesa, sigue prefiriendo una cesárea, no puedo hacerla sentir mal. Cuando se respete el derecho a decidir, recién ahí podemos decir dónde hay más o menos cesáreas y así ver qué pasa en el sistema privado de salud, donde hay cerca de un ochenta por ciento de cesáreas, ¿están eligiendo las mujeres o el equipo médico?, esa es la pregunta, pero recién estamos empezando a hablar del respeto a la maternidad.

Maltrato Psicológico: “Esta práctica va en retirada”

¿Cómo asumen como Colegio de Matronas las denuncias de mujeres que hablan de violencia psicológica en el momento del parto?

Yo leí con detención el reportaje que prepararon y me alegré porque los casos mencionados son de quince, dieciocho años atrás, hoy el maltrato psicológico va en retirada.

Ninguna matrona puede negar que antes ocurría. El equipo de salud era un dios, no se les podía decir nada, las mujeres no podían hablar. Hoy eso no ocurre, hay un cambio.

Me gustaría que hoy existiera un nuevo estudio que diera cuenta de los cambios. Las propias matronas hemos ejercido un rol fiscalizador del buen trato. Para nosotras fue una gran lucha entrar el hombre al parto, gracias al trabajo sistemático de las matronas hoy hay una integración y respeto hacia el padre en el proceso. Cuando esto ocurrió, hace veinticinco años los hombres no podían entrar, hoy son parte del proceso. Se logra instalar un proceso humanizado. Hoy hay un cambio respecto del cambio. Nosotros hemos sido fiscalizadoras de este cambio.

 

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Algunas mujeres acusan de ser víctimas de violencia psicológica durante el parto.

 

 

En Argentina, la Fundación Las Casildas inició una campaña contra la violencia obstétrica.

En Argentina, la Fundación Las Casildas inició una campaña contra la violencia obstétrica.

¿Qué pasa en sectores menos urbanos, se ha logrado esta humanización y la retirada del maltrato?

Yo he tenido la oportunidad de estar en casi todas las maternidades de esta país y las matronas han sido muy cautelosas de este cambio. Las mismas escuelas de obstetricia han puesto este cambio en el proceso de formación. Es un cambio lento, cuesta, estamos viviendo una línea de matronería con diferencias etarias importantes, de matronas que tienen sesenta años a otras con veinticinco, veintisiete, el conocimiento es diferente, pero el proceso se ha asumido en ambas partes.

Hay un cambio que me gustaría que vieran las antropólogas y fueran testigos de cómo todos los profesionales involucrados hemos tomado este proceso de la reforma sanitaria. Yo doy fe que esas cosas ya no ocurren y que en los lugares donde aun pasa, el maltrato está en retirada.

Parto vertical como alternativa a la medicalización del nacimiento

¿Qué pasa con la posibilidad del parto vertical?, ¿se trabaja en avanzar hacia allá, qué piensan como Colegio de esto?

Esto lo hemos trabajo. Hoy algunas maternidades han logrado hacer el cambio de infraestructura, pero este cambio no lo puede hacer ni la sociedad civil ni las matronas. Tiene que haber una voluntad política que permita cambiar la forma de asistir el parto y poner dineros en ello.

Hay hospitales que tienen camas verticales, pero no han preparado el personal. Donde se preparan la gente, se ha hecho de manera local, pero no a nivel de política pública que es como debe ser. Las camas de parto vertical existen y ya hay algunas en el servicio público. Obviamente este proceso, esta decisión se puede respetar en la medida que todo el equipo esté preparado y eso es lo que hay que seguir avanzando. Hay un modelo muy bonito que se está trabajando de a poco acá en Santiago.

PARTO VERTICAL

 

Maniobra de Kristeller: “Esta prohibida, si ocurre se debe denunciar”

Es una maniobra proscrita, no debe usarse, está prohibida, se debe denunciar. La maniobra Kristeller es una de las más peligrosas que existen. El que a una mujer se le empuje su guagua para que salga es una forma de evitar que la guagua se siga dañando, pero eso se debe usar en instancias muy determinada, no puede ser mal usada, y como no hay certeza de eso está prohibida, a quien le pase lo debe denunciar.

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Imagenes de campaña para prohíbir el uso de la maniobra.

Uso de Fórceps

Otra de las denuncias de violencia es el abuso de instrumentos como los fórceps, ¿qué opina de ello?

Bueno cuando la cabeza de una guagua que ya pasó todos los canales que hacen posible una cesárea y no puede nacer, se hace necesario usarlos. Si no se interviene, la guagua se puede morir. En esa línea el fórceps también tiene que ser aplicado por un medico experto, como un obstetra, y en los tiempos que se establecen en los protocolos, tampoco hay que satanizarlo, porque es una actividad que más allá de ser dura y fea salva bebés.

Lactancia y la responsabilidad de las matronas en su enseñanza

¿Qué pasa con la dedicación que se da en la lactancia?, ¿Se ocupan las matronas correctamente de este proceso y enseñan a las madres, porque muchas denuncian que no pudieron amamantar porque no fueron correctamente asistidas?

La eyección de leche tiene un estimulo especifico y va a bajar si la guagua succiona, no tiene nada que ver con el tipo de parto. Lo que ocurre es que las hormonas en el proceso del parto preparan de mejor forma la glándula, pero si a una cesarizada le pongo el bebé al pecho, ella va a tener leche. En ese proceso nosotras estamos pidiendo que se cumpla con el apego descrito en la cartera, es un proceso que reconozco estamos tratando de instalar en todas las maternidades del país, estamos en eso, estamos en el cambio.

Otra de las denuncias es la falta de apoyo en la lactancia.

Otra de las denuncias es la falta de apoyo en la lactancia.

Reconozco que la falta de matronas es grave, más o menos mil matronas hacen falta. Las pocas que hay hacen lo posible para que se cumpla. Eso lo ves en las estadísticas, el noventa por ciento de los bebés que salen de los servicios de salud salen amamantándose, está en el protocolo, todas las madres reciben ayuda en el tema, pero no se alcanza a hacer paciente a paciente, sino que se juntan en una salita y les enseña, porque en un hospital  con un promedio de veinte partos como el San José debería existir una matrona solo para lactancia y no hay personal para ello. La educación sobre la lactancia en el servicio público es donde más se cumple.

El problema es después del segundo y tercer mes, eso no tiene que ver con las matronas sino en cómo mantengo este proceso en el tiempo, por qué a los noventa días dejamos de lactar y ahí está el tema que no todas las mujeres tienen el derecho al prenatal, eso tiene que ver con los derechos laborales de las mujeres y la precarización del empleo femenino.

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