En conversación con Radio Universidad de Chile, Ernesto Velasco, líder de los radicales, profundizó sobre los vínculos que están generando junto a la Democracia Cristiana, que se especuló podrían desembocar en un sub pacto electoral, sin embargo Velasco desmintió esta posibilidad y sólo la calificó como un diálogo político.
¿Cuáles son los objetivos de este acercamiento con la DC?
Con la Democracia Cristiana lo que hemos tenido es un diálogo político, con un cierto marco golbal, que apunta a fortalecer a la Nueva Mayoría. De parte del radicalismo hay un compromiso absoluto hacia la proyección de esta para un próximo período, y para el éxito del gobierno de Michelle Bachelet. Y es en ese marco que hemos dialogado con la DC, en donde ellos nos han planteado algunas reflexiones a futuro, pero siempre en un marco de apoyo clarísimo al gobierno de Bachelet.
¿Qué estrategia se ha planteado el PRSD para su participación al interior de la Nueva Mayoría?
Nosotros tenemos una definición que emana de nuestro Consejo General, que dice que somos un partido de gobierno, estamos muy cómodos en la Nueva Mayoría y esperamos que procese bien sus diferencias y sus controversias, y sea capaz de proyectarse a un nuevo período presidencial. Esa es la estrategia del radicalismo.
Ustedes hablaron, junto a la DC, de representar a un centro político que está huérfano en estos momentos
Ese es un punto que planteó la DC al definirse como un partido social-cristiano de centro, mientras que nosotros nos definimos como un partido de centro-izquierda, laico, de hecho nuestra declaración de principios dice que somos un partido de carácter socialista, laico y democrático. Y somos un partido que cree en las reformas, la gradualidad de los cambios, y creemos que en la centro-izquierda chilena hay un espacio importante para plantear ciertos temas que están en la palestra en estos días, y creemos que eso hay que llenarlo con una perspectiva social-demócrata como la nuestra, que apunta a tener un estado fuerte, musculoso, con un rol social muy nítido en temas como salud, educación y también mercado que sea capaz de asignar recursos pero con una regulación muy rigurosa para que efectivamente haya una defensa del consumidor. Eso es parte de nuestros principios y de lo que queremos representar.
¿Qué opinión le merece las disputas internas que han surgido entre partidos aliados en la Nueva Mayoría?
Yo creo que una coalición de gobierno tiene que primar el respeto, la tolerancia al que opina distinto, y establecer los puntos en común que tenemos y que nos permiten gobernar. En lo personal, y como partido lo hemos dicho, es malo el bipolarismo, los que quieren cambiar el mundo en su problema. La Nueva Mayoría es plural, representa desde la DC al Partido Comunista, un amplio espectro de fuerzas políticas, fuerzas que antes no convergían pero que ahora sí lo hacen para apoyar a la presidenta Bachelet. Nosotros creemos que hay que mirar al futuro, y los problemas se solucionan implementando una hoja de ruta, que plantee las reformas qué se harán y cuándo, bajo qué contenidos y establecer los puntos de acuerdo que tenemos, y de eso se trata el arte de hacer política, sobre todo considerando lo ambicioso del programa de gobierno de Bachelet, que requiere orden y coordinación de las fuerzas políticas, por eso creemos que en eso hay que centrarse, y honrar la palabra que se empeñó durante la campaña.
¿Qué opinión le merece la reforma educacional que está llevando adelante el gobierno?
La educación está en nuestro ADN, hay una vieja frase de 1938, de Pedro Aguirre Cerda, que dice “gobernar es educar”. Nosotros compartimos los objetivos y planteamientos de la reforma educacional. Lo que nosotros hemos dicho es que nos hubiese gustado que se plantearan los temas que aún no hemos tocado, como es el fortalecimiento de la educación pública, el tema de la calidad de la educación y el rol del profesor. Por todo esto, nosotros creemos que es vital comenzar con la discusión del proyecto de desmunicipalización, el potenciamiento de la educación pública, “laica” le agregamos nosotros, y que junto al Colegio de Profesores y los profesores en general, poder implementar una Política Nacional Docente, que no sea sólo una reivindicación gremial, salarial, muy justa, oero que también exprese la formación, la capacitación, y también creemos que es muy justo que se resuelvan los problemas que plantea la agenda corta de negociación entre el Mineduc y el Magisterio. Dónde creemos que hace falta más diálogo: en las pedagogías, la misma gente de los colegios particulares subvencionados creemos que hay que escucharla, porque no hay que meter a todos en el mismo saco. En definitiva, escuchar más para alcanzar una educación de calidad y equitativa para nuestra sociedad.
¿Y cuáles han sido los problemas que se han presentado en la coalición de gobierno en relación al manejo de las reformas?
Nosotros lo que creemos que ha hecho falta, y lo hemos dicho con lealtad y convicción, es la conducción política, yo creo que hoy día no hay dos opiniones de que se tiene que mejorar la coordinación política del gobierno con los partidos, del gobierno con el congreso, y dar orden para cumplir un programa que es muy ambicioso, y que requiere sobre todas las cosas la gobernabilidad de la coalición, y hemos dicho que no hemos sido escuchados, todos, y hay que hacer un esfuerzo para que las cosas vayan en esa dirección.
¿Le asigna responsabilidad al ministro Rodrigo Peñailillo?
No me gusta personalizar las responsabilidades en una persona, creo que sería muy injusot, porque no es así, porque para que las cosas funcionen tenemos que todos hacer nuestro mayor esfuerzo para que las cosas caminen mejor. Y no quiero rehuir su pregunta, no creo que el ministro Peñailillo sea Og Mandino, no es Merlín. Si los partidos estamos desordenados, si en el debate público lo que hay son luchas de egos más que de contenido, en ese esquema es muy difícil avanzar si no hay voluntad de todos los actores. Y lo digo para el bien del gobierno.
¿Qué estrategia se han planteado para proyectar al partido en el futuro inmediato?
Nosotros somos un partido que, históricamente, hemos representado en Chile el mundo laico, el mundo social-demócrata que hoy tiene una franja muy importante en la sociedad chilena con sus propuestas. Estamos en un proceso de modernización de nuestras estructuras, porque todos los partidos tienen una necesidad de conectarse con la sociedad de una manera diferente, y en el marco de las ideas tenemos que ser capaces de proyectarlas al siglo XXI, y en ese sentido la gran reflexión que hacemos nosotros es qué significa ser laico, qué significa un social-demócrata en el siglo XXI, y esas son las reflexiones que se han planteado en nuestra Convención Nacional, nuestros Congreso Ideológico, en donde hemos tocado nuevas temáticas como el medioambiente, el apoyo a la regionalización como es la elección directa de los intendentes, el transporte de organismos nacionales a regionales, tributos regionales, pensar a las regiones desde una visión distinta y romper esa inercia del centralismo. Así como los de ética social y diversidad, como el aborto, el AVP, un estado laico que respete las distintas visiones. Y por cierto el crecimiento, la seguridad ciudadana, etc.
¿Cómo se plantean en el partido el problema de la renovación de los cuadros políticos?
Efectivamente, nuestra bancada de diputados y senadores no tiene personas muy jóvenes, pero tampoco tan mayores, sino que es una edad de equilibrio. Lo que nosotros tenemos que ser capaces de generar es una nueva camada de dirigentes jóvenes, pero eso es un proceso espontáneo, y estamos en ese proceso, de formación política, de abrir espacios a gente de juventud, que puedan tomar el día de mañana nuestras banderas, y eso se verá reflejado en las próximas elecciones municipales, a pesar que tenemos cuadros jóvenes participando en política municipal, pero efectivamente es nuestro desafío poder proyectar el partido hacia la juventud.
¿Y por qué no han podido llevar a cabo este proceso?
Yo creo que hemos vivido muchas querellas internas, falta de unidad, donde ha habido poca claridad sobre el verdadero lugar donde tenemos que llegar, pero hoy estamos pasando por un momento de mucha unidad, de objetivos claros hacia dónde todos queremos llegar como institución, y yo espero que ese proceso de abrir espacios de diálogos al interior del partido para que personas jóvenes puedan integrarse a la institución, por lo menos es mi desafío personal como presidente, poder abrir la cancha para que puedan surgir nuevos liderazgos.
¿Presentarán un candidato presidencial para suceder a Bachelet?
Todos los partidos políticos aspiran al poder, y en ese sentido el radicalismo es un partido de 150 años de historia, que creemos que podemos aportar al debate en la sociedad chilena. En las primarias nosotros presentamos al senador José Antonio Gómez, que planteó una serie de temas, que después fueron recogidos por el programa de Bachelet, como la misma reforma educacional. Es evidentemente, una puerta que no podemos cerrar, lo que uno espera es que haya una gran primaria de la Nueva Mayoría, y que ahí cada partido pueda llevar un candidato que represente la diversidad de la coalición que es una ventaja a mi juicio de nuestro pacto, y ahí el radicalismo tendrá a su candidato.
¿Cómo se compite contra partidos que tienen una maquinaria política mucho mayor?
Uno sólo puede luchar en el terreno de las ideas, porque en otros planos no los podemos hacer. Si uno mira a los otros partidos, que tienen una mayor presencia en otros planos, lo que nos queda es nuestra razón de ser que son las ideas, que son las que mueven el cambio y la sociedad, y lo que nosotros es estar en ese plano para plantear nuevas alternativas para lograr que Chile sea un país mucho más equitativo.