Fulvio Rossi (PS): "Los problemas de la Nueva Mayoría eran esperables"

En entrevista exclusiva para Radio Universidad de Chile, el Senador socialista, Fulvio Rossi planteó su visión sobre el proyecto de fin al lucro, el copago y la selección, las dificultades que ha tenido la Nueva Mayoría y la posición de Michelle Bachelet frente a las reformas.

En entrevista exclusiva para Radio Universidad de Chile, el Senador socialista, Fulvio Rossi planteó su visión sobre el proyecto de fin al lucro, el copago y la selección, las dificultades que ha tenido la Nueva Mayoría y la posición de Michelle Bachelet frente a las reformas.

Los últimos días han sido difíciles para la Nueva Mayoría y gran parte de los problemas no han sido respecto a la Alianza, sino más bien enfrentamientos al interior de la coalición. La semana pasada tuvo como protagonistas al senador Fulvio Rossi (PS) y al presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, enfrentados por la votación de la reforma educacional.

Sobre estos temas, el parlamentario conversó con Patricio López en Radio Universidad de Chile. A juicio de Rossi, estos momentos de tensión se podrían volver a repetir en otras discusiones importantes para el país.

Hay un consenso de la falta de orden en la Nueva Mayoría ¿Cuáles son las razones?

Es evidente que esta nueva coalición está en una fase de aprendizaje, ya sea en las relaciones que se establecen al interior o, más específicamente, en cómo se procesan las diferencias en el conglomerado. En segundo lugar, diría que es esperable que hubiese cierta tensión. Esto se debe a que las reformas que estamos llevando a cabo son estructurales y cuando se plantean cambios profundos es esperable que las diferencias surjan con más fuerza.

¿Le habrá faltado precisión al programa de Gobierno, porque pareciera que cada parlamentario o funcionario de Gobierno tiene una impresión propia de él?

Cuando uno ve el programa en educación observa siete u ocho líneas donde salen los objetivos y las ideas generales. Sin embargo, llevar los enunciados del programa al terreno legislativo no ha sido fácil. De todas formas no es solo un problema de la Nueva Mayoría. En la Reforma Laboral ya se están creando climas de incertidumbre, a pesar de que en la campaña todo el mundo deseaba avanzar en reformas laborales.

Siempre hay espacio para la divergencia, por lo que me parece normal discrepar. En un programa es imposible precisar en los detallese incluslo la verdad es que para mí era esperable. Incluso te diría algo más: el clima que se ha generado, por ejemplo, de rechazo contra la Reforma Educacional es previsible si uno analiza la historia de Chile. Cuando se ha planteado en nuestro país una reforma profunda, existe tensión y dificultad, especialmente en educación, donde surge muy fuerte el debate ideológico. Los consensos en proyectos de ley han ocurrido tiempo después de que éstos se han discutido. O sea, hoy quién pudiese dudar que en el año 1920 fuera necesario tener una ley de enseñanza obligatoria. Yo creo que alguien se podría preguntar lo que decía la derecha en esa época: ¿quién trabajaría en los campos si todos los niños van al colegio?

Esto ocurre de la misma manera si escuchabas el debate sobre el fin de la sodomía en Chile como delito, o el de los hijos naturales. Estos cambios golpean la cultura imperante. Por lo que yo nunca esperé un clima diferente.

Usted dijo que se había sentido en minoría en la Comisión de Educación del Senado, a pesar de que su coalición es mayoría. Recordemos que en la oposición están Ena Von Baer y Andrés Allamand y por la Nueva Mayoría, Jaime Quintana, Ignacio Walker y usted. En lo concreto ¿cómo se expresa en lo concreto la afirmación que hizo?

No es mi intención seguir profundizando en esas declaraciones. Ahora me quiero quedar con las cosas que nos unen por sobre las diferencias que tenemos. Lo dicho, dicho está, pero en este momento deseo abocarme a construir la mayoría necesaria para sacar esta reforma adelante porque creo que Chile la necesita.

Existe una mayoría nominal aunque no una visión común dentro de los actores…

Te voy a dar un ejemplo bien concreto. Nadie podría decir que no planteamos esto durante el programa o la campaña. Nosotros decíamos que en Chile, porque no estamos en Suiza aunque algunos piensan eso, los buenos puntajes de la PSU están en Las Condes, en Vitacura y en Providencia. Y los malos puntajes se dan en las poblaciones más pobres. Ése es nuestro país. Y lo mismo pasa en el Simce, si tú marcas con rojo los buenos resultados, están todos en el barrio alto.

En este país se selecciona por nota o por rendimiento académico, no por mérito. Pero cuando planteamos términos como la inclusión y la no discriminación, todavía hay ciertos sectores de la Democracia Cristiana que plantean que hay que seleccionar, preguntándose cómo no vamos a premiar el mérito. Entonces ahí se arma un debate que yo espero llevar al plano técnico.

Efectivamente si yo estoy en Suiza o en Alemania, cuando todos los niños tienen igualdad de partida: todos ellos van a jardín infantil, los padres tienen un buen nivel de escolaridad, tienen acceso a computador o apoyo pedagógico. Ahí se puede decir que los frutos de los estudiantes se ven reflejados en mediciones como la PSU o el Simce.

Respecto del lucro, es evidente que algunos han relativizado el problema. Algunos quizás por pragmatismo. Porque esto genera tanto rechazo que incluso se han formado campañas en contra de la reforma. Nosotros podríamos buscar una solución a la chilena, no obstante la Presidenta nos ha pedido que alcancemos una legitimidad en la ciudadanía en torno a este tema. Y no por el eslogan, sino que porque incluso expertos de derecha lo han dicho: “el lucro le hace mal a la calidad”.

Para mí lo más brutal que existe en Chile y lo que hay que cambiar definitivamente para ser un país moderno es la falta de equidad. En relación a esto, que el futuro de un niño esté determinado por su origen a mí me parece que es una situación para llorar.

Su coalición es mayoría en la Cámara de Diputados y del Senado. No obstante todos los proyectos de ley han tenido dificultades. ¿Hoy la nueva disputa es entre la Nueva Mayoría y la derecha o sucede en el interior de la Nueva Mayoría?

Claramente nuestro adversario es la derecha chilena. Cuando se ven los debates quienes defienden el poder del dinero y el poder propiamente tal, es la derecha chilena. Eso no quiere decir que no tengamos diferencias en la Nueva Mayoría. De nuestra sabiduría y nuestra capacidad de ponernos de acuerdo va a depender el éxito del Gobierno, sin renunciar a los objetivos principales que nos hemos planteado.

Yo valoro que la Presidenta no esté preocupada de las encuestas. Porque estas reformas que se están llevando a cabo en Chile, en los diferentes países, no fueron tan populares. Por eso cuando nos dicen que la Reforma va contra el sentido común, yo le respondo que claro que va contra el sentido común, si tenemos 40 años de educación de mercado.

Nosotros estamos restaurando la educación democrática que hubo en nuestro país durante más de 100 años. Lo extraño o el experimento lo hizo Pinochet cuando privatizó la Educación. Aquí no estamos refundando, sino que restaurando la educación.





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