Este martes al mediodía, el Congreso realizará su primera cuenta pública en más de 200 años de historia del Parlamento, durante la cual los presidentes de ambas cámaras, Marco Antonio Núñez por los diputados, y Patricio Walker por el Senado, rendirán cuenta de la gestión del Poder Legislativo ante el país.

No obstante que los parlamentarios de manera unánime valoran esta iniciativa de parte del legislador, hay diputados que manifiestan su disconformidad con el alcance que tiene esta práctica para el resto de los congresistas.

La diputada Karol Cariola (PC) recordó que el proyecto de ley original contemplaba que se hiciera obligatoria para cada uno de los parlamentarios la rendición de cuentas en su distrito una vez al año, sin embargo dicha moción no contó con el apoyo necesario, por lo que se decidió acotar este acto sólo a nivel institucional, razón por la que calificó como “insuficiente” esta iniciativa.

“Yo era de las partidarias de que esta cuenta pública fuese obligatoria para cada uno de los parlamentarios en sus distritos, con sus respectivos electores. Personalmente, lo hago, de hecho cada semestre hago una cuenta pública, además de cuentas públicas locales con las unidades vecinales, que las hemos transformado en parlamentos barriales, donde no solamente damos cuenta de la labor parlamentaria que estamos cumpliendo, sino que también recogemos ideas de nuestros vecinos para transformarlas en proyectos de ley, o transformarlas en proyectos de resolución, o fiscalizaciones que son el rol que nos compete como parlamentarios”, explicó.

En ese sentido, señaló que ingresará al Congreso un proyecto de ley que establezca la obligatoriedad de la rendición de cuentas para cada uno de los diputados, ya que calificó como “impresentable” que los parlamentarios no estén sujetos a este tipo de procedimientos, como sí lo está el presidente de la República, los alcaldes y otras autoridades electas por votación popular.

Quien coincidió con Karol Cariola fue el diputado Giorgio Jackson (RD), para quien la legislación debiese apuntar a que se haga extensiva la rendición de cuentas hacia cada uno de los congresistas: “Nunca uno pueda estar en contra de que se haga una cuenta y una rendición, en este caso de un poder del Estado, y de una Cámara, pero a mí me parece que adonde se debiese avanzar es a la obligación de que cada parlamentario tenga que rendir cuentas en su distrito, ante sus votantes y ante el país para contar cuáles han sido algunos de los criterios básicos: asistencia, cómo se ha votado, el trabajo distrital, cómo se han rendido los recursos. A pesar de que muchas de ellas están públicas en la página web, uno debiese promover que los parlamentarios lo hicieran en sus distritos, al menos una vez al año, a excepción del año electoral, por cierto, porque ahí puede ser considerado campaña”.

La diputada Camila Vallejo (PC) se sumó al punto de vista. Para ella es “valorable” que el Parlamento realice una cuenta pública frente a la ciudadanía, Sin embargo, dijo que es necesario que los diputados tengan instancias de interacción con sus representados, además como herramienta de educación cívica de los electores, y así poder estar al tanto de los procesos legislativos.
“Creo que debería ser un deber, y que contribuye a generar mayor educación cívica, que la ciudadanía conozca lo que hace un diputado, que pueda hacerles preguntas directamente, que pueda comprender cómo son los procesos legislativos, cuáles son las responsabilidades del parlamentario, cuáles no, eso muchas veces se desconoce cuando uno trabaja en territorios y, por lo tanto, creo que también es bueno desde el punto de vista de la educación”.

Desde la oposición, el ex diputado y actual secretario general de RN, Mario Desbordes, hizo énfasis en que así como estamentos como las policías y los municipios, también los parlamentarios deban realizar una cuenta pública frente a sus electores, y al igual que la diputada Vallejo señaló que a través de ella se puedan delimitar las labores de cada uno de los poderes del Estado, ya que a juicio de Desbordes, la ciudadanía tiende a asociar la labor de un congresista con la de un alcalde.

“También deberíamos establecer una obligación legal de que el parlamentario, más allá del acto de juntarse con cien personas, tenga que entregarle a la comunidad, igual que cuando uno hace campaña, una rendición de cuentas sobre lo que ha hecho, cuánto ha asistido, qué propuestas ha hecho, qué cosas está defendiendo, porque finalmente estamos confundiendo la labor del parlamentario con la labor del alcalde”.

Dentro del oficialismo, no obstante, hay voces que resaltan el simbolismo del mecanismo, como es el caso del diputado Sergio Espejo: “Me parece que esta cuenta institucional le da más prestancia porque nos obliga a explicitar los avances legislativos, pero también las dificultades o los avances que como corporación se están produciendo, no sólo lo que uno individualmente como parlamentario está gestionando, promoviendo o defendiendo”.