Contratistas radicalizan posiciones y exigen que Codelco se siente a conversar

La protestas de los contratistas de Codelco se extiende a lo largo del país. Las acciones, que incluyen marchas y cortes de ruta, intentan persuadir a la empresa para que se instale una mesa de diálogo que revise y actualice el Acuerdo Marco firmado en 2007.

La protestas de los contratistas de Codelco se extiende a lo largo del país. Las acciones, que incluyen marchas y cortes de ruta, intentan persuadir a la empresa para que se instale una mesa de diálogo que revise y actualice el Acuerdo Marco firmado en 2007.

Nueve días llevan los trabajadores del cobre protestando en contra de Codelco por cómo se ha llevado la negociación del Acuerdo Marco firmado en 2007. La exigencia es que se pueda establecer una mesa de diálogo con el fin de renovar, mejorar y ampliar el documento ratificado por la estatal en 2009, 2011 y 2013.

Esta mañana el conflicto se trasladó a la región de O´Higgins. Ahí, los mineros cortaron la ruta y marcharon hasta la plaza ubicada en Millán con Freire, lugar donde se concentraron durante un par de horas. José Irarrázabal, presidente de la Federación de Trabajadores Territorial del Cobre, recalcó que se encuentran “más unidos que nunca” organizados y realizando acciones permanentes, las que serían apoyados por los vecinos de la zona.

En conversación con Radioanálisis tercera edición, el presidente de los trabajadores contratistas de Codelco, Manuel Ahumada, reiteró que la movilización alcanza a todos los yacimientos nacionales. La molestia radica en la negativa de la empresa a sentarse a revisar el documento. Según indicó Ahumada, desde el 6 de julio esperan la instancia de diálogo, pero solo han recibido noticias por la prensa.

En ese sentido, avaló al movimiento e insistió en las críticas por el modo en que han sido reprimidos por la empresa y las autoridades policiales. En su opinión, el problema es que la cuprífera intenta desentenderse del problema de los trabajadores contratistas, pese a que representan el 71 por ciento de la fuerza laboral de la empresa.

Por ello, recordó que en su lucha también son apoyados los trabajadores de planta, principalmente, porque hay muchos lazos familiares que los unen. De este modo descartó todo tipo de conflicto entre las organizaciones.

Para Manuel Ahumada “la discusión por la Reforma Laboral está en plena relación con lo que pasa en Codelco. Hemos visto que se pretenden relativizar derechos fundamentales como el derecho a huelga y no querer regular las negociaciones por rama”, ejemplo de ello es la intención de desbaratar la negociación supra empresa, lo que podría afectar a más rubros.

Incluso desde el Parlamento han surgido iniciativas que promueven la idea de legislar para regular el subcontrato. La idea sería poder incluirlo en el debate de la Reforma Laboral con el fin de estrechar márgenes y equiparar las relaciones laborales en el país.

Sin embargo, desde la empresa anteponen los factores económicos. Con el precio del cobre promediando los 2, 67 dólares, Codelco estaría apostando al fin de la movilización sin involucrarse en los alcances del Acuerdo Marco. Así lo han dejado ver sus máximos dirigentes, quienes han insistido en que no les corresponde a ellos conversar con trabajadores subcontratados, pese a que ésta sería la cuarta vez que las partes se deberían sentar a conversar sobre el documento que nació en 2007, luego de una movilización que se extendió por más de 1 mes y medio.

Ese año quedó zanjado que sería la empresa la que se encargaría de los beneficios que las empresas contratistas entregarían a los trabajadores. Entre ellos, los reajustes de acuerdo al IPC, o asignación de bonos por desempeño.

Por esas razones y basándose en los actuales condiciones de rendimiento del metal rojo, Nelson Pizarro aseguró que un incremento en los beneficios sería imposible de costear, toda vez que no son compatibles con las actuales condiciones del mercado del cobre, de la realidad económica del país y la sustentabilidad de los proyectos estructurales.

Así, la distancia entre las estrategias de uno y otro lado sigue creciendo. Y mientras la estatal descarta el cierre inmediato de la división El Salvador (pero no niega que pueda ocurrir en el futuro), los trabajadores continúan radicalizando su protesta, exigiendo que la estatal se responsabilice de las condiciones laborales de sus trabajadores contratistas y desestimando el discurso económico, principalmente, por el ahorro que ya le representan a la cuprífera estatal por su tipo de contrato.





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