Una dura controversia generó el llamado que la Iglesia Católica y sectores vinculados a ella hicieron este domingo para que el Parlamento rechace el proyecto de ley que regula el aborto terapéutico.
La Conferencia Episcopal publicó un inserto en el diario El Mercurio que recuerda a los legisladores cristianos “su irrenunciable e inexcusable deber de promover leyes justas y de no colaborar con una ley de aborto”.
“A quienes ocupan cargos de autoridad los exhortamos a proteger a toda persona, especialmente a los más débiles y desvalidos, y a amar y respetar por igual a la madre y su hijo”, señala el documento.
La declaración considera que el aborto “nunca es terapéutico” y se refiere a cada una de las causales que considera el proyecto: “Sostenemos que no constituye aborto la acción de suyo terapéutica para salvar la vida de una madre en peligro, cuando no busca eliminar directamente la vida de la persona concebida, aunque su muerte sea una posibilidad prevista, aunque no querida o buscada”, indica.
Luego, la entidad se refiere a la “inviabilidad del feto” e indica que “el respeto irrestricto a toda vida humana indefensa e inocente, como también la dificultad de diagnosticar con completa certeza la situación en la que nacerá el niño esperado, impide fundamentar la necesidad de aborto para estos casos”.
En a la mujer que es víctima de una violación, la Conferencia Episcopal señala que “no nos parece ‘humano’ dejarla sola en el drama que ha sufrido, y tampoco es ‘humano’ privar de la vida al más indefenso e inocente, que es su hijo”.
Por otra parte, la organización Acción Familia difundió, en el mismo medio, una carta firmada por los obispos Francisco Javier Stegmeier, de Villarrica; Felipe Bacarreza, de Los Ángeles; Carlos Pellegrín, de Chillán; Jorge Vega, de Illapel; y Guillermo Vera, de Iquique, titulada “Urgente pedido de coherencia a los legisladores católicos”, que califica el proyecto como “injusto, arbitrario e inmoral”.
“No será lícito para ningún católico votar por ellos, conforme lo afirman las enseñanzas del Magisterio sobre la ilicitud moral de dar el voto a proyectos o candidatos que favorezcan el aborto”, señala la misiva.
“Será nuestra obligación de Pastores advertir a nuestros fieles que, independientemente de las legítimas opciones políticas que cada uno pueda tener, a ellos también les cabrá la prohibición moral de dar el voto a favor de un candidato que haya apoyado el proyecto de aborto”, añade.
Por su parte, la ONG Investigación, Formación y Estudio sobre la Mujer (Isfem) publicó otra inserción, en el mismo diario, que indica que “la DC tiene la llave” y pone el foco en los diputados Víctor Torres y Gabriel Silber, integrantes de la comisión de Salud de la Cámara que votará el proyecto este martes. “Los chilenos contra el aborto estarán con ustedes”, dice bajo una imagen con todos los diputados DC.
Claudia Pascual: “Me parece complejo”
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual, reaccionó al llamado y dijo que “esta forma de dar los debates en el país no es la que ayuda”.
“Me parece complejo algunos insertos en que se ven Organizaciones No Gubernamentales que presionan y buscan identificar a una bancada en particular, en este caso de la DC, para impedirles poder tener su espacio de deliberación”, señaló.
“Queremos reiterar nuestro llamado a hacer este debate con altura de miras, sin caricaturas, sin amenazas y hacerlo escuchando y legislando para el país”, agregó la titular del Sernam.
Por su parte, el diputado Matías Walker (DC) destacó “la forma acogedora, reflexiva y también los argumentos” de la declaración de la Conferencia Episcopal, pero fue más duro con la carta firmada por los obispos: “Me llama mucho la atención que el mismo día que se publica una declaración de la Conferencia Episcopal, exista un grupo de cinco obispos conservadores, muchos de ellos formados por Fernando Karadima, que hacen una declaración absolutamente distinta al resto de los obispos”.
El parlamentario consideró que el emplazamiento de los prelados es “una declaración que es más condenatoria y muy pobre en materia de argumentos”.
Por su parte, el jefe de la bancada de diputados DC, Ricardo Rincón, afirmó que “o están muy desinformados o no comprenden la naturaleza y funciones del Poder Legislativo o, lo que sería peor, pretenden influir a través de declaraciones que no se ajustan a la verdad”.
“Quisiera informarles a los obispos que, primero, sólo se está votando la idea de legislar de un proyecto que obviamente será perfeccionado como corresponde, a través de un trabajo legislativo serio y donde se escuche a todos los sectores. La iniciativa nada dice de legalizar el aborto libre. Segundo, en lo que respecta a la DC, nuestra bancada se ha preocupado de sostener innumerables encuentros con todos los interesados en la materia, sin excluir ni vetar a nadie. Tercero, una de las causales en debate existió, con absoluta legalidad en Chile, por más de 50 años y la Iglesia Católica nunca dijo nada”, argumentó el congresista.