“Cuando se fue el Cóndor se instaló la impunidad en nuestros países, pero tengo que advertir que estamos sintiendo de nuevo su peligroso aleteo”, es el mensaje de Martín Almada a los académicos, dirigentes y organizaciones de Derechos Humanos en su visita a Chile.
En la instancia, el paraguayo relató cómo descubrieron la rearticulación de la red encargada de hacer seguimiento sistemático a líderes y dirigentes sociales del Cono Sur.
La amenaza continúa
La historia comienza cuando Martín Almada encuentra un documento secreto militar donde el coronel paraguayo Francisco Ramón Ledezma envía información al ecuatoriano Jaime Del Castillo Báez, Secretario Ejecutivo de la Conferencia de los Ejércitos.
En el mensaje con fecha 10 de junio de 1997, se lee “Aquí le mando la lista de los subversivos paraguayos, conforme a su pedido para que usted elabore la lista de los subversivos de América Latina”. Entonces, el abogado elevó el tema a la Justicia, donde supo que la Conferencia fue creada por El Pentágono en la zona del Canal de Panamá para contrarrestar la Revolución Cubana, instancia que luego quedó en receso.
Sin embargo, Almada sostiene que, pese a aducir que son una cumbre de seguridad en caso de catástrofes naturales, la llamada Conferencia de los Ejércitos sigue elaborando esta lista, además de desarrollar el rol de coordinación de Inteligencia, bajo los lineamientos enviados por los Estados Unidos, por lo que llama a este grupo “El Cóndor II”.
40 años de la Operación Cóndor
En 1992 en la ciudad de Lambaré, Paraguay, Martín Almada descubrió los llamados “Archivos del Terror” que comprobaban la existencia de esta red internacional creada por distintos gobiernos latino americanos y Estados Unidos, para intercambiar información y descubrir a los disidentes en lo que es considerado como “un claro esfuerzo de sistematización para perseguir a quienes pensaban diferente”.
Según el documento, la Operación Cóndor dejó un saldo de 50 mil muertos, 30 mil desaparecidos y 400 mil presos. Además, con ella comenzó el tránsito hacia la oscura noche del neoliberalismo.
Almada dijo que en Chile, Augusto Pinochet, siguiendo las recetas de los chicago boys, privatizó todo, hasta los cementerios. Se atacó a la clase pensante de América Latina, para instalar un sistema salvaje y criminal sustentado en dos elementos: mercado total e inseguridad total, “es eso lo que tenemos que combatir”.
En su exposición, el abogado se dio el tiempo para enviar un mensaje a los agentes de la CIA que “puedan estar leyendo o escuchando”: “Los americanos tienen que leer historia, filosofía, ética y aprender que la existencia de los imperios es efímera. No hay nada invencible y eterno”, sentenció.
Rol de Chile en la región
La Conferencia de los Ejércitos se reúne cada dos años en el mes de noviembre y va rotando el país anfitrión. Uno de los encuentros fue en Chile, el 2001, donde los agentes internacionales fueron recibidos por el propio ex presidente Ricardo Lagos.
En ese sentido, Almada se refirió a nuestra posición en el mapa regional y condenó el papel que Chile está jugando: “Lastimosamente Chile sigue enviando sus tropas a la Escuela de las Américas, ¿para qué si aquí hay democracia?”, se preguntó. Además, añadió que en una delegación increparon a las autoridades de Defensa y los líderes del Partido Socialista, pero comentó que “nadie sabía nada”.
Para el defensor de los Derechos Humanos, la forma contrarrestar la influencia del Cóndor es profundizar la integración regional, hacer realidad el sueño de Eduardo Galeano, quien afirmó que “los mapas del alma no tienen fronteras”.
En ese sentido, llamó a apoyar el funcionamiento del Consejo de Defensa Sudamericana de la Unasur, y realizó una propuesta para defender la libertad de expresión en nuestros países: “Lo que está ocurriendo en Venezuela, Brasil, en Argentina, donde se quiere provocar la desestabilización de los gobiernos, es una muestra. Por eso, planteo crear un Consejo de Defensa de Unasur para proteger a los periodistas. Ellos hacen un trabajo de Derechos Humanos y hoy están siendo víctima de esta gente”.
Despertar a los dormidos
Para Almada el rol de los periodistas, pensadores e investigadores independientes, es fundamental en el proceso de reconstrucción social al que debemos avanzar. Condenando que “hoy, en Chile, la mitad de la población está alienada, sólo responde a la televisión y las pautas que vienen de Washington”.
En esa línea, increpó a la juventud nacional. “Quiero dirigirme a la juventud chilena, en especial a los educadores. En este momento, lo más importante es despertar a los dormidos, organizar y movilizar a los despiertos. Con esta idea hay que reconstituir la célula social chilena. La sociedad chilena está dividida, partida, porque el miedo es lo que consume a la gente. Necesitamos nosotros superar el miedo para poder hacerle frente a este imperio decadente”, afirmó.
Almada planteó que, para esto, una herramienta fundamental es recuperar la historia. “Hay que generar un diálogo entre el pasado y el presente para la construcción de un mejor futuro”.
Al finalizar insistió en convertir a la memoria en “un espacio de lucha política” con la que se debe dialogar. En esa línea, llamó a conocer la historia reciente y derribar toda barrera que impida la comunicación.