Diario y Radio Universidad Chile

Escritorio

Cultura es noticia:

Leonardo Sanhueza, invitado de honor

El poeta chileno ganó la tercera versión del Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía Española que entrega el Estado de Coahuila.

Vivian Lavín

  Miércoles 2 de diciembre 2015 11:39 hrs. 
leonardo-sanhueza

Compartir en

No es común que un gobierno regional decida crear un premio literario para convertirlo en el de más alta cuantía en el mundo de la lengua castellana. Lo que sí pareciera ser más usual, en cambio, es la indiferencia con que enfrentamos la noticia que haya sido un chileno el ganador. Nos referimos al Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía Española que entrega el Estado de Coahuila y que en su tercera versión ganó el poeta chileno Leonardo Sanhueza. Un premiazo, no solo por la distinción que significa que su libro, La juguetería de la naturaleza, haya resultado vencedor entre más de 500 obras, sino que además por los 100 mil dólares que conllevan la distinción. Solo para entender de lo que estamos hablando, hay que considerar que el más importante premio internacional que entrega el Estado chileno en estas lides, es el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda que entrega 60 mil dólares al ganador. En este caso, son 100 mil dólares y lo hace no su similar mexicano, sino que un estado, el de Coahuila, uno de los 32 que son parte de los Estados Unidos de México. ¿Por qué un gobierno regional decide entregar una suma tan cuantiosa?, es la pregunta que le asalta a quienes no están familiarizados con la idea de festejar al arte y a la cultura reconociendo de manera generosa a sus cultores. Porque en México esto no se cuestiona. No lo hacen porque en este país la cultura es tan importante como el pan, o mejor dicho, la tortilla, y por algo ambas no están afectas de impuestos.

Nuestra tacañería con artistas y escritores llega al exceso cuando no solo no estamos dispuestos a premiarlos repetida y generosamente, sino que habiendo ganado un reconocimiento fuera de nuestras fronteras, casi lo ignoramos. Doble castigo para quienes reciben este mal llamado pago de Chile, porque lo que más tiene es de deuda. Entonces, Leonardo Sanhueza no solo fue a la Feria del Libro de Guadalajara donde la secretaría de cultura del gobierno de ese Estado lo premiará junto a otros ganadores en categorías de cuento breve y teatro infantil. También visitará nuevamente México en agosto del próximo año cuando venga a presentar la edición que se hará de su obra.

Así es como su impronta delgada y rostro de barba revoltosa, está apareciendo en los principales medios de comunicación de este país: diarios, radios y televisoras que no paran de entrevistarlo y preguntarle una y otra vez por esta juguetería que empezó a armar de manera casual, como un homenaje al pionero de los efectos especiales cinematográficos hace más de cinco años, y que recién hace pocos meses terminó. Porque entre medio, publicó los poemarios La ley de Snell y Colonos, la novela La edad del perro y el relato biográfico El hijo del presidente, además de sus crónicas semanales para un diario de circulación nacional. Y por si fuera poco, cosechó el premio de la Crítica en el 2011, el de la Academia Chilena de la Lengua y el Pablo Neruda en 2012.

Porque este poeta, escritor y cronista que eligió a la geología y a las lenguas clásicas como ejes formadores, no se tomó para la jugarreta la idea de la escritura. Así es como dice que en cada libro busca una nueva forma de escribir, nada de sacarle el jugo y exprimir hasta lo último una fórmula que le haya dado algún éxito. Lo suyo es desacomodarse e intentar volver a escribir de otra forma.

Así cuando dice en su poema Artes manuales: La guillotina se inventó para el terror/ pero terminó en las imprentas. //De un asombroso truco a la ruleta rusa,/la pólvora se fue al revés.//Nikola Tesla odió la silla eléctrica. // Primero fue la maza, después el martillo,/pero antes de la maza fue el mortero,/que se inventó mucho después/ que las quijadas de los burros. // Solo el tiempo es unívoco/y siempre son tristes los dedos/ de los viejos, nos vamos internando en una juguetería, la de Leonardo Sanhueza, quien va dejando sus artefactos literarios dispersos en los pasillos de la FIL de Guadalajara, para que los mexicanos se asomen a una poesía que no le teme a los canónicos y que se ha consolidado como una de las voces más destacadas de nuestra literatura.

Síguenos en