La estrategia de Chile Vamos para renovar su imagen y postergar las diferencias

Un conglomerado que aún no puede oficializarse. Discrepancias que dificultan consensuar un texto fundacional. Empoderamiento de “históricos” nombres. Escapar de las marcas de los casos Penta, SQM y Corpesca. El presente de la centroderecha y su cuestionada apuesta electoral.

Un conglomerado que aún no puede oficializarse. Discrepancias que dificultan consensuar un texto fundacional. Empoderamiento de “históricos” nombres. Escapar de las marcas de los casos Penta, SQM y Corpesca. El presente de la centroderecha y su cuestionada apuesta electoral.

En la oposición, hasta hace poco conocida como Alianza por Chile, se han propuesto iniciar un proceso de renovación, partiendo, por ejemplo, por un nuevo nombre: Chile Vamos. Un conglomerado que agrupa a la UDI, Renovación Nacional, Evopoli y el PRI.

Con ese objetivo, las elecciones municipales del próximo año aparecen como una estratégica posibilidad para reposicionarse, a propósito de la crisis de legitimidad y credibilidad que afecta a la política nacional.

Y es que las investigaciones que desarrolla el Ministerio Público por financiamiento irregular de campañas políticas, con los emblemáticos casos Penta, SQM y Corpesca, han golpeado directamente al sector. De hecho, en todos ellos aparecen connotados nombres ligados particularmente a la UDI.

Precisamente en ese contexto, el sociólogo Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, asegura que “obviamente que hoy RN y la UDI son los derroteros. Y entre otras de las razones, más allá de que se diga que Renovación Nacional no quiere ir con la UDI porque creen que es una mala marca o lo que sea, creo que es para no darle espacio a Amplitud”.

En el caso de la UDI, plantea que “su preocupación por Evopoli es menor, porque son generaciones jóvenes bastante transversales dentro de la derecha, más liberales por supuesto, pero que no es un electorado pro UDI propiamente tal”.

¿Qué ocurre respecto del PRI? “Es una forma de poner una estaquita en el último sector más al centro, más hacia la Democracia Cristiana. De hecho en su gran mayoría son ex democratacristianos. Incluso el PRI tiene más presencia que lo que puede tener Amplitud”.

Pero también hay quienes se refieren a Chile Vamos como una instancia para sortear la crisis que vive el sector.

“El esfuerzo de la derecha de crear una coalición real, podemos definirlo como un esfuerzo desesperado”, advierte el cientista político Alejandro Olivares, académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile.

Esto, “en el sentido de que la derecha más tradicional, en este caso RN y la UDI, están en una crisis muy fuerte y a nivel electoral están en un problema bastante complejo”.

¿Elecciones municipales para aplazar los conflictos?

Si bien las elecciones municipales están programadas para octubre de 2016, cuatro meses antes, en junio, se desarrollarán primarias, bajo el alero del servicio Electoral.

Como vocero de Chile Vamos, el secretario general de RN, Mario Desbordes, ha dicho que “hasta hoy podría haber del orden de 150 posibles primarias en el sector”, agregando que “tenemos el firme compromiso de llevar candidato único en las próximas elecciones municipales”.

En lo inmediato, ya está definido que competirán con tres listas de concejales. Una con candidatos de RN, otra con candidatos de la UDI y la tercera con miembros de Evopoli y el PRI. Cada lista deberá presentar alrededor de 2.200 candidatos.

“Creo que no hay nadie, que conozca cómo funcionan los sistemas electorales, que no entienda que cuando te diversificas en listas independientes unas de otras, y tu competencia real, tu oponente, va en una sola lista, hace mucho más probable que te gane el de enfrente”.

El cuestionamiento de Eugenio Guzmán advierte de lo complejo que resulta “tomar unilateralmente una decisión de manera tan anticipada, sin saber la estrategia que va a usar el otro. Tienes que ir calibrándola”.

En tanto que Alejandro Olivares se detiene en la funcionalidad del conglomerado. “Para evitar la caída del sector completo, lo mejor es aliarse con los nuevos sectores, que desde el punto de vista estratégico necesitan de la tradición que tienen la UDI y RN. En el fondo, un experimento orientado a que si bien no se quiere mucho a estos partidos nuevos, se necesitan para detener un poco la caída del sector”.

El propio analista insiste en que “Chile Vamos es súper funcional e instrumental, pensando en las elecciones municipales. Y si el experimento funciona bien, es una plataforma política que podría tener futuro”.

¿Renovación de rostros?

Sin embargo, la renovación parece no ser tan estricta, particularmente si se trata de recurrir a los “históricos” de los partidos. En el caso de la UDI, por ejemplo, se decidió crear un equipo que coordine las labores para las primarias municipales.

Un grupo que estará encabezado por Joaquín Lavín Infante, el ex alcalde de Las Condes y Santiago, ex ministro de Educación y ex candidato presidencial que disputó con Ricardo Lagos Escobar la segunda vuelta de la elección de 1999.

Pero no será el único “histórico”. Se trata de un equipo que también integrarán los últimos tres presidentes del partido gremialista. Es decir, el senador Juan Antonio Coloma y los diputados Patricio Melero y Ernesto Silva, además del actual secretario general del partido, Guillermo Ramírez.

“Le hemos pedido a Joaquín Lavín, que ha estado un poco alejado últimamente de las pistas políticas, que vuelva a ser protagonista, el líder que siempre ha sido”, explicó el presidente de la colectividad, Hernán Larraín, al anunciar la medida.

“Colocar a Lavín como la figura de la renovación es el ejemplo de que necesitan a alguien de la UDI que esté en política, que sea tradicional, pero que al mismo tiempo no esté manchado con los problemas y escándalos de corrupción o cualquier otro elemento que han estado perjudicándolos”, detalla Olivares, añadiendo que “es la renovación, porque no está ensuciado con temas de problemas de platas u otros”.

Mismo proceso que se ha buscado a nivel de Chile Vamos. Esto, a través de la creación de un consejo político que consideraría, entre otros, al ex presidente de RN Carlos Larraín y a los ex ministros Pedro Pablo Errázuriz y Luciano Cruz-Coke, ambos como representantes de Evopoli.

Además, en cuanto al comité ejecutivo que ya funciona, podría sumarse el histórico “coronel” de la UDI Andrés Chadwick, presidente de la Fundación de Sebastián Piñera, Avanza Chile.

¿Diferencias insuperables?

Otro de los problemas que ha debido enfrentar el nuevo referente de centroderecha es su postergado lanzamiento oficial, dadas las complejas diferencias entre sus integrantes. Por ejemplo, en cuanto a asumir una postura oficial respecto del aborto, donde las diferencias entre los sectores más conservadores de aquellos liberales son evidentes.

También con relación al proceso constituyente anunciado por el Gobierno. Mientras en la UDI han insistido en un discurso de rechazar la idea de una nueva Constitución, desde RN han mantenido contactos con la Democracia Cristiana para avanzar en esa posibilidad.

En ese sentido, el presidente de Evopoli, Felipe Kast, ha reconocido que “conformar una coalición nueva, donde la diversidad sea el valor, no es algo fácil, especialmente cuando el sector estaba acostumbrado a tener dos partidos muy parecidos durante los últimos 25 años”.

Considerando ese escenario, Eugenio Guzmán destaca que “históricamente quienes peleaban eran los partidos de la Alianza, mientras que hoy vemos que los que pelean son los partidos de la Nueva Mayoría. Los conflictos son normales, porque la política finalmente es hegemonía. Los roces son parte de las negociaciones”.

A eso se suman los argumentos de Alejandro Olivares, quien plantea que en Chile Vamos “todavía no entran en una definición más de fondo, porque están pensando en la elección municipal, en la que estos temas no son tan importantes”.

Incluso advierte que “hoy lo que los tensiona se relaciona con cómo enfrentar la corrupción, los problemas que afectan a personas como Jovino Novoa. Esto es un nudo crítico. Pero una vez que pasen las elecciones municipales van a tener problemas en la lógica de definiciones más de fondo”.

¿Liderazgo de Sebastián Piñera?

Desde la Fundación Avanza Chile, en tanto, no solo se mantienen atentos al proceso de conformación del nuevo referente político. También a lo que serán las primarias municipales dentro del sector.

“Piñera será muy cauto para entrar a ordenar la coalición. Porque si lo hace, adquiere un rol político muy protagónico que puede no ser útil desde un punto de vista electoral, hasta no ver resultados en la mano”, explica Guzmán, agregando que “la apuesta es que la UDI colapsa y RN más o menos lo mismo. Pero esa es una apuesta. Mientras Piñera no vea los números, se mantendrá bastante cuidadoso”.

Mientras que Olivares advierte que “Sebastián Piñera siempre ha sido muy personalista. Su lógica, independiente de lo que ocurra en la derecha, es plantear su figura como el salvador y el líder que puede llevarlos a la unidad y nuevamente a la presidencia”.

Por ello, su conclusión es que “hoy primero va la Fundación, porque Piñera es muy popular, pero dependiendo de los resultados de la elección municipal, esto puede cambiar”.

En ese sentido, el mensaje de Guzmán es muy claro. “Transversalmente, si los partidos están viendo con tanta anticipación el tema municipal, e incluso presidencial y parlamentario, es porque hay bastante desorden, lo que responde a dos ejes: el cambio al sistema electoral y la debilidad de liderazgos”.

Por ahora, la fecha para el lanzamiento oficial de Chile Vamos es el próximo 19 de diciembre, instancia en la que se daría a conocer su discutido texto fundacional.





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