Categórico fue el director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) y académico de la Universidad de Chile, Carlos Huneeus, al analizar el presente del Gobierno, en medio de la crisis provocada por el nuevo rechazo al reajuste del sector público, y que tiene enfrentado a los partidos de la Nueva Mayoría con el Partido Comunista.

Huneeus hizo énfasis en que en este contexto lo que ha quedado en evidencia es el agotamiento del discurso concertacionista que apela a la mantención de los equilibrios macroeconómicos para no entregar beneficios a los trabajadores, y en esto el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha tenido un rol preponderante, a juicio del analista.

¿Qué opinión le merece la crisis desatada al interior de la Nueva Mayoría luego del nuevo rechazo al reajuste del sector público?

El PC está incómodo en la coalición porque le fue mal en la elección municipal, y le va a ir mal en los movimientos sociales, en las elecciones estudiantiles, y hay malestar en los trabajadores porque el sistema económico tiene enormes desigualdades y nuevamente se usa el argumento de que por las dificultades del sistema económico tienen que apretarse el cinturón los trabajadores, que ha sido siempre el discurso que se ha tenido desde el comienzo de la Transición. Hay un agotamiento del discurso de la Concertación y que sigue la Nueva Mayoría, el ministro Valdés viene de aquella época, y que tocó fondo y se expresó primero en el rechazo al proyecto de reajuste y ahora viene este conflicto del PC con el resto de los partidos.

¿Y el rol del Gobierno en este conflicto?

Yo lo veo dramático, especialmente el ministro de Hacienda lo veo muy perdido, él no tiene experiencia política, no está apoyado por el ministro del Interior, y el ministro Secretario General de la Presidencia entonces creo que él tiene que irse, no es un interlocutor, ha perdido credibilidad. Entiendo la indignación de la presidenta de la CUT. No por ser mujer no puede, de repente, usar el lenguaje chileno que algún académico o algún banquero no está acostumbrado. Pero en la situación que vive el país, ha habido un mal manejo por parte del Gobierno. Me parece también patético que la Presidenta esté callada, y haya estado en el extremo sur del país inaugurando el tribunal cuando tiene problemas con la Corte Suprema, y enseguida se mantiene indiferente sin tener opinión sobre este tema con los trabajadores, lo encuentro muy lamentable.

Fue muy criticado desde distintos sectores el hecho que el Gobierno no haya conversado con los trabajadores el envío del veto aditivo al proyecto de reajuste.

No se conversa nada con los trabajadores, entonces que no se converse del reajuste no me llama la atención ¿Qué conversa con los trabajadores? ¿Con quién conversa el equipo de Hacienda? con nadie, no sé con quién ha conversado alguna vez. Es un grupo muy cerrado, muy autorreferente, sus interlocutores son los organismos internacionales, el CEP y economistas de derecha. Los trabajadores no son interlocutores, nunca. Al comienzo de la Transición algo, pero un poco para que estuvieran tranquilos, no les hicieran problemas.

Se plantea la posibilidad de que haya un nuevo cambio de gabinete en los próximos días, y a la molestia que el oficialismo ha manifestado en las últimas semanas con el ministro Nicolás Eyzaguirre, ahora se suma el ministro Rodrigo Valdés ¿Cómo proyecta la relación entre el Ejecutivo y la coalición si ninguno de los dos es removido de su cargo?

Más que la relación de los partidos con el Gobierno, creo que este es un gobierno que está terminado, está tremendamente debilitado, la Presidenta está muy desorientada, sin capital político, con el 20 por ciento de popularidad que corresponde al apoyo electoral que ella recibió en las elecciones pasadas, en comparación al conjunto de la población, y los partidos tremendamente debilitados, porque qué partido tiene liderazgo, la DC tiene el 16 por ciento de los votos, pero está dividida tiene un planteamiento Walker, y otro muy distinto Fuad Chahín; y el PS se desafilia el senador Rossi, el senador Letelier ha tenido relaciones con el mundo empresarial, la senadora Allende anuncia su candidatura presidencial y se retira, después aparece la candidatura del ex Presidente Lagos. Un desorden tremendo, y el gran responsable, sin duda, es el Gobierno y la Presidenta que tiene que ser lider, jefe de Estado, jefe de Gobierno y lider de la coalición gobernante y a ella nunca le han gustado los partidos. Es muy lamentable en el caso de ella, porque terminó su primer mandato entregándole a Piñera y la derecha el mando, y con los partidos de la Concertación quebrados: el PPD quebrado, el PS y la DC. Y ahora termina con los partidos más debilitados que lo que cuando llegó. Pésimo legado.