En 1963 el Museo de Arte Popular (hoy Museo de Arte Popular Americano Tomás Lago) inauguró una exposición que pretendía dar a conocer aquellos trabajos pictóricos que habían sido creados por autores cuya técnica se había desarrollado de manera autodidacta, al margen de la academia. Entonces, el director de la entidad, Tomas Lago, escribió: “Se habla de los millones que gana fulano, de las sumas caudalosas que percibe el último artista de éxito aparecido. Es el arte confundido con el grito de la moda, entre los bienes materiales de lujo de una riqueza tan onerosa como transitoria (…).Mientras esto sucede en el escenario de la vida artística, surgen otros puntos de interés en los campos de acceso, como para compensar la insatisfacción que deja en la gente un arte demasiado estricto y razonado, fruto de la especialización y por lo tanto demasiado separado de las apariencias sencillas de la vida”.
“En el fondo no es sino la búsqueda de lo emocional en sus raíces más oscuras pero también en las más simples. Se aprecia lo inocente y lo pueril, el empleo de los colores puros para el goce de los ojos. Es como si el espíritu separado en exceso de la vida real se esforzara por recuperar su equilibrio aproximándose a ella en los fundamentos de la gestión expresiva”.
En dicha oportunidad la muestra reunió trabajos de autores como Julio Inostroza, quien era marinero, y Luis Armando Arco, quien se desempeñaba como zapatero, entre otros.
Hoy, en tanto, a más de 50 años de aquella muestra, el Museo de Arte Popular Americano (MAPA) vuelve a exponer el trabajo de aquellos creadores que produjeron sus piezas de manera autodidacta. Esto, bajo la doble exposición Reconstruyendo a Violeta, muestra que el museo organizó en conjunto con el Archivo Central Andrés Bello y el Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
Concepción, estrella blanca. Víctor Inostroza. ca. 1959. óleo sobre latón.
El pensamiento. Carlos Paeile. Santiago, Chile. Ca. 1983. Óleo sobre tela. Fuente: MAPA.
Según Nury González, directora del MAPA y curadora de la muestra, “todo esto parte de la premisa de que Violeta en los ’60 estaba produciendo una cantidad de obras y en paralelo también sucedían otras cosas” como la exposición de 1963 y la Feria de Artes Plásticas del Parque Forestal que organizaba la Universidad de Chile.
La muestra fue organizada en dos ejes: uno dedicado a la pintura instintiva (Violeta y la pintura instintiva) y otro relacionado con pinturas y bordados (Al hilo de Violeta). Ambas muestras serán exhibidas en la Sala MAPA del Centro Cultural Gabriela Mistral.
Bordados, arpilleras, pinturas y Violeta
En los años 70 el MAPA adquirió la arpillera Fauna que es atribuida a Violeta Parra y que será incluida en la exposición. A este trabajo se sumarán distintas piezas creadas por grupos de bordadoras y tejedoras de diversas épocas y lugares de Chile, entre ellas, las Bordadoras de Isla Negra, organización que se conformó en 1966 y que ha expuesto sus creaciones tanto a nivel internacional con en el Museo Nacional de Bellas Artes.
De acuerdo a Sofía Hott, diseñadora e investigadora del grupo de Bordadoras de Isla Negra, estas mujeres “plasman a través de lanas y textiles su vida cotidiana y en su vida cotidiana están sus sueños. Está el cocinar, lo que quieren en el futuro. Retratan muchos recuerdos y muchas veces bordan de su pasado y su infancia”.
“Independiente de que hagan la misma puntada y de que haya una estética similar, cada una tiene su estilo, incluso una paleta de colores. Es muy interesante que a través de las formas de las figuras y los colores puedes darte cuenta de los estados de ánimo de cada una de las autoras”, señala Hott.
La muestra también incluye una pieza proveniente de la Vicaría de la Solidaridad. “En los años 70 la arpillera se transformó en un medio de denuncia. Entonces, ellos nos prestaron una obra que ellos resguardan. Entonces, finalmente, en la selección de materiales se cruzó el aspecto estético, es decir, que estuvieran bien realizadas y que transmitieran el día a día de las mujeres”, señala Nury González.
Respecto de la pintura, la muestra incluye el óleo La muerte del angelito, trabajo que actualmente es resguardado por el MAC. A esta pintura se incluirá una muestra de aquella exposición de 1963.
De forma paralela, se proyectarán dos documentales a la vez que se realizarán diversos talleres.
