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Cau Cau – Censo 2012 – Padrón electoral 2016


Martes 29 de agosto 2017 10:26 hrs.


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Desde la recuperación de la democracia, los chilenos hemos vivido muchas vergüenzas. En las próximas reflexiones me referiré a vergüenzas “intelectuales”. Estas vergüenzas, las simbolizaré en las del título, las que han sido de conocimiento público. Es muy probable que ellas sean la punta del iceberg. ¿Cómo llegamos tan bajo? ¿Qué hay detrás de estas vergüenzas?

Las respuestas son complejas, e identificar hilos conductores no es fácil. Sin embargo, pienso que estamos viviendo las consecuencias de un proceso destructivo, iniciado deliberada y planificadamente por la dictadura cívico-militar de derecha, y mantenido en gran medida en democracia.

Una de las preguntas que, sin duda, se hicieron los golpistas fue del siguiente tenor: ¿Cómo fue posible que Salvador Allende llegara a ser presidente Constitucional de Chile? Es decir, había que identificar a la o las raíces del mal, para erradicarlas.

A la luz de lo hecho por los golpistas, es posible identificar dos raíces principales: la Educación Pública y la Política (Partidos Políticos). Dentro de la Educación Pública, que duda cabe, le asignaron enorme responsabilidad a la Universidad de Chile, centro formador de la mayoría de los líderes políticos del país, en especial de los presidentes de la República. Por otro lado, los Partidos Políticos, eran escuelas de políticos idóneos. Finalmente, no sé si como un objetivo planificado, o como un resultado inevitable de la destrucción de la Educación Pública y de los Partidos Políticos, sumado a los horrores cometidos y justificados, se destruyó a la Ética.

Objetivos del golpe y de la dictadura cívico – militar de la derecha político – empresarial:

1.- Recuperar el poder

2.- Mantener el poder recuperado

3.- Enriquecimiento económico de sus líderes y adherentes.

Lo primero lo lograron en forma total, en la forma más horrorosa imaginable: a sangre, fuego y violando sistemáticamente los DDHH, en suma, mediante el terrorismo de estado.

Lo segundo lo lograron a través de una delicada y meticulosa planificación que incluyó la imposición de numerosos métodos y medidas:

  • Dictación de una nueva Constitución Política
  • Dictación de numerosas leyes, algunas de rango constitucional, inclusive hasta pocas horas antes de entregar el poder. Incluyendo un sistema de “amarre”, es decir que hacía muy difícil modificar lo dejado establecido por ellos.
  • Destrucción de lo “público” (en general, pero en especial la educación y los medios) y reemplazo creciente por instituciones privadas con fines de lucro y no reguladas por el estado
  • Apropiación de gran parte de las empresas públicas por parte de los privados

Todo lo anterior hecho sin consideraciones éticas de ningún tipo, imponiendo su ideología neoliberal salvaje-extrema, que destruye a la sociedad y elimina valores, en simultáneo con la imposición de antivalores.

Piénsese que consecuencias para la ética individual y social, tiene que un gobierno no solo justifique, sino que legitime los crímenes y violaciones de DDHH más atroces. Ejemplificaré con el caso del teniente de ejército, que fue ascendido después de haber quemado vivo a dos jóvenes. Imagino que se presentó antes sus jefaturas diciendo orgullosamente: “misión cumplida mi…” Después de ello, robar pasa a ser un juego de niños.

Volviendo a nuestras “ejemplares vergüenzas”: Cau Cau – Censo 2012 – Padrón electoral 2016.

Detrás de ellas hay:

  • Mala formación técnico – profesional
  • Mala o ausencia de formación ética
  • Poca autonomía moral

La pregunta es: ¿Cómo dichas obras, actividades, procesos, quedaron a cargo de personas mal formadas y sin solidez ético-moral?

Aquí aparece la destrucción de la Política. Los Partidos Políticos, que sin líderes idóneos (Educación destruida, Partidos Políticos destruidos) nombran en cargos de enorme responsabilidad a personas no idóneas ético -profesionalmente, solo con el aval de tener la confianza política de quienes los nombran.

Obviamente esas personas así nombradas, poseedoras de una debilidad intrínseca, son fieles e incondicionales servidores de quienes los nombran. A su vez los “funcionarios de carrera” que los rodean, observan impotentes, la repartija del poder y del dinero, con lo cual su mística y compromiso empieza a decaer, y a lo largo del tiempo, también decaen sus convicciones éticas.

Sea como sea. Lo cierto es que el neoliberalismo salvaje, penetró a prácticamente todas las instituciones y personas. Baste ver los sueldos de las autoridades de los sistemas públicos, elevadísimos. Solo recordar que una decana de una universidad estatal se auto asignó un sueldo que era más de 50 veces el sueldo mínimo. Lo hizo amparada en un secretismo increíble, y sabiendo que en su facultad había muchos funcionarios que ganaban el sueldo mínimo. Más triste aún, lo anterior se supo gracias a la persistencia de un estudiante de derecho de esa universidad, quien lo logró vía Ley de Transparencia, pues la Universidad se opuso tenazmente a publicar sus datos económicos, amparándose en la “autonomía universitaria”, hasta que no le quedó más que transparentarse.

La destrucción de la Educación Pública:

Si bien el maltrato al magisterio empieza antes que la dictadura llegara, durante ella se acentuó, en especial dañando la calidad de los centros formadores.

Sus objetivos y métodos se pueden resumir así:

  • Destrucción de la educación pública
  • Implementación de instituciones de educación privada, con fines de lucro y no reguladas por el estado.
  • Mala educación del pueblo, en especial cívico – ética
  • Complementación de lo anterior, por los medios, que simplemente todo lo transformaron en una farándula cada día más ordinaria y vulgar
  • Transformación de la masa crítica de chilenos en borregos.
  • Enriquecimiento de los golpistas, mediante el cobro por el servicio prestado de transformar a la masa crítica de los chilenos en borregos.
  • Tener una elite económica educada en instituciones de calidad creciente, pero con su ADN rico en anti valores.

Solo a modo de ejemplo, la prestigiada formación de nuestros profesores normalistas, fue eliminada, la enseñanza media se hizo particular subvencionada y segregada crecientemente, a la Universidad de Chile se le amputó el Instituto Pedagógico, el cual pasó a ser la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Obviamente, esta desvinculación impuesta, dejó a los futuros maestros alejados de la interdisciplinariedad universitaria real.

También las sedes regionales de la Universidad de Chile dieron paso a Universidades regionales (de Temuco, de Valparaíso, de Talca, de Antofagasta), las que nacen sin deudas; deudas que asume la, ahora jibarizada Universidad de Chile. Cabe destacar que, este proceso de destrucción de la Universidad de Chile, ocurre en paralelo con el crecimiento a nivel nacional de una universidad afín al régimen. Creo recordar que en la misma edición de El Mercurio se informa del nacimiento de las universidades regionales (Ex sedes de la Universidad de Chile), aduciendo que no es posible ser eficientes y de calidad con un carácter nacional, mientras en la página ¿C8? se informa de la inauguración del Campus Sur de la universidad afín.

En fin, es claro que, para los golpistas, nunca más debería haber presidentes formados en la U. de Chile, el sueño máximo es que, los futuros presidentes de la República sean formados en las nuevas universidades nacidas al amparo del poder militar, político y del dinero. Lo mismo vale para todos los grupos de poder, deben estar en manos de la elite golpista y sus herederos.

Esta destrucción de la Educación Pública se complementa con el nacimiento de numerosos centros formadores privados, los que, usando el poder del dinero (mal habido en muchos casos), le levantan al sistema público, profesores bien formados.

En fin, en un círculo vicioso para lo público, todo lo anterior, amplificado por los medios, que resaltan todos los problemas de lo público y las bondades de lo privado, e imponen la ideología neoliberal, termina repercutiendo en la cantidad de estudiantes que adscriben al mundo privado. Como el principal determinante de la calidad de los centros docentes, son sus estudiantes, al aumentar el número de buenos estudiantes en el mundo privado, permite que estas instituciones con fines de lucro, y que se han enriquecido ilegalmente hasta el hartazgo, se sientan con el derecho de exigir que el estado las financie.

Siento que alcanzaron el objetivo de tener una masa crítica de chilenos en la ignorancia máxima (no sabe que no sabe), carente de valores (mal educada), y dedicada a consumir (endeudándose). Esto último como consecuencia que se instauró la idea que el éxito está determinado por cosas que están por fuera o encima de la piel de las personas. Solo recordar que un estudio de la Universidad de Chile (2011), mostró entre sus resultados, que un 30% de los profesionales chilenos no entienden lo que leen.

La destrucción de la Política

Se declaró ilegal a los Partidos Políticos, y se le expropió sus bienes. A los políticos se les trató de la peor forma. El dictador se refería a ellos con sorna llamándolos “los señores políticos”. En fin, recuperada la democracia, las prioridades de los Partidos Políticos, eran volver a existir, tener sedes, financiarse, y probablemente, la formación de políticos (de donde deberían surgir los liderazgos políticos), quedó relegada por la urgencia. Es decir, lo urgente aplastó a lo importante. Haya sido así o no, lo real es que, la masa crítica de los políticos actuales, en especial dirigentes de partidos y parlamentarios, tienen graves deficiencias políticas y éticas. Dos ejemplos:

  • Un senador accedió al senado robándole a todos los chilenos para financiar su millonaria campaña. Como reconoció públicamente el robo, exige ser reconocido como el “único honesto”. Se siente con derecho a publicar cartas condenando situaciones que él considera violentas, sin tener la más mínima conciencia que para muchos chilenos es muy violento que esté votando y decidiendo por los chilenos, en el Congreso Nacional.
  • En una convención de un partido, los participantes, representantes de su mundo, exigen voto secreto para votar por un candidato a presidente de la república de otro partido y no por el candidato de su partido. Es decir, sus representados, no pudieron saber como votó su representante (Ausencia total de autonomía moral).

Los ejemplos anteriores son una fracción ínfima de todas las actuaciones personales y partidarias, que revelan una muy mala formación política y la casi ausencia de la ética en sus mentes y corazones.  Obviamente, existen personas políticas honestas y capaces, pero, o son pocas, o tienen muy poca visibilidad ante la opinión pública.

Si mi análisis fuera correcto, significa que, para recuperar las competencias profesionales, Chile debe transitar por un camino de recuperación de la calidad de su educación, y de formación de cuadros políticos (de todos los colores) competentes y éticos.

Qué duda cabe que ese camino estará lleno de dificultades y resistencias. Dificultades de todo tipo, empezando por las incompetencias propias de quienes desean recorrer el camino y resistencias de quienes no desean recorrer ese camino, es decir de los más poderosos y sin ética.

Siento que, con el destape masivo de la corrupción, vivido en estos últimos años, se dio paso al inicio de ese camino (Agenda de probidad), que espero sea no tan largo, para lo cual los estándares éticos y profesionales deben tener cada día más visibilidad y ser más elevados.

El ejemplo de todas las autoridades públicas, debiera estar en línea con el objetivo de recuperar calidad y ética.