Señor Director:
El tema de la delincuencia es muy complejo. Normalmente no se visibiliza el papel del ejemplo de los líderes, jefes, altos mandos y autoridades en general.
Han sido necesarios más de 20 años de democracia para que empiecen a aflorar evidencias de delincuencia cometida por estas personas.
En el caso de los altos mandos, la cronicidad amparada en la impunidad, perpetúa el problema. Lo anterior, en virtud que empiezan a elegir esas carreras, jóvenes con más amor por el dinero y el poder, que amor por servir a Chile.
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