Resta menos de una semana para que inicie la Cumbre del G20 y los ánimos no son los mejores. A la crisis interna que vive Argentina, país donde se celebrará el evento, se suman numerosas tensiones en el ámbito internacional.

La creciente tendencia hacia el proteccionismo, el apoyo de Donald Trump a Arabia Saudita pese al asesinato del periodista Jamal Khashoggi, y la guerra comercial entre Estados Unidos y China hacen de la venidera cumbre G20 un sabroso evento en que se enfrentarán distintas posiciones.

Es precisamente la guerra comercial entre las dos mayores potencias del mundo la que acaparará gran parte de la discusión.

El analista internacional Raúl Sohr, vislumbra una cumbre “agitada”, pues ni el presidente estadounidense, Donald Trump, ni su par chino, Xi Jinping, –quienes se verán las caras durante el evento- dan su brazo a torcer en el conflicto comercial.

“El G20 se ve complejo, porque la pugna entre Estados Unidos y China es muy profunda. Estados Unidos le ha aplicado más de 250 mil millones de dólares en aranceles a China, y China ha tratado de igualar las medidas, ante lo que no hay visos de que encuentren solución, por lo tanto, la reunión del G20 será muy agitada”.

Y no es el único tema que tensionará el encuentro de los principales líderes del mundo. Para Sohr, otro punto conflictivo son las sanciones que Estados Unidos ha aplicado a Irán, que, por cierto, no solo afectan a la nación persa.

“Hay otros grandes temas pendientes, como por ejemplo las sanciones que Estados Unidos le ha aplicado a Irán. Estados Unidos está tratando de limitar, al máximo posible, las exportaciones petroleras iraníes, y eso redunda en que, incluso, terceros países como China, Rusia, India, Brasil, otros miembros del G20, quedan expuestos -si negocian con Irán- a sanciones por parte de Estados Unidos.

En ese sentido, el analista internacional advirtió sobre la preocupación que los miembros del G20 tienen respecto de las medidas proteccionistas y unilaterales de Estados Unidos. Y tomando en cuenta que muchas de las naciones participantes son afines al libre mercado, se generarán una serie de fricciones y tensiones con EEUU, que, en todo caso, no pasarán a mayores.

Donald Trump

El ex ministro de Estado, Sergio Bitar, forma parte del grupo de afinidad del G20 que agrupa a los Think Tanks más importantes del mundo, llamado T20. Es por esta razón que el militante PPD ha estado trabajando, junto al grupo, en propuestas de cara a la venidera Cumbre.

Al respecto, Bitar sostuvo que el G20 de este año tiene como uno de sus desafíos ofrecer alternativas al proteccionismo y nacionalismo que Donald Trump ha hecho reflorecer, ideologías que, a juicio del ex ministro, dañan la colaboración global.

“¿Cuáles son los dilemas de hoy? Estamos frente a un proceso muy marcado por Trump de proteccionismo y nacionalismo, por lo tanto, las condiciones para la colaboración -que es una clave de la gobernabilidad mundial- están dañadas, y eso no se ve por ahora una reversión. Los indicadores últimos de esta actitud son el no haber estado en la reunión de APEC hace unas semanas, lo cual daña uno de los grandes acuerdos mundiales del Pacífico”.

“Habrá nubarrones”, pronosticó Bitar para esta cumbre, la cual catalogó como un parteaguas. Pues habrá dos posiciones claramente demarcadas que se enfrentarán: la del proteccionismo y la del libre mercado, la del autoritarismo y la democracia.

“Yo creo que estamos en una situación de parteaguas, y creo que esta reunión del G20 cae en ese espacio. Hay fuerzas nuevas, de colaboración, de democratización, de innovación, pero hay fuerzas retardatarias de cerrar la globalización y aislarse, y tender a fórmulas más autoritarias que son las que van a estar en juego acá”.

A la venidera Cumbre del G20 irá el presidente Sebastián Piñera en representación de Chile. Si bien es una invitación ocasional, para Sergio Bitar es una oportunidad para que el país se alinee y ratifique su compromiso con la democracia y la cooperación internacional.

La compleja situación de Macri

La Cumbre del G20 viene en momentos complejos para la nación trasandina, pues se encuentra sumergida en una profunda crisis económica que ha llevado al gobierno de Mauricio Macri a pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, aquel préstamo, lejos de tranquilizar a los argentinos, ha generado un descontento generalizado por las condiciones que el FMI exigió, entre las cuales se encuentran un recorte presupuestario a la salud, educación, y el sector público.

Mauricio Macri

Para Raúl Sohr, la Cumbre del G20 no cambiará la imagen de crisis que tiene actualmente Argentina y, al contrario, podría tener un efecto negativo al interior del país.

“Es muy difícil que un evento internacional de esta naturaleza pueda alterar la percepción sobre Argentina. Lo que en circunstancias normales podría ser un palmoteo en la espalda, inflar el pecho y decir ‘miren como Argentina es respetada’, hoy no es así. Macri ha endeudado a la Argentina por más de 55 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y hay un malestar creciente en el país, yo creo que, incluso, este evento puede ser un irritante, al menos, en la capital”.

Similar opinión tiene Sergio Bitar, quien calificó la situación de Mauricio Macri como “extremadamente compleja”.

Para el ex ministro de Estado, la idea original del mandatario argentino, que era vanagloriarse de su país, se ha “opacado”.

“Argentina se encuentra en una situación más crítica y, por lo tanto, la idea original de Macri de proyectar a Argentina, a partir de esta reunión, como un país que ya sale adelante, se han opacado”.

La blindada Buenos Aires

Las amenazas de protestas a raíz de la Cumbre han hecho que el gobierno argentino tome medidas de seguridad que algunos han calificado como extremas.

Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, 22 mil efectivos policiales resguardarán el orden durante el evento, más 700 empleados de su propio Ministerio.

La ministra de Seguridad argentina con uniformados que resguardarán la Cumbre.

En la zona de Puerto Madero, epicentro de la Cumbre, no se podrá transitar ni por tierra, ni agua ni aire.

Uruguay y Estados Unidos prestarán ayuda para blindar el espacio aéreo y marítimo de Argentina mientras los líderes del mundo estén reunidos allí. De hecho, el país norteamericano dispondrá de un avión y un barco radarizados.

Los porteños tendrán múltiples problemas para poder movilizarse los días de la Cumbre, si es que logran movilizarse, pues ni el viernes 30 de noviembre ni el sábado primero de diciembre habrá subte. Tampoco habrá tren, solo algunos colectivos con recorridos limitados.

Además, el centro de Buenos Aires estará bloqueado y algunos aeropuertos no funcionarán.