La reforma al sistema de pensiones fue uno de los grandes anuncios de la primera cuenta pública de Sebastián Piñera, el que se concretó en un proyecto de ley que el Gobierno presentó en octubre y que, al mes siguiente, ingresó al Congreso.
En este contexto, y con el objetivo de lograr acuerdos con la oposición durante su tramitación, el ministro del Trabajo y Seguridad Social, Nicolás Monckeberg, se reunió este lunes con las directivas del Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Radical (PR).
Luego de la instancia, el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, afirmó que “hay algunas diferencias significativas, pero hay otros puntos que el Gobierno ha recogido, incluso, de la administración anterior, así que se trata de conversar. Ojala que el Gobierno cambie su propuesta como corresponde en un dialogo donde hay posiciones diferentes. Por ahora, nosotros hemos manifestado nuestra postura de querer pensiones dignas, en un corto plazo, porque los pensionados no pueden esperar”.
Uno de los principales aspectos de la iniciativa del Ejecutivo es el aumento gradual de la tasa de cotización, que implicará, por un lado, que los trabajadores puedan escoger quién administre este porcentaje adicional -entidad estatal o AFP- y, por otro, un aumento hasta de un 40 por ciento de las pensiones.
Respecto del proyecto de ley, la investigadora de Fundación Sol, Andrea Sato, sostuvo que “es importante presionar desde el mundo social para que la reforma a las pensiones sea profunda y que vaya en pos del bienestar de los trabajadores y trabajadoras, de los jubilados y jubiladas”.
Y agregó que “el corazón de la propuesta del Gobierno no viene a cambiar en primer instancia lo estructural, a pesar de que tiene algunos cambios de parámetros, especialmente en torno al aumento de las cotizaciones y quien se hace cargo (…) pero en lo concreto viene a fortalecer, a partir de distintas vías, el mercado de cuentas individuales que tienen los trabajadores y trabajadoras, o sea, no hay una discusión en torno a un sistema de reparto. Tampoco hay un debate sobre generar mayores niveles de bienestar para los trabajadores y trabajadoras”.
Además, la reforma al sistema de pensiones contempla el incremento de los fondos del pilar solidario, un aumento de las pensiones cada cinco años y un aporte adicional por parte del Estado a los pensionados de la clase media, entre otras medidas. No obstante, para Andrea Sato “con los números a la baja de la rentabilidad de las AFP, estos aumentos en el pilar solidario vienen a ser marginales en lo estructural, que tiene que ver realmente con ¿cuál es la calidad de vida que necesitan los jubilados y jubiladas?, pero también ¿cuánto necesitamos como aporte digno para los jubilados y jubiladas?”
Asimismo, la investigadora de Fundación Sol hizo un llamado a que el sistema previsional sea parte del debate político ciudadano “la tecnocracia lo que ha hecho es alejarnos de los debates fundamentales, complejizandolos mucho más, evadiéndose así la discusión por parte de las personas en torno a cómo quieren vivir su vida y cuál es una forma digna de vivir”.
Finalmente, luego de las últimas reuniones con algunos de los partidos de la oposición para acelerar el trámite legislativo del proyecto de ley que busca reformar el sistema de pensiones, el ministro Nicolás Monckeberg afirmó que están abiertos a conversar, pero que “no van a ceder en los principios fundamentales”.