Desde hace varias semanas que la situación de miles de migrantes venezolanos apostados en la frontera chileno-peruana ha generado la preocupación de distintas organizaciones y entidades no gubernamentales, como el Instituto Nacional de Derechos Humanos o el Servicio Jesuita Migrante, quienes han alertado sobre la dramática realidad que atraviesan las personas -entre ellos niños y mujeres embarazadas- que buscan ingresar a nuestro país.
Es en ese contexto, que un grupo de parlamentarias de la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara realizó una visita inspectiva en la cuidad de Tacna, Perú, para fiscalizar y recopilar antecedentes respecto del estado en el que se encuentran dichas personas.
En conversación con el programa Política en Vivo de Radio Universidad de Chile, la diputada de Revolución Democrática (RD), Catalina Pérez, quien junto a sus pares Andrea Parra (PPD) y Joanna Pérez (DC) se encuentran en la zona, aseguró que “hay una abierta vulneración activa de derechos humanos, además de incumplimiento de convenciones internacionales respecto de refugiados”.
En ese sentido, la legisladora agregó que “aquí se están estableciendo requisitos por vía administrativa que van en abierta contradicción de lo que la ley establece. La situación es muy grave, no sólo en términos humanitarios, sino que también en términos de la falta de los actos administrativos de parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio del Interior”.
La también presidenta de RD recriminó fuertemente la actitud que han adoptado las autoridades de Gobierno, quienes, desde su perspectiva, se han desentendido del tema.
“No hay absolutamente ninguna ayuda del Gobierno de Chile. Los únicos que se han pronunciado al respecto ha sido el INDH y algunas organizaciones de la sociedad civil que, por ejemplo, han donado carpas para que la gente no tenga que dormir en la intemperie. Tenemos carpas para cuatro personas que están ocupando doce personas. Acaban de retirar los únicos baños públicos que habían para que esta gente pudiese hacer sus necesidades afuera del consulado. Acabamos de conocer a una mujer embarazada de siete meses y medio, una persona que podría tener a su guagua en la calle afuera del consulado con el cónsul adentro. La situación es realmente desgarradora”.
En relación al cambio de las condiciones migratorias, Catalina Pérez indicó que “a partir del 20 de junio se aumentaron los requisitos para que no pudiesen ingresar más venezolanos y venezolanas. Aquí se está negando el refugio a quienes tienen perdigones en la espalda, con heridas abiertas y que reclaman situación de refugio político y, en donde la PDI está haciendo un acto ilegal que es revisión de antecedentes en la frontera”.
Asimismo, recalcó que una de las situaciones más complejas es lo que está sucediendo con los menores de edad.
“Sobre todo lo que nos preocupa es el estado de los niños. Aquí hay niños y niñas menores de tres años viviendo en la calle, hay personas con silla de ruedas, personas con enfermedades crónicas que ni siquiera pueden acceder a un baño”.
Desde esa perspectiva, la diputada manifestó sentirse sorprendida por la falta de humanidad y de cómo se ha normalizado esta situación.
“Acá hay gente que está pernoctando hace más de un mes, esto es una situación que han presenciado durante mucho tiempo y respecto de la cual hemos hecho la vista gorda. De verdad no entiendo cómo no hemos buscado las soluciones, es gente que tiene sus papeles, que tiene los recursos, que tiene quien los reciba en Chile y no están encontrando una respuesta, la situación es impresentable”.
La diputada del Frente Amplio cuestionó, además, el doble estándar del presidente Sebastián Piñera en relación a la crisis humanitaria que vive el país caribeño.
“Teníamos al Presidente de la República en Cúcuta el 23 de febrero ofreciendo ayuda humanitaria para los venezolanos y haciendo un show mediático, un aprovechamiento político de la situación que ya estaban viviendo esas personas. Y hoy día esas mismas personas que están aquí en la frontera de Chile esperando que el Estado chileno les brinde la mano que se les ofreció, se les ha cerrado la puerta en la cara (…) si Chile no tiene la capacidad, que el Presidente Piñera no se ande paseando en Cúcuta ofreciendo ayuda humanitaria para después cerrarles la puerta, porque eso, a mí me parece un acto de deshumanidad impresionante. A lo que llamo es a parar con los dobles discursos”.