Guillermo Holzmann por salida de EE.UU. de pacto nuclear: "Existe una nueva carrera armamentista"

El secretario de Estado de la nación norteamericana, Mike Pompeo, anunció oficialmente el fin del acuerdo suscrito al final de la llamada Guerra Fría. Una decisión que reaviva el temor a una carrera armamentística con tecnología de punta entre las potencias mundiales.

El secretario de Estado de la nación norteamericana, Mike Pompeo, anunció oficialmente el fin del acuerdo suscrito al final de la llamada Guerra Fría. Una decisión que reaviva el temor a una carrera armamentística con tecnología de punta entre las potencias mundiales.

El gobierno de Estados Unidos abandonó el tratado para la eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF), que firmó con Rusia durante la Guerra Fría a fines de la década de los 80.

Fue el propio secretario de Estado, Mike Pompeo, quien anunció oficialmente la decisión de la administración de Donald Trump de sepultar el histórico pacto que terminaba con la incertidumbre mundial sobre un posible conflicto nuclear entre el país norteamericano y la entonces Unión Soviética.

Para el académico y analista internacional, Guillermo Holzmann, el supuesto equilibrio bélico entre ambas naciones queda en nada, por lo que eventualmente obligaría a una nueva negociación, pero ahora en un contexto tecnológico distinto, más avanzado, y que involucraría también factores económicos.

“Uno puede acreditar que existe una nueva carrera armamentista a nivel mundial, con el desarrollo tecnológico que tiene cada una de las potencias. El solo hecho de terminar con el acuerdo implica que se suman nuevos elementos de incertidumbre con impactos geopolíticos y económicos”, afirmó.

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Estados Unidos acusó a Rusia durante años de desarrollar un nuevo tipo de misil, alegando que violaba el tratado, una postura que apoyó la OTAN.

El misil ruso tiene un alcance de unos mil 500 kilómetros de acuerdo con la OTAN. Pero Moscú afirma que solo puede recorrer 480 km.

No obstante, las tensiones vienen arrastrándose de muchos años atrás, ya que Washington y Moscú han estado acusándose mutuamente de haber violado el tratado después de confeccionar nuevos proyectiles de mayor alcance territorial.

Para el analista internacional Guillermo Holzmann, antes de comenzar a suscribir nuevos acuerdos de este tipo, las naciones deben establecer confianzas, las que hoy día son difíciles de concretarse.

“El escenario de negociación va estar dado por la salida de Reino Unido y la Unión Europea, si esto se concreta. El tipo de relación privilegiada que tiene Estados Unidos con Reino Unido, la mantención de la OTAN y la necesidad que tiene Rusia por mantener una buena vinculación política y económica con la propia Unión Europea. Moscú necesita un esquema de confianza mínima con el país norteamericano, y ahí Donald Trump ve una oportunidad de presionar para un tratado más avanzado, no solo nuclear, sino que también del tipo tecnológico”, subrayó.

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Desde octubre de 2018, cuando Trump anunció su intención de retirarse del tratado, ha dado señales de que China, que no está sometida a ningún acuerdo de control armamentístico, fue un factor determinante en esa decisión.

Washington considera hoy al gigante asiático un rival estratégico a largo plazo más relevante que Rusia, y ha invitado a Pekín a formar parte de “una nueva era del control de armas” que incluya a otras naciones con potentes fuerzas militares.

Con el abandono del tratado, Estados Unidos es libre para desplegar armas que estaban prohibidas bajo el acuerdo al final de la Guerra Fría. Y planea realizar pruebas en las próximas semanas, lo que también incluye un incremento del presupuesto para desarrollar misiles de última generación.





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