Señor Director:
Durante los últimos 30 años los inmensos recursos consagrados al gasto militar se los había justificado por la necesidad de defenderse contra un enemigo exterior , véase alguno de nuestros vecinos con quienes los contenciosos limítrofes no faltan. Los resultados de esas inversiones y de la consecuente preparación de las FF.AA. ante esa eventualidad esta aún por verse , pues no sabemos si concretamente ellas tienen hoy el nivel de competencia, y los planes, para hacer frente exitosamente a tal conflicto.
Al contrario, en estos días y para hacer frente a manifestaciones masivas, que han sido por lo esencial pacíficas, se han desplegado miles de militares y marinos en las calles de nuestro país con una celeridad que manifiesta una larga preparación así como la existencia de planes detallados para la ocupación de nuestras ciudades y pueblos, es decir planes para hacer frente a nuestra población.
Volvemos pues a tener una ilustración de que es el “enemigo interior ” el que sigue presente en la imaginación enfermiza de algunos Estados Mayores y de que si hay una guerra que les interesa a éstos es la que quieren librar contra los connacionales, que en estos días, por centenas, han conocido unas brutalidades que tienen muy poco que envidiar a los de la época de la tiranía.
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