Xi Jinping podría haber ido a Wuhan mucho antes, en el punto álgido de la crisis, pero prefirió ser el mensajero de buenas noticias. Según la prensa oficial, el presidente chino voló a Wuhan donde visitó hospitales y se reunirá con el personal médico, así como con miembros de los comités de distrito (oficinas locales del Partido Comunista).

Esta visita buscar llevar dos mensajes fuertes, informa la corresponsal de nuestro medio asociado RFI en Shanghái, Angélique Forget. El primero está dirigido a la población china: la epidemia está bajo control, la vida puede y debe reanudarse en el país. El otro mensaje se dirige más bien al resto del mundo: las drásticas medidas de contención adoptadas por las autoridades han dado finalmente sus frutos.

En un momento en que la epidemia se está afianzando en Europa y se extiende rápidamente, Xi Jinping quiere demostrar a las democracias occidentales que su forma de gobernar es la más eficaz para combatir el coronavirus.

“Cada vez hay menos nuevos casos positivos”

Este lunes 9 de marzo, China reportó 22 nuevas muertes por el Covid-19, pero el número diario de contaminaciones por el coronavirus es el más bajo desde que comenzó el recuento de datos en enero. Las autoridades sanitarias informaron de 40 nuevos casos, la mayoría de ellos en Hubei, la provincia central del país y el epicentro de la epidemia.

Las imágenes del cierre de un centro deportivo en Wuhan, que se había convertido en un hospital improvisado, fueron ampliamente difundidas por los medios de comunicación estatales, comenta el corresponsal de RFI en Pekín, Stéphane Lagarde. Estas imágenes, que simbolizan la lenta remisión de la capital de la provincia de Hubei, contrastan con las que mostraban hospitales abarrotados ante la afluencia de pacientes a finales de enero.

“Cada vez hay menos nuevos casos positivos de coronavirus en la provincia. El primer hospital prefabricado no tiene más pacientes, así como algunos de los principales hospitales de la ciudad, que están siendo desinfectados”, afirma el doctor Philippe Klein, que dirige una clínica internacional en un hospital chino de Wuhan.

“Wuhan hizo otro esfuerzo: la construcción de 19 hospitales rurales, más pequeños que los dos hospitales prefabricados que se construyeron originalmente, pero que tendrán la capacidad de atender los últimos casos. El objetivo es vaciar los grandes hospitales de la ciudad para que puedan reanudar su actividad normal”, añade.

El 70% de los casos curados

El optimismo es palpable y en las redes sociales apareció el hashtag “buenas noticias”. La escuela se está reanudando para los estudiantes de secundaria en la provincia de Qinghai. En la provincia de Henan, el más joven curado del coronavirus, infectado a la edad de cinco meses, ha dejado el hospital. Y en la provincia de Jilin, un paciente de 77 años ha sido dado de alta de la unidad de cuidados intensivos, informan los medios oficiales.

De los “80.000 casos reportados en China, más del 70% se han curado“, dijo el lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Recuperación económica en Shanghái

En Shanghái, el tráfico se ha reanudado, señala el corresponsal de RFI Simon Leplâtre. Los centros comerciales están reabriendo, al igual que los restaurantes, aunque con mesas más espaciadas. La mayoría de las tiendas de Ikea han vuelto a funcionar, y Disney ha reabierto su sector comercial pero el parque de atracciones permanece cerrado.

Sin embargo, en todos los lugares públicos, uno siempre debe registrarse al entrar, estirar la muñeca o la frente para dar la temperatura, lavarse las manos con alcohol en gel y, por supuesto, usar una mascarilla.

La epidemia mundial continuará hasta junio, dijo Zhong Nanshan, el descubridor del SARS en 2003, y “debemos continuar nuestros esfuerzos de prevención y reforzar nuestros controles fronterizos”. En Europa, por ejemplo, la epidemia sigue cobrando impulso.