Este miércoles 25 de marzo el Ministerio de Salud entregó un nuevo recuento de casos conocidos de COVID-19 en el país: 1.142 personas contagiadas y tres fallecidos. Estas cifras que podrían considerarse menores si se comparan con las de países europeos, sin embargo, académicos de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile plantean que si no se adoptan medidas más drásticas a las hasta ahora existentes, podríamos acercarnos a escenarios parecidos a los que se viven en Italia (81 mil casos y más de 6 mil muertos), España (47 mil casos y más de 3 mil fallecidos) o Irán (27 mil casos y más de 2 mil muertes).
En la investigación, realizada por los académicos de la Casa de Bello y doctores en Física, Pablo Moya, Francisco Muñoz y Miguel Kiwi (Premio Nacional de Ciencias Exactas 2007), se explica que “a partir del 23 de marzo de 2020, mostramos que Chile, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros países, deben reducir la tasa de infecciones. De lo contrario, en menos de 7 días podrían estar en una situación catastrófica”.
La predicción se hace a través del cálculo del “índice de carga”, que relaciona diferentes variables, como las capacidades del sistema de salud para tratar casos graves y críticos, el número de enfermos, cifras de fallecidos, la cantidad de camas UCI y las camas de hospital. Si el índice de carga se excede, el sistema hospitalario colapsa. El problema radica en la rapidez en que aumenta el número de enfermos, por lo que llaman a tomar las medidas drásticas para evitar un crecimiento acelerado de los casos en Chile, al punto de sobrecargar el sistema de salud.
“Lo que hicimos fue tomar datos, no simulaciones porque no han andado bien. Tomamos los datos del sistema de salud y la tasa de contagio de distintos países, estimando cuándo va a colapsar cada sistema de acuerdo a la capacidad de cada cual. Todavía no podemos decir si seguimos la curva de Italia o Corea del Sur, tendremos el dato en los próximos días, pero en cualquier caso es muy probable que el sistema de salud chileno colapse”, explica el académico y Doctor en Física, Francisco Muñoz.
Si bien hasta la semana pasada sólo 5% de los enfermos confirmados por COVID-19 había requerido hospitalización y de ellos sólo seis requirieron ser conectados a ventilación mecánica, para el académico y Premio Nacional de Ciencias Exactas, Miguel Kiwi, el problema radica en la cantidad de respiradores mecánicos disponibles.
El Ministerio de Salud informó que existen 2.500 ventiladores mecánicos en el sistema público, y que se adquirieron 800 equipos debido a la actual situación de la pandemia, sin embargo, para el profesor Kiwi esto es preocupante ya que “aunque pocos pacientes requieren de ventilación mecánica, si ese numero excede al de respiradores disponibles, la situación no pinta bien”, explica.
La importancia de “aplanar la curva” de contagios
Este miércoles el Gobierno anunció que desde las 22 horas de este jueves 25 de marzo siete comunas de la Región Metropolitana estarán en cuarentena, lo que para Francisco Muñoz “va en la línea de las medidas que se deben tomar pero es insuficiente y tardía”.
Con la expansión del COVID-19 los expertos han llamado a aplanar la curva. Este concepto no implica necesariamente evitar los contagios, sino más bien evitar el colapso del sistema de salud reduciendo la cantidad de personas enfermas que necesitan atención intermedia o intensiva al mismo tiempo, lo que podría llegar a superar la capacidad de respuesta del sistema de salud chileno.
“La evidencia indica que mientras más se demoran las autoridades en tomar medidas de distanciamiento social efectivo, es peor para ese país. Además, como lo estima el índice que creamos, el problema no es necesariamente el número de contagios totales sino que la cantidad de casos que necesita hospitalización versus la capacidad hospitalaria”, explicó el académico de la Facultad de Ciencias, Pablo Moya.
Francisco Muñoz agrega que “según los gráficos, cuando el sistema de salud colapsa, la mortalidad aumenta fuertemente. España, Italia e Irán fueron particularmente lentos con las medidas de contención, y sus índices de mortalidad se dispararon. De los datos no podemos inferir si ocurrirá lo mismo en Chile. Personalmente, me inclino a pensar que la situación no será tan grave como en esos países -donde lo peor aún no llega-, pero creo que será una tragedia terrible”.
“No estoy tranquilo con las medidas actuales, tal vez el panorama nacional no sea tan malo como en Europa o EE.UU., pero creo que el sistema de salud chileno va a colapsar. Ojalá nuestro trabajo aliente a las autoridades a tomar medidas más fuertes (…) Se ha hablado de la necesidad de establecer una cuarentena a nivel nacional pero el gobierno se muestra reticente. Tratamos de crear una herramienta simple de entender sobre qué tan malo es el panorama, y así ayudar a tomar decisiones fundadas”, finaliza Francisco Muñoz.