España sufrió el martes un repunte de fallecimientos por el coronavirus, luego de cuatro días de descenso, al registrar 743 muertes, aunque en contrapartida las autoridades reportaron una menor presión sobre hospitales y unidades de cuidados intensivos.
Segundo país más golpeado a nivel mundial por la COVID-19, España elevó su cifra total de muertos a 13.798, según el balance del Ministerio de Sanidad difundido este martes.
En cuanto al número de casos notificados, la cifra diaria también observó un leve repunte, ubicándose el acumulado en 140.510.
El “ligerísimo aumento en relación al día de ayer (lunes), consideramos que se debe al ajuste de datos respecto al fin de semana”, cuando la notificación de casos suele ser más lenta, explicó en rueda de prensa María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad.
“Realmente, la tendencia descendente es lo que venimos observando en lo notificado los últimos días“, señaló Sierra, en momentos en que las autoridades sanitarias estiman haber estabilizado la propagación del virus.
Aunque se cortó la tendencia a la baja de los fallecimientos diarios, la cifra de las últimas 24 horas es bastante inferior a la del 2 de abril, cuando se llegó a las 950 muertes diarias, el máximo hasta ahora.
Asimismo, en términos porcentuales los fallecidos diarios aumentaron en un 5,7%, cuando hace dos semanas habían llegado a crecer por encima del 30% cotidianamente.
“Bajada en la presión”
En medio de un férreo confinamiento impuesto sobre los 46,6 millones de españoles, que empezó a regir el 14 de marzo y debería prolongarse hasta el 25 de abril, las cifras de hospitalizados y en unidades de cuidados intensivos (UCI) mantienen su tendencia decreciente, destacó Sierra.
“Empieza a verse una cierta bajada en la presión en los hospitales y en las unidades de cuidados intensivos”, subrayó.
La tensión en el sistema sanitario había sido particularmente evidente en las últimas semanas en las regiones más afectadas, como Madrid, con poco menos de un tercio de los fallecimientos (5.371), o Cataluña, con 2.908 muertes.
“Ha bajado mucho el servicio de urgencias. El colapso de los primeros días era brutal, llegaba todo el mundo a urgencias, todas las casuísticas habituales más todos los posibles casos de COVID-19″, explicó a la agencia AFP Mari Angels Rodríguez, enfermera del Hospital Josep Trueta de Girona (Cataluña, noreste).
“El problema gordo que tenemos y que todavía no conseguimos solventar del todo es el tema de las UCI”, toda vez que los pacientes que ingresan “tienen que estar un mínimo de 14 días de media, con lo que cada nuevo paciente que entra te ocupa una cama durante largo tiempo”, señaló Rodríguez.
“Estamos ya reduciendo el número de camas (ocupadas en la UCI), pero seguimos muy por encima de nuestra capacidad habitual”, estimó de su lado Eduardo Fernández, enfermero de 39 años del madrileño Hospital Infanta Sofía.
“Cierto relajamiento” del confinamiento
Como dato positivo, el saldo acumulado de pacientes dados de alta en toda España se incrementó este martes a 43.208, un tercio del total de los casos notificados, según el balance del ministerio.
Las autoridades, que suelen alabar el respeto del confinamiento por parte de los españoles que se ha traducido en una caída en picada de la movilidad, advirtieron no obstante de “un cierto relajamiento” en los últimos días, coincidiendo con la semana de Pascua.
Por ello, “hemos incrementado la vigilancia durante la noche y vamos a incrementar el numero de controles durante estos días festivos”, anunció el comisario de la Policía Nacional, José García Molina.
De todas maneras, ante la evolución de las cifras de los últimos días, el gobierno de España ha empezado a estudiar cómo abordar la fase de “desescalada”, con el levantamiento paulatino del confinamiento.