Este 7 de abril, la revista Nature publicó en su portada el reportaje, ¿Por qué están aumentando las muertes por sarampión? Y el coronavirus podría empeorarlo, dando cuenta de la delicada situación clínica que se vive en África y que, durante los próximos meses, se puede agravar aún más.
Según el último reporte entregado por la Organización Mundial de la Salud, existen 10 mil contagiados por el nuevo Coronavirus en ese continente. El problema es que no es el único virus con el que sus habitantes deben convivir.
En el reportaje de la prestigiosa publicación científica se describe la situación que se vive en la República Democrática del Congo, donde han muerto más de 6 mil 500 niños y niñas producto del sarampión.
Según la epidemióloga de la oficina regional de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Belcha Masresha, desde 2018 a la fecha, han aumentado los casos. “Hemos estado persiguiendo el virus desde entonces”, dice, sin embargo, la situación se ha convertido en lo que los expertos de la OMS dicen que podría ser el mayor brote de sarampión documentado en un país desde que el mundo obtuvo una vacuna en 1963.
Lamentablemente, advierten, los casos reportados han aumentado en todo el mundo. En 2018, llegaron a aproximadamente 10 millones en todo el mundo, con 140 mil muertes, lo que representa un aumento del 58 por ciento desde 2016.
“En los países ricos, los casos que aparecen son consecuencia de las personas que se niegan a vacunar a sus hijos”, relata la revista. Sin embargo, en los países pobres, como los del continente africano, los problemas del sistema de salud son tan graves que es casi imposible suministrar la vacuna a todos los que la necesitan.
Sarampión y Covid-19: una mezcla fatal
Según las predicciones que hacen los especialistas, esta temporada la situación se agravará producto del brote de Covid-19. Esto, porque según describe Nature, son más de veinte los países que ya han detenido sus campañas de vacunación, para poder concentrar sus recursos en la pandemia por el nuevo Coronavirus, que ya ha cobrado más de 500 víctimas fatales.
Pero, ¿por qué el Sarampión sigue siendo un virus tan mortal en África? La combinación de factores como la desnutrición infantil (que según la ONG Save the Children ya han dejado a más 1.4 millones de niños al borde de la hambruna solo en Somalia, Yemen, Nigeria y Sudán del Sur) y la deficiencia de vitamina A, lo convierten en un enemigo mortal para muchos de los infectados.
“Las estimaciones son inciertas, pero la tasa de mortalidad en los países en desarrollo ronda el 3–6%, y puede aumentar hasta el 30% en los peores brotes” agregan en el reportaje, citando cifras de la OMS. “Sus víctimas a menudo mueren de complicaciones como neumonía o diarrea y deshidratación. Los que se recuperan pueden quedar con discapacidades permanentes, como ceguera, pérdida auditiva y daño cerebral. El virus también daña el sistema inmune durante meses o años después de la infección, creando una “amnesia inmune” que deja a los niños vulnerables a otras infecciones”, agregan.
La situación se agrava toda vez que el virus es aún más infeccioso que el ébola o el Covid-19, sitúan los expertos, con un “número de reproducción” de 12 a 18. Es decir, ese sería el número de infectados al que se podría llegar por cada enfermo de Sarampión, convirtiéndose en el virus más contagioso de la actualidad.
“Dos dosis de una vacuna segura y efectiva pueden prevenir el sarampión; Una dosis proporciona protección parcial. Muchos niños/niñas en países pobres tienen la suerte de recibir una dosis única. Debido a que el virus es tan contagioso, el 92-95% de una población necesita estar completamente inmunizado para evitar brotes. En la República Democrática del Congo, solo el 57% de los niños/niñas recibió una dosis de la vacuna contra el sarampión en 2018”, según un estudio de UNICEF, lo que habría creado las condiciones “perfectas” para la “explosión” de contagios.
En todo el mundo el Sarampión sigue estando latente. Ejemplos sobran:
“En Madagascar, la escasez de la vacuna contra el sarampión ayudó a alimentar un brote que arrasó con la isla a partir de 2018, causando más de 240 mil casos y 1,000 muertes, mientras que “en Ucrania, después de que un niño murió después de un pinchazo de sarampión en 2008, la cobertura de vacunación se desplomó del 95 por ciento. Nadie se sorprendió cuando, en 2017, un gran brote afectó a más de 115,000 personas”, sostienen en la publicación.
En particular, para la República Democrática del Congo, agrega la publicación, los problemas políticos se suman a los económicos, sociales e, incluso, climáticos para poder llevar adelante mejores campañas de inmunización de la población.
“La OMS estima que ha habido más de 348 mil casos y 6 mil 500 muertes, pero Francisco Luquero, epidemiólogo de Epicenter, el brazo de investigación de Médicos Sin Fronteras en París, cree que el brote es mucho peor. El recuento de casos refleja solo a las personas que van a centros de salud, dice; muchos no están en la RDC. En cuanto a las estimaciones de mortalidad, “cuentan las muertes que ocurren justo después de un caso de sarampión. Deberían estar atentos durante los próximos cinco años ”, agrega, esto producto de lo deprimido que queda el sistema inmune en los contagiados.
Esperanzas de erradicación
A diferencia de otros virus, como el Ébola, la Fiebre Amarilla o el Covid-19, el Sarampión es “más sencillo” de erradicar. Esto, porque no tiene un huésped animal y existe una vacuna barata y efectiva.
“En 2010, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) clave de la OMS, declaró que el sarampión puede y debe ser erradicado, pero no recomendó entregar una fecha objetivo. Desde entonces, se ha estado presionando a la OMS para lanzar una campaña mundial de erradicación del sarampión y fijar una fecha para su finalización, como lo hizo para la viruela y la poliomielitis”, agrega Nature.
Y sostiene que, “en una reunión en octubre pasado, SAGE recomendó una táctica diferente: en lugar de establecer plazos de erradicación, que serían difíciles de cumplir, el grupo aconsejó esperar hasta que el éxito esté a la vista, digamos, a 5 años de distancia, antes de presionar para la erradicación. Hacerlo requeriría aumentar las tasas de inmunización de rutina con dos dosis de vacuna contra el sarampión a un nivel nunca antes alcanzado. La RDC es uno de los cerca de 20 países que aún no han agregado la segunda dosis a su régimen. E, incluso, eso no sería suficiente. La erradicación también dependería de mejorar la calidad de las campañas masivas y poner en uso una vacuna mejorada”, objetivos muy lejanos según declaran los expertos en sarampión.
Covid-19
En ese contexto, la pandemia del nuevo coronavirus ha dado a los esfuerzos de control de sarampión otro gran golpe: “El 26 de marzo, SAGE recomendó que los países suspendieran temporalmente todas las campañas preventivas de vacunación masiva, incluidas las de sarampión. Ya 23 países han suspendido las campañas programadas, y otros probablemente seguirán su ejemplo”. En concreto, esto significa que 78 millones de niños/niñas no serán vacunados según lo planeado.
“Debemos proteger a las poblaciones vulnerables de la propagación de COVID-19”, dice Linkins, pero limitar las actividades de inmunización contra el sarampión creará “brechas de inmunidad peligrosas”. Los modeladores recién comienzan a trabajar para estimar el impacto de COVID-19 en el control del sarampión, pero está claro que los países deben poder reanudar sus campañas rápidamente después de que la pandemia disminuya”, concluye el experto.
Revisar la publicación original aquí: https://www.nature.com/articles/d41586-020-01011-6