Este jueves, la sala del Senado abordó, en una sesión especial, la situación de violencia de género agravada durante la actual pandemia de Covid-19.
Senadoras, senadores, autoridades gubernamentales y dirigentas sociales compartieron experiencias, manifestaron sus preocupaciones y formularon sugerencias para enfrentar una realidad con la que no se ha podido terminar.
Quien estuvo invitada a la instancia, fue la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, quien afirmó que, como secretaría de Estado, se solicitó integrar la Mesa Social Covid-19 para proponer medidas con enfoque de género para superar la pandemia.
“He aprendido durante mi vida que las crisis son oportunidades y esta, sin duda, lo es. Por ello solicitamos integrar la Mesa Social Covid-19, y hemos conformado el Consejo Mujer Covid-19 para co crear propuestas concretas que tengan un enfoque de género a las respuestas frente a la pandemia. Entre otras funciones buscamos sumar estas propuestas al acuerdo nacional para la protección social y recuperación de empleo”.
La autoridad de Gobierno destacó que la actual crisis es un desafío pero también una oportunidad para lograr la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
“Hoy, no mañana, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de empujar un cambio cultural, donde las mujeres seamos las arquitectas de una nueva sociedad post pandemia, que garantice la igualdad de derechos, oportunidades y dignidad tanto para hombres como para mujeres”.
Por su parte, la senadora y presidenta de la Cámara Alta, Adriana Muñoz (PPD), afirmó que no basta con medidas que busquen la equidad de género, sino que se debe cambiar la cultura y, para aquello, se requiere un trabajo profundo.
“Cuando se promueven consejos públicos integrados solamente por varones, se entrega el mensaje de que solo los varones están capacitados para ciertos temas, lo mismo cuando las grandes empresas de este país no alcanzan un diez por ciento de directoras mujeres. Cuando seguimos hablando de que las labores de cuidado en la sociedad están radicadas en las mujeres, cuando un medio de comunicación se da el lujo que Antonia se suicidó porque no fue capaz de soportar una violación. Creo que es el momento de asumir en serio la necesidad de cambiar esta cultura, sin lo cual, cualquier otro avance por relevante que parezca, resulta insuficiente y parcial”.
En tanto, la senadora Ximena Rincón abogó por una iniciativa, de la cual fue parte, y que cataloga al no pago de pensión de alimentos como violencia de género.
“Este año, Pablo Pacheco, en Lontué, Molina, asesinó a su ex mujer de un balazo frente a sus dos pequeños, cuando se los llevaba para cumplir con la orden del Tribunal. ¿Qué voy a hacer yo? ¿qué vamos a hacer nosotras? La senadora Allende, Provoste y yo hemos presentado una reforma constitucional para que terminemos con la violencia por el no pago de pensión de alimentos. Yo le pido al presidente de la Comisión de Constitución que ponga en tabla ese proyecto, porque el no cumplir con las obligaciones también es violencia de género”.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el confinamiento ha provocado un aumento de la violencia doméstica hacia las mujeres. “El hogar no es un lugar seguro para muchos”, sostuvo Carissa Etienne, directora de la OPS.