¿Por qué se enfrentan Armenia y Azerbaiyán?

Por segundo día consecutivo continúan los combates de las fuerzas armenias y de Azerbaiyán en el sur del Cáucaso. Al menos 39 personas murieron en 24 horas en combates entre separatistas de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, y las tropas de Azerbaiyán, según balances anunciados este lunes, en medio del temor de que estalle una guerra abierta entre Bakú y Ereván. El conflicto, en el que potencias regionales apoyan a unos y otros, es una herencia del desplome de la URSS.
  • RFI
  • 28-09-2020

Por segundo día consecutivo continúan los combates de las fuerzas armenias y de Azerbaiyán en el sur del Cáucaso. Al menos 39 personas murieron en 24 horas en combates entre separatistas de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, y las tropas de Azerbaiyán, según balances anunciados este lunes, en medio del temor de que estalle una guerra abierta entre Bakú y Ereván. El conflicto, en el que potencias regionales apoyan a unos y otros, es una herencia del desplome de la URSS.

Los enfrentamientos se centran en la región del Nagorno Karabaj, un enclave en territorio de Azerbaiyán, pero que controlan fuerzas armenias desde la guerra que se vivió en la zona al desintegrarse la Unión Soviética y dejó 30.000 muertos. El enfrentamiento concluyó con un alto el fuego firmado en 1994.

Dicho conflicto concluyó con un precario alto el fuego y cada año se registran enfrentamientos a lo largo de las trincheras que pueblan la línea del frente. Pero desde 2016 estos choques han ganado en frecuencia e intensidad con varios cientos de muertos a cada lado. Esto se debe a que ambos países se han rearmado, en muchos casos adquiriendo tecnología militar puntera.

Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea e Irán han pedido a las partes poner fin a la lucha, si bien Turquía, principal valedora de Azerbaiyán, ha mostrado su total apoyo al Gobierno de Bakú y ha enviado refuerzos en las últimas semanas.

Existe el temor de una implicación de que la escalada militar desestabilice una región clave para el suministro energético europeo, ya que Rusia, aunque venda armas a ambos bandos, es el principal sostén de Armenia y tiene soldados desplegados en dicho país, que podrían intervenir en caso de que las fuerzas de Azerbaiyán avancen demasiado.

Entre tanto, ambos países han declarado la ley marcial y restringido las libertades, lo que significa que, además de la militar, ha comenzado la guerra de propagandas.Una escalada entre enemigos históricos

En los últimos años, Azerbaiyán destinó una parte importantes de sus ingresos petroleros a la compra de armamento.

Tras varias semanas de retórica bélica, Azerbaiyán dijo que lanzó una “contraofensiva” mayor en respuesta a una “agresión” armenia, recurriendo a la artillería, los blindados y aviones contra la provincia controlada por los separatistas armenios.

El primer ministro armenio Nikol Pashinyan acusó a su enemigo histórico de haber “declarado la guerra al pueblo armenio”, mientras que el presidente ayerbaiyano Ilham Aliyev prometió “vencer”.

El presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunyan, afirmó de su lado que “Turquía, no Azerbaiyán” combate contra el territorio secesionista. “Hay helicópteros, (aviones) F-16 y tropas y mercenarios de diferentes países”, afirmó.

Moscú, que mantiene relaciones cordiales con los dos beligerantes y es el árbitro regional, se siente más cercano a Armenia, que integra la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar dominada por Rusia.

Todos los esfuerzos de mediación para resolver este conflicto han fracasado y Armenia y Azerbaiyán ya se enfrentaron en su frontera norte el pasado mes de julio en los combates más graves desde 2016 y que hicieron temer la desestabilización de la región.





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