En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el destacado periodista argentino-italiano Roberto Savio reflexionó en torno del derecho a la comunicación que tienen las personas y las sociedades alrededor del mundo, y cómo en la mayoría de los casos esta atribución no está cautelada en ninguna constitución política o ley fundamental.
Esto en el marco de los 40 años del Informe MacBride, también conocido como “Voces múltiples, un sólo mundo”, documento que en 1980 emanara de la Unesco y que pretendió proponer un nuevo orden comunicacional que superara los problemas que se presentaban en esta área, particularmente por la alta concentración del flujo informativo mundial en unas pocas agencias.
Savio recordó que ya en 1973 la unanimidad de la Asamblea de la ONU aprobó una propuesta de Nuevo Orden Económico Internacional, y especialmente un Nuevo Orden Informativo Mundial, proceso que tendría se expresión más concreta en la elaboración de este informe.
Respecto del derecho a la comunicación en sí, Roberto Savio recordó que son pocas las constituciones que cautelan este derecho, lo que daría cuenta de la poca relevancia que los gobiernos le otorgan a esta atribución, particularmente por no entender que este derecho no apunta a cautelar la libertad de prensa, sino la libertad de la sociedad para saber lo que pasa en el entorno y en la comunidad.
El derecho a la comunicación, plantea Savio, genera también una participación activa de las personas en la sociedad, ya que en caso contrario, “seríamos como decía Margaret Thatcher una grupo de individuos no una sociedad”, razón por la cual el periodista argentino-italiano plantea que “sin comunicación no hay democracia”.
“La comunicación tiene que ser un derecho de los ciudadanos para que puedan participar en su vida siendo capaces de conocer lo que pasa en el mundo, en mi país, en mi pueblo, en mi entorno, y poderme expresar, poder dar mi opinión. No puede haber democracia sin comunicación. No puede haber una sociedad que funcione si yo ciudadano no tengo capacidad de expresión. Mi derecho a expresarme es mi derecho en tanto en cuanto a tener que comer, porque si yo tengo derecho a comer, pero este derecho se ejerce en una situación en la cual yo no tengo expresión, digamos que sobrevivo, pero no vivo”.
Respecto de la situación actual de los medios de comunicación, Roberto Savio sostuvo que hoy en día estos no son un gran negocio como antes, “ya no es posible que se dé un caso como el Ciudadano Kane”, planteó, y esto se debe en parte a que las redes sociales han eclipsado a los periódicos.
Savio señaló que el problema de los medios es que dejaron de ser un buen negocio y ahora son elementos frágiles, que se mantienen gracias a que son comprados por grandes millonarios, como ocurrió con The Washington Post que fue adquirido por Jeff Bezos, dueño de Amazon, aunque hasta ahora no ha intervenido mayormente en su línea editorial como sí lo hace otro multimillonario dueño de medios como es el caso de Rupert Murdoch.
“Cuando esta gente interviene los medios ya no son al servicio del ciudadano, sino pasan a ser ferecuentemente al servicio del dueño de los medios y esta es una tensión que tenemos en el gremio periodístico donde no sólo estamos buscando que haya reglamento interno donde los periodistas tengan una coparticipación en la línea editorial de los medios y no sea solamente del dueño de los medios”
El periodista argentino-italiano calificó como “un debate falso” el que enfrenta a la función social de los medios de comunicación con la libertad de propiedad de los mismos, ya que son los mismos grandes dueños de medios los que generan esta dicotomía como una manera de evitar que los gobiernos cautelen el derecho a la comunicación, por ejemplo promulgando leyes de medios que regulen su propiedad.
Para Savio este tipo de legislaciones apunta, fundamentalmente, a otorgar mayor función social a los medios de comunicación y dejar que ellos sean sólo una mera expresión del poder económico y político dominante que busca manipular a la opinión pública.
“Todo lo que se haga para dar más función social a los medios, lucha en contra de la idea de la libertad de propiedad. Y son dos intereses muy contrapuestos. El ciudadano tiene interés que haya ley de medios, pero la ley de medios desata una reacción tan violenta de los dueños de los medios, que no son individuos aislados, sino que son parte muy importante del mundo económico y del mundo político que al final se termina con la gente que empieza a decir ‘el Estado quiere controlar’, ‘el Estado quiere eliminar la libertad de prensa’ y ahí se abre un debate que no tiene que ver con la realidad que uno quiere tocar la libertad de prensa”.
Roberto Savio abordó el proceso constituyente chileno actual, particularmente el tema del derecho a la comunicación que debería ser parte integral de la discusión de la nueva carta magna, y fue enfático en señalar que “sin incluir en la reforma constitucional el tema de la comunicación, que es un tema fundamental para la democracia, de hecho se está haciendo una reforma de la constitución a medias”.
Finalmente, para Savio el tema de la comunicación ha sido fundamental en los tiempos desde el estallido social en Chile, ya que a su juicio, todas las protestas y reacciones de la ciudadanía en contra del sistema neoliberal no hubiese tenido mayor eco de no haber sido por la posibilidad de que diversos medios de comunicación no lo hubiesen transmitido, y es precisamente esto lo que debe considerarse a la hora de redactar la nueva constitución.
“En la constitución que prevé que el ciudadano tenga derecho a expresarse, que es un derecho humano fundamental, y al expresarse alguien tiene que transmitir estas posiciones. Y entonces el derecho a la comunicación en la constitución es fundamental, porque si no no se recoge una cosa fundamental de la experiencia chilena que es la capacidad de la gente a participar, la capacidad de la gente a dialogar, a discutir y a expresarse”, concluyó Roberto Savio.