La académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y coordinadora de la Cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas, María Emilia Tijoux, conversó con Radio y Diario Universidad de Chile sobre el proyecto de Ley de Migraciones recientemente aprobado por el Congreso y que diversas organizaciones de migrantes han llevado al Tribunal Constitucional.

La socióloga realizó un paralelo entre esta ley y el cuerpo legal de 1975 que rige hasta ahora señalando que ambas se parecen mucho, especialmente porque las dos buscan evitar el ingreso a Chile de personas que pudieran poner en riesgo el sistema, y basan sus premisas en una perspectiva de la Ley de Seguridad del Estado.

Lo que María Emilia Tijoux esperaba de esta nueva ley es que tomase en cuenta los derechos de las personas, pero al contrario esta continúa en la lógica de la perspectiva de la seguridad y de la violencia, que posibilita abusos y maltratos a las personas migrantes: “Es una ley que más bien expone a las personas migrantes a los abusos, como la trata y el tráfico de personas”, aseguró.

“Esta ley tiene serios problemas de inconstitucionalidad. Obviamente, es necesario que se pueda hacer una nueva ley, una normativa distinta, pero este proyecto de ley no avanza por ese lado, sino que muchas de las propuestas representan graves restricciones a los derechos fundamentales de las personas migrantes”. 

La coordinadora de la Cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas, criticó los dichos del director del Departamento de Extranjería, Álvaro Bellolio, cuando señaló que “poco ayuda la visión buenista de que Chile sea centro de rehabilitación de migrantes delincuentes”, calificándolos como un insulto para los migrantes que trabajan de forma honesta, además de generar caricaturas sobre estas personas.

La socióloga sostuvo que Bellolio equipara migración con delincuencia, y sitúa a los migrantes como enemigos o amenaza al orden establecido, lo mismo que discursos del siglo pasado que fundamentaron la Ley de Migraciones creada en Dictadura.

“Hay una amenaza de una suerte de enemigo, que estaba en el 75, yo creo que siguió en los 80 y hoy día estaría representado por las personas migrantes como un enemigo que puede atacar, que puede amenazar, que puede contagiar. Hay allí unas palabras muy irresponsables, porque efectivamente tendría él, a lo mejor, que vivir en algún momento de la vida, o algún familiar, la experiencia migratoria para saber cómo se ha tratado a muchos chilenos en el extranjero”.

María Emilia Tijoux citó cifras de la PDI que dicen que menos del 1 por ciento de los delitos son cometidos por extranjeros, por lo mismo fustigó la generalización que hizo el jefe de Extranjería, “que son como un escupo que lanza a la cara de los migrantes”, y a su juicio suenan más como chivo expiatorio, y son parte al final de las muchas falacias que hay que desmontar sobre la migración.

El peligro que ve la académica de la Universidad de Chile con estas palabras es que se alimentan discursos de odio hacia los inmigrantes, al mismo tiempo que reflota pensamientos que ya creíamos desterrados del pensamiento nacional como es la creencia de la superioridad de los blancos y europeos y que deberíamos aspirar a parecernos a ellos: “Hay dos figuras a las que no se quiere parecer, que no quiere ser que tiene que ver con los pueblos indígenas y que tiene que ver con las personas que llegaron con la trata transatlántica de esclavos. Alejarse de esas figuras es acercarse a una blancura europea”, dijo.

Por todo lo anterior, es que María Emilia Tijoux fue enfática en señalar que Álvaro Bellolio no puede seguir al mando del Departamento de Extranjería y debería presentar su renuncia de inmediato, y que cualquier otra situación sería inaceptable para las organizaciones de migrantes.

“No podemos aceptar una cosa así, estamos diciendo en todos lados que esperemos que renuncie este hombre, que exigimos su renuncia, es una persona nefasta para una institución que debería tener otros fines, que tendría que preocuparse de los derechos humanos integrales de una persona migrante que llega al país como le ocurre a uno cuando se va a otra parte y tiene derechos, derecho a la salud, derecho a la educación, derecho a ser bien tratado, derecho a entregar los elementos de su propia cultura”.

Finalmente, María Emilia Tijoux reiteró que el proyecto de Ley de Migraciones sería inconstitucional, y que al contrario de su pretendido objetivo, lo que va a fomentar será más inmigración irregular debido a las innumerables restricciones que impone a quienes quieran hacer de Chile su nuevo hogar.