Luego de que las autoridades sanitarias extremaran las medidas de confinamiento, el infectólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Miguel O’Ryan, analizó los alcances de la crisis sanitaria en el país.
En conversación con el programa Radioanálisis, el especialista señaló que estaba “claro” para el área de la salud que el impacto de las vacunas no se iba a ver de manera inmediata: “Teníamos razonable temor de que hubiera un incremento de casos significativos hacia el inicio del otoño, en la medida que las vacunas no hicieran su efecto. Eso es lo que ha ocurrido”, comentó el senador universitario.
En ese sentido, el especialista manifestó que es importante dar los mensajes adecuados a la población, sobre todo, en vista de una vacunación que se encuentra en desarrollo: “Es fundamental combinar la mantención de las medidas epidemiológicas mientras la vacuna empiezan a hacer sus efectos, lo que demoran bastante”, dijo.
“Es importante no sentirse protegido con la primera dosis. Aún con la segunda dosis, el sistema inmune se está preparando y las vacunas no son 100 por ciento eficaces. De modo que aún pasando los 15 días, existe la probabilidad, mucho menor, que si me relajo y me infecto, pueda tener una infección grave, aún teniendo las dos dosis de vacunas. Esos mensajes tienen que ser muy claros”, puntualizó el profesional.
El infectólogo también se refirió al debate respecto de la necesidad de requerir hasta una tercera vacuna. Al respecto, señaló que este es un tema que aún debe ser examinado: “En general sumar más dosis no aporta mucho más. Entonces, ¿servirá incorporar una nueva dosis para aquellas vacunas que con dos dosis hayan mostrado que puede ser baja la protección contra contagios? No lo sabemos. La única manera de saberlo es hacer ensayos clínicos”.
“Todavía está abierta la pregunta si vamos a necesitar variantes de las vacunas para cubrir estas variantes de virus o si las vacunas que tenemos van a ser suficientes para hacer la pega de aportar a la disminución de circulación viral que, sumado a medidas de control, permitan evitar los peaks anuales que estamos viendo”, agregó.
Finalmente , el especialista dijo que una de los retos más urgentes es poder controlar la curva de contagios de otoño. En su opinión, esto es clave para regular la situación. “Si las cosas andan como uno espera, con cierto grado de espera y esperanza, uno debiera ver esa baja”, concluyó.