Sorpresa provocó en las regiones de Valparaíso y Coquimbo la decisión del Gobierno de colocar en Fase 3 de preparación a las comunas de Viña del Mar, La Serena y Coquimbo. La determinación se dio a conocer a solo días de los cambios en el Plan Paso a Paso que aumenta la movilidad en todas las fases y de las vacaciones de invierno que genera una mayor demanda y el traslado de miles de persona desde la zona central, especialmente desde Santiago, hacia las mencionadas comunas.
De hecho, la noche del viernes se registraron largos atochamientos en las carreteras de salida de la Región Metropolitana confirmando lo pronosticado por las autoridades respecto de la gran cantidad de personas que abandonarían en este periodo la capital.
La situación resulta compleja para estas comunas, sostiene en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile la doctora en Salud Pública y secretaria de la Sociedad Chilena de Epidemiología, Paola Salas, ya que en el caso de Coquimbo y La Serena recién se estaba verificando una baja de los casos diarios en esas comunas litorales y en general en la región.
La académica de la Universidad de La Serena explica que si bien hubo un peack de cerca de 130 casos durante 2020, en especial después de Fiestas Patrias en septiembre, esa curva descendió posteriormente llegando a alrededor de 11 y 18 casos promedio diarios.
Pero los números nuevamente subieron en verano cuando el Gobierno otorgó el “Permiso de Vacaciones” que significó la llegada masiva de personas a las playas de Coquimbo y La Serena.
“Nunca más nos pudimos deshacer de esa cantidad de casos. Todo febrero, todo marzo. En marzo alcanzamos 257 que fue el peack de casos y ahí entramos en cuarentena. Estuvimos por cinco semanas en cuarentena y nos liberaron cuando bajamos ese promedio de casos en algunos días incluso a 170 casos”, relata la especialista.
Salas agrega que a fines de marzo los contagios comenzaron a incrementarse una vez más llegando en promedio a 240 casos con un máximo de 326 el 21 de junio recién pasado.
De ahí se verificó una baja de contagios sustantivos que la doctora asegura que aún resulta complejo de explicar pero que podría deberse a dos factores. “Hice un análisis del promedio de PCR tomados en la región hechos la semana pasada comparado en paralelo con la semana de junio que son todas semanas en invierno y que uno puede controlar la variable estival, controlar también que no estábamos esa semana en cuarentena y el promedio de PCR bajó diariamente aproximadamente 500 PCR menos. Eso podría explicar de alguna manera esta menor pesquisa de casos positivos porque mientras más PCR se hacen, al menos en búsqueda activa, mayor es la cantidad de personas que se identifican como positivas”, comenta Salas.
Lo otro que podría explicar esta disminución es que efectivamente el plan de vacunación está surtiendo el efecto de contener al virus, considerando que en la Región de Coquimbo hay un 74 por ciento de cobertura de la población objetivo con dos dosis.
Sin embargo, a su juicio colocar a la conurbación La Serena-Coquimbo en Fase 3 no es la mejor decisión desde el punto de vista epidemiológico.
“Si nosotros estamos teniendo recién un control, por llamarlo de alguna manera, de la cantidad de personas que estamos identificando como positivas, que es algo muy bueno, todavía este descenso no nos permite estar en una tasa óptima para no generar casos que vayan a la UCI, a hospitalización que tendrían que ser no más de 80 casos diarios. Todavía tenemos más de 120 casos diarios en promedio, 130, entonces esto pone en riesgo que si tenemos un aumento en el número de casos nos podamos ver complicados en la atención hospitalaria que tendríamos que realizar”, subraya la académica.
A eso se agrega la imposibilidad de conocer si las personas que se prevé que lleguen a la región durante estas vacaciones de invierno, tienen alguna variante del Covid 19 como la Delta que es mucho más contagiosa que las otras que circulan en el país.
“Estamos como a ciegas, viendo casos que ni siquiera sabemos cuál es la variante que lo está enfermando. Todos estos factores hacen prever que este buen éxito que estamos teniendo pudiese correr algún riesgo de rebrotes”, precisa.
Respecto de las modificaciones anunciadas el jueves por el Gobierno al plan Paso a Paso, Salas sostiene que “lamentablemente en la etapa que nos encontramos, tampoco las restricciones de los fines de semana existen, están abiertas. Y esto es lo que nos permite analizar desde la epidemiología que este nuevo plan Paso a Paso viene simplemente a apoyar mucho el incentivo de movilidad. Y la movilidad, lamentablemente, no va de la mano con el virus, porque el virus con más movilidad, él también se moviliza más y por lo tanto hay riesgo de que exista un contagio, por ejemplo de una variable que sea más transmisible”.
Salas precisa que “para que las personas puedan entender este Paso a Paso, lo que hace es poner diferencias entre los que están vacunados y los que no están vacunados, siempre obviamente con mayor beneficio para los vacunados. Pero ese mayor beneficio permite también mayores movilidades. Y esa es la dificultad, porque la movilidad significa mayor interacción entre las personas. Y donde hay más interacción entre las personas hay más transmisión del virus entre las personas”.
La especialista insistió en que completar el esquema de vacunación disminuye la gravedad que provoca el virus, pero no el contagio con la enfermedad. Por eso insistió en mantener las medidas de autocuidado, como el uso de mascarilla que cubra la nariz, la boca y el mentón, además del lavado de manos con jabón durante 40 segundos al regresar al hogar y el uso de alcohol gel.