Sistema nacional de salud o plan universal: ¿Cuánto pesará el Estado en materia sanitaria en el próximo ciclo político del país?

El conglomerado liderado por el candidato presidencial Gabriel Boric apuesta a un cambio estructural de las proporciones del emblemático National Health Service de Reino Unido en orden de superar la inequidad en salud. Desde el oficialismo, el exministro Mañalich advirtió estrechez fiscal, las inconveniencias de agrandar el Estado y la pertinencia de un seguro universal de salud.

El conglomerado liderado por el candidato presidencial Gabriel Boric apuesta a un cambio estructural de las proporciones del emblemático National Health Service de Reino Unido en orden de superar la inequidad en salud. Desde el oficialismo, el exministro Mañalich advirtió estrechez fiscal, las inconveniencias de agrandar el Estado y la pertinencia de un seguro universal de salud.

Como piedra angular del “Programa de muchos” en materia sanitaria, la candidata a La Moneda del Frente Amplio durante la campaña presidencial del 2017, Beatriz Sánchez, propuso un seguro único de salud para efectos de financiar y potenciar la red pública, sacando a las Isapres de la administración del 7 por ciento de las cotizaciones obligatorias. Hoy, cuatro años después, el abanderado de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, es quien empuja la reforma pero corriendo el cerco a un sistema nacional de salud que considera además la prestación pública de carácter universal, basado en servicios estatales.

Una medida que el diputado de Convergencia Social partió explicando en el último debate presidencial, alzando el brazo ante la pregunta elaborada a la y los postulantes al cargo de mayor magistratura en el país: ¿Quiénes creen que deberían terminar las Isapres?

“No más salud dividida entre ricos y pobres”, respondió el candidato.

“Queremos un sistema nacional único de salud tal como existen en los sistemas desarrollados, por ejemplo en Inglaterra que están orgullosos de su sistema nacional de salud”, complementó Boric a lo que había declarado previamente sobre que “es inaceptable que hoy día el 50 por ciento de los recursos se destine solamente al 20 por ciento de las personas que están en Isapre. Quienes estamos en Fonasa creemos que hoy día es imperativo tener un sistema que, tal como ha sido el proceso de vacunación, logre una atención universal en calidad sin distinción de cuánta plata hay en el bolsillo”.

Precisamente el programa de gobierno de Apruebo Dignidad plantea la universalización de la cobertura de Fonasa a modo que toda la ciudadanía quede afiliada a dicha institución, fondo que recaudará las cotizaciones del 7 por ciento de todos los y las trabajadoras del país, sumado a los aportes del Estado. Estructura que relega a las Isapres bajo el concepto de seguros complementarios voluntarios y para efectos de su concreción, se plantea la prohibición de la integración vertical entre clínicas y aseguradoras privadas, entre otras medidas.

El eje de salud del conglomerado innova -respecto al programa de Sánchez- en el establecimiento universal de prestadores del Estado a los que las personas podrán acceder de manera gratuita. Para lograrlo, el pacto busca implementar el modelo de Redes Integradas de Sistemas de Salud (RISS) basadas en la atención primaria, las que se articularán en un Servicio Nacional de Salud.

 Al respecto, el Dr. Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, director de la Fundación Rumbo Colectivo e integrante del equipo programático en el área de salud de la apuesta de Apruebo Dignidad explicó que la instauración de la política sanitaria se considera en un mediano y largo plazo.

“La importancia de fortalecer la oferta de prestadores públicos a nivel hospitalaria y atención primaria de todo el país que permita robustecer la capacidad que existe de satisfacer las necesidad de salud de la población y para eso se ha hablado que necesitamos sentar las bases de un proceso que probablemente va a tomar varios años en términos de construcción de infraestructura, de generación de recursos humanos, de inversión tecnológica también para dotar de mayores capacidades a nuestros hospitales que nos permita construir un Servicio Nacional de Salud parecido al tipo de modelo de salud que tiene el Reino Unido”, señaló.

Sobre cómo se materializaría esta reforma en la arena nacional en el intermedio de la discusión constituyente, Cuadrado indicó que el primer paso se daría en orden de avanzar a la universalización de la atención primaria por medio de un decreto de ley, lo que ampliará la dimensión territorial de estos centros de salud con la inscripción automática a los consultorios de todas las personas -no sólo las afiliadas a Fonasa- que vivan en un determinado territorio.

“Hemos visto ahora que muchas personas han tenido contacto con los Centros de Salud Familiares a propósito del proceso de vacunación y nos hemos dado cuenta de la relevancia de tener este tipo de servicios universales y eso es algo que no requiere un cambio constitucional, es algo que se puede realizar vía decreto y en el cual uno puede comenzar a materializar el paso sucesivo, a la espera de cambios constitucionales y de proyectos de ley, la generación de un sistema universal” sostuvo.

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Dr. Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.

Plan, no sistema

Desde la vereda del oficialismo, en conversación con nuestro medio, el exministro de Salud y ahora candidato independiente con cupo de Evópoli al Senado por la región Metropolitana, Jaime Mañalich, compartió la necesidad de que el sistema sanitario en el país logre converger en algunos puntos en orden de mejorar su atención, pero no desde un sistema nacional de salud que exacerba las atribuciones del Estado en la materia.

“Un sistema único capturado por el Estado es extraordinariamente peligroso porque es un foco de corrupción tremendo y en ese contexto, en general, los países como Canadá optan por una mezcla de que el seguro sea completamente público, un único seguro, existen también seguros complementarios, no algo como Isapres, y se financia completamente por impuestos generales, en cambio todos los prestadores son instituciones privadas que por definición no pueden tener fines de lucro”, señaló el exsecretario de Estado.

Incorporando más elementos al punto, Mañalich consideró que la propuesta del candidato Boric debe ser ponderada con mayor profundidad de pensamiento y con la lucidez de la experiencia que vivió Salvador Allende en el gobierno de la Unidad Popular, quien al tratar de emplear un servicio nacional de salud, se topó con la violenta oposición de los médicos de la época, lo que devino en una imposibilidad de concretar la reforma, relató el exministro.

“Hoy día aproximadamente un 50 por ciento de los beneficiarios de Fonasa se hacen en el sector privado prestador, consultas médicas en un departamento de la esquina, centros médicos en red o no en red, entonces generar una única instancia de propiedad del Estado significa una nacionalización de toda la red que tiene un costo de inversión y de operación que evidentemente las finanzas de Chile no pueden tolerar en los próximos años al menos. Ya sabemos como viene la restricción de gasto público en la Ley de Presupuesto que se comienza a discutir hasta el 23 de noviembre y por lo tanto hay que entender que probablemente el próximo año y el subsiguiente van a ser períodos de mucha estrechez como para invertir en lo que se propone en este programa que es un poquito utópico en mi opinión en el corto plazo”, sostuvo.

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Jaime Mañalich, exministro de salud del gobierno de Sebastián Piñera y candidato a senador por la RM.

 

En ese sentido, Mañalich consideró más pertinente las modalidades que van en orden de implantar seguros vía tributo y que consideren a los empleadores en la ecuación. La propuesta del exministro en tanto es empujar el proyecto de ley estancado en el Congreso que busca “estructurar un plan de salud universal idéntico para todos los ciudadanos con cobertura de financiamiento para medicamentos y todas las cosas que hoy día no ocurren, que se den tanto en instituciones privadas como públicas”.

“Creo que la mayor parte de la gente que conoce este tema apunta a un sistema de financiamiento con un seguro único de salud financiado únicamente por impuestos, abandonando el financiamiento vía cotizaciones sólo del empleado como es el caso en Chile y pasar a un sistema de financiamiento mixto empleador-empleado y subsidios del Estado para la mayoría de la población“, indicó.

Los gremios dicen

El seguro único de salud es una propuesta elaborada por el Colegio Médico hace tres años y junto a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile la han socializado con la comunidad a modo de eliminar el esquema de los sub-sistemas de salud y la falta de vasos comunicantes entre uno y otro. Al respecto la presidenta Consejo Regional de Santiago del Colmed, la Dra. Francisca Crispi instó a los postulantes a La Moneda a generar los cambios estructurales que la ciudadanía necesita y apremia bajo la emergencia sanitaria del Covid-19.

“Esta propuesta contempla la integración de todas las fuentes de financiamiento y la organización del sistema eliminando la discriminación según capacidad de pago a través de un seguro nacional de salud. En momentos en el cual nuestro sistema de salud está tremendamente tensionado, las listas de espera se han multiplicado creemos que es urgente que todos los candidatos puedan priorizar las reformas estructurales que nuestro sistema de salud necesita y creemos que son positivas propuestas que avancen en la unificación y en poner fin a la discriminación”, sostuvo.

Por otro lado el encargado de formación y educación sindical de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam), Marcos Vargas, respaldó la reforma del conglomerado en lo que atañe al financiamiento único, pero con consideraciones para incorporar en el debate que se orientan a mantener la municipalización de la atención primaria de salud.

“Para nosotros el sistema único sanitario no responde a la idea de devolver la atención primaria al sector centralizado que no ha tenido éxito y que arrastra una enorme deuda hospitalaria producto de la ineficacia para atender a los problemas de la salud sin recurrir a terceros. Recordar que la atención primaria no compra servicios afuera como lo hacen los hospitales y que la atención primaria no posee una lista de espera con muertos como la que posee el sector centralizado”, sostuvo.

Otra consideración fue hacia el método de financiamiento único, que desde la perspectiva de Vargas debe ser por medio de impuestos generales y no por la cotización obligatoria, lo que en estricto rigor correspondería al mandato del Estado de garantizar la salud “aún cuando tú no cotices”, arguyó.

“El sistema de cotización individual lo que ha hecho ha sido individualizar derechos, entendiendo que la Constitución del 80 no garantiza la salud sino que el acceso, la cotización individual todavía peor, lo que hace más allá de solidarizar el sistema, que al margen de eso no es tan así, lo que hace es establecer un sistema para los que pueden pagar y otro para los que no pueden. A nosotros nos parece que si se elimina la cotización individual de Fonasa y de las Isapres y se crea solo sistema sanitario financiado estatalmente con impuestos generales, es lo que corresponde a  un país moderno”, observó.

A eso el representante de Confusam añadió que “si nosotros transformamos las cotizaciones en Fonasa, lo que le descuentan a la gente que está trabajando, si lo transformamos en impuesto claramente vamos a pagar menos por el importe de impuestos que lo que estamos pagando por cotización individual y además eso significaría que las empresas aportarían a la salud que no lo están haciendo ahora porque son los trabajadores los que aportan al fondo nacional de salud, las empresas no ponen nada y los grandes acaudalados del país no ponen plata para la salud pública”, criticó.

Por lo pronto las reformas estructurales de salud recaen en los intercambios y consensos que se adoptan en el hemiciclo del ex Congreso donde la Convención Constitucional delibera. Un proceso que deberá revisar las disposiciones de la actual Constitución que viabilizó el esquema de sub-sistemas, para efectos de devenir en un sistema universal para toda la población, así lo espera el académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.

“Hoy día la Constitución de Pinochet existe como un cerrojo para este tipo de reformas y sabemos que al menos ese tipo de cerrojos es muy poco probable que se mantengan en una nueva Constitución, independientemente si será explicita con respecto a qué tipo de salud se va a constituir para el próximo año”, señaló el Dr. Cuadrado.





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